viernes, 12 de noviembre de 2021

"Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a Él en su muerte." Fil. 3:10.

El evangelio es la pasión por conocer más al Señor. Podemos estar trabajando muy fuerte y haciendo muchos planes, pero no debemos descuidar la pasión de conocer a Jesús. Algunas veces falta pasión hacia Cristo. Podemos estar muy emocionados con el programa de la iglesia, la organización o la institución, pero no con Jesús mismo. Nuestra primera prioridad será siempre conocerlo a ÉL. Lo que le importaba al apóstol Pablo era conocer a Jesucristo (3:8), ahí es donde comienza la pasión por el evangelio y la cooperación

Incluye e implica participar en sus sufrimientos. Pablo, Timoteo y Epafrodito (2.25-30) dieron un paso más allá. Se entregaron totalmente a punto de arriesgar la vida misma. Es identificarnos y servir a los más vulnerables. Hay lugares en el mundo donde la iglesia es muy débil y sufre.

Se nos invita a estar en el seguimiento de Jesús y dar pasos de fe.

Preguntas para la reflexión: ¿Qué consecuencias concretas debe tener la participación en la comunión del evangelio? ¿Cómo contribuir donde la iglesia es débil y sufre?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox






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