El viento
“El viento sopla”, Jn 3:8 "De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados", Hch 2:2Lo acontecido con Nicodemo se reflejará más adelante con todos los discípulos. Se escuchó un ruido como el estruendo de un viento "Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad". La iglesia ha nacido como un viento fuerte e impetuoso y se nos llama en este tiempo a no tener bloqueadas las cerraduras. Las ventanas y puertas abiertas pueden ser el símbolo de algo que esperamos en este tiempo para que Dios nos sacuda nuevamente trayendo vida y esperanza a toda la humanidad. El viento levanta, arrastra, desconcierta, sopla, desordena, puede golpear y arrancar de raíz. Dejemos que haga su trabajo y no graduemos la acción del Espíritu. Demos la bienvenida a lo que Dios traerá dejando de lado nuestra función de árbitros, con reglas cuidadosamente fijadas por nosotros. Pidamos y probemos recibir de Dios su llenura e inspiración sin correr a los refugios intelectuales. Que en este tiempo el Espíritu de Dios nos aliente trayendo sed de su Palabra y una relación íntima con su persona hacia una vida en misión orientada en la dirección del amor
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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