Credulidad
— "¿Qué quieres decir? —exclamó Nicodemo—. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?", Jn 3:4
Nicodemo ante la declaración de Jesús permanece dudoso y descreído. Parece chocar contra el muro de lo imposible. Solo conoce la trayectoria que va de lo pequeño a lo grande, del niño al adulto, Su manera de ver la vida es apoyarse en el campo de lo que le es familiar dentro de las posibilidades humanas. Considera que el cambio es una conquista humana. Jesús lo desafía a que pueda darse cuenta de que el nuevo nacimiento es espiritual y no depende del esfuerzo humano, sino de la acción de Dios, a la que hay que estar disponibles. No es cuestión de volver para atrás, sino de abrirse al futuro, que ya está presente. La idea del Reino de Dios es un espacio abierto, luminoso y de gracia, pero Nicodemo razona con su propio esquema teológico basado en el propio esfuerzo humano como medio para llegar a Dios. Le cuesta pensar que Dios se ha hecho hombre en la persona de Jesucristo y ha descendido para darnos su salvación y amor. En este tiempo somos desafiados no en hacer, sino en dejarnos hacer por la obra de Dios. No se trata de la conquista humana, sino de la gracia de Dios. Es posible para cada una de nuestras vidas que suceda lo inesperado y poder nacer del Espíritu. El nuevo nacimiento viene de lo alto y es lo que más necesitamos para toda persona, comunidad y nación. No renunciemos a los sueños y confiemos en Dios
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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