«Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora» Filipenses 1:3-5
El evangelio es la pasión por participar con el Pueblo de Dios en
la misión del Dios misionero. Debemos participar
ayudando a otros por medio de la cooperación.
Así lo vivió Epafrodito quien arriesgo su vida para atender las
necesidades de Pablo. No solo se lo menciona como hermano y colaborador sino
como "compañero de lucha".
Implica el nivel más alto en la
cooperación (Fil. 2:25-30, 4:18). Es la figura tomada de los soldados
romanos cuando están espalda pegada contra espalda. El enemigo no puede
distinguir cuando comienza uno y termina el otro. Es alegrarnos, sufrir y avanzar por lo mismo.
Somos llamados a
servirnos unos a otros por la pasión que
tenemos por el evangelio. Nos necesitamos (1 Corintios
12.21-22). Somos miembros los unos de
los otros. Nadie le puede decir al otro: «no te necesito» (2 Corintios
10.12, 17-18). El desafío es trabajar en
unidad, comunión y solidaridad.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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