Elección
“No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios", Jn 3:18
El rechazo o la aceptación de Dios tiene relación con las actitudes que asumimos con la persona de Jesucristo. La "vida entera y eterna" no se remite al final de los tiempos y se realiza en el presente, sucede hoy, tras el encuentro con Jesús. La realidad actual de nuestras vidas, comunidades y nación marcan nuestras actitudes de corazón con respecto al amor de Dios y la vida abundante que nos ofrece. Por el rechazo o la aceptación del amor manifestado en Cristo, el ser humano opta por la vida y salvación o bien por su pena, se convierte en luz o en tiniebla. El ser humano suele decidir por su propia suerte. "Jesús le gritó a la multitud: «Si confían en mí, no confían sólo en mí, sino también en Dios, quien me envió. Pues, cuando me ven a mí, están viendo al que me envió. Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad. No voy a juzgar a los que me oyen pero no me obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo", Jn 12:44-47. No es tanto Dios el que juzga, sino lo son nuestras opciones. "Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. » No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.", Jn 3:17-19. El encuentro con el Señor determina una crisis, puede ser aceptada o rechazada. Todo se decide en la esfera del ser humano, es libre para aceptar o rechazar. Dios ratifica y respeta esa elección. La vida o la ruina depende de la fe en Jesucristo. "Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios", Jn 1:12
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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