La fea costumbre de tirar piedras
“En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas. ¿Tú qué opinas?... Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo: —Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra.”, Jn 8:5-7
La “primera piedra” puede ser fatal porque todos los desastres vienen a continuación. Tras la primera piedra llega después la granizada porque el corazón no está en ayudar a la persona. Paradójicamente, “la primera piedra” es la que golpea más duro.
Según las disposiciones los testigos tenían que iniciar la ejecución. Jesús toma a todos por sorpresa introduciendo una variante revolucionaria: los primeros en tirar las piedras no deben ser los que han visto, los que saben, sino los que pueden decirse libres de pecado.
Jesús nos desafía a presentar nuestro certificado de inocencia si es que alguno realmente lo tiene.
Hay que tener valor no precisamente para recoger piedras y tirarlas, sino para mostrar un certificado de perfección o libre de pecado.
Hay que tener valor para decir que soy realmente un santo con todas las letras.
La pregunta que nos podemos hacer es quién nos puede sacar de este enredo.
Jesús nos dice "lleven una vida de amor"
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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