Gente bajo maldición
“—¿Así que también ustedes se han dejado engañar? —replicaron los fariseos — ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos? ¡No! Pero esta gente, que no sabe nada de la ley, está bajo maldición. Nicodemo, que era uno de ellos y que antes había ido a ver a Jesús, les interpeló: —¿Acaso nuestra ley condena a un hombre sin antes escucharlo y averiguar lo que hace?—¿No eres tú también de Galilea? —protestaron—. Investiga y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta. Entonces todos se fueron a casa.”, Jn 7:47-53
La persona de Jesús puede ser una amenaza para algunas autoridades cuando nos habla de movernos con entera libertad y hallar el verdadero alimento.
Cuando la gente no se deja manipular y no aplaude puede convertirse en objeto de desprecio. Estas autoridades revelan un sentido de autosuficiencia altanera y despectiva.
Nicodemo los confronta, pero ya está todo decidido. Suele pasar que lo nuevo casi siempre es enemigo de la ortodoxia oficial y por lo tanto debe ser rechazado.
Cada uno se fue para su casa, pero se ha producido una grieta profunda: “Nadie ha hablado como este hombre”
Hoy el Espíritu Santo y la palabra nos interpela también a nosotros para una nueva manera de ser comunidad, ser iglesia para los demás, con todos y todas
Carlos Scott
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