Dispersión y atracción
"Jesús le dijo: —Es cierto, porque has tenido cinco, y el hombre con el que ahora vives no es tu esposo.", Jn 4:16-18Los cinco maridos que había tenido la mujer samaritana también representan un valor simbólico. Tras la caída de Samaria según el relato de 2 Re 17:24ss, el rey de Asiria, para repoblar el país, había hecho venir gente de cinco regiones diferentes. Los inmigrantes trajeron de sus cinco ciudades sus dioses y continuaron adorándolos, incluso adoptando el culto al Señor. Fue esta mezcla y sincretismo religioso lo que había ocasionado el desprecio de los judíos hacia los samaritanos. Esta mujer en su encuentro con Jesús se convierte en el símbolo de todo un pueblo. En el antiguo testamento, la alianza entre Dios y su pueblo se representa con la imagen matrimonial y el culto a los falsos dioses se la considera como prostitución o adulterio, mientras que el abandono de los ídolos es considerado como un nuevo matrimonio entre Dios y su pueblo. Jesús desea que esta mujer deje atrás esta situación de dispersión, de multiplicidad. Dios desea que vayamos hacia él con un corazón no dividido. El amor de Dios por todos nosotros siempre es más fuerte que todas las infidelidades que podemos tener. Dios no claudica y no se resigna a la separación, sino que siempre está dispuesto a rehacer la historia y volver a comenzar con cada uno de nosotros. Todo tiempo es oportuno para volver al Señor. "El Señor dice: «Entonces yo los sanaré de su falta de fe; mi amor no tendrá límites, porque mi enojo habrá desaparecido para siempre. Seré como un refrescante rocío del cielo, ... Yo soy el que contesta tus oraciones y te cuida. Soy como un árbol que siempre está verde; todo tu fruto proviene de mí». Que los sabios entiendan estas cosas. Que los que tienen discernimiento escuchen con atención. Los caminos del Señor son rectos y verdaderos, y los justos viven al andar en ellos ...", Os 14:4-9
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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