martes, 11 de julio de 2023

La alegría de seguir a Jesús

 Las buenas noticias del reino de Dios.

"Felipe fue a la ciudad de Samaria, y allí se puso a hablar acerca de Jesús, el Mesías. Felipe era uno de los siete ayudantes de la iglesia. Toda la gente se reunía para escucharlo con atención y para ver los milagros que hacía. Muchos de los que fueron a verlo tenían espíritus impuros, pero Felipe los expulsaba, y los espíritus salían dando gritos. Además, muchos cojos y paralíticos volvían a caminar. Y todos en la ciudad estaban muy alegres", Hch 8:5-8

Cuando Felipe llego a la ciudad de Samaria les anunció las buenas noticias del reino de Dios. Generalmente los símbolos de un imperio o un reino se manifiestan por medio de sus poderosas armas y sus ejércitos. Jesús habló y enseñó sobre el Reino de Dios. Es un reino que se demuestra con la propia vida a semejanza de Jesús. El Reino de Dios es una concreción histórica que trasciende los límites de la historia y es misterio. Se lo explica por medio de comparaciones y metáforas del saber popular. «¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿A qué se parece? Es como la semilla de mostaza que el campesino siembra en la tierra. A pesar de que es la más pequeña de todas las semillas del mundo, cuando crece llega a ser la más grande de las plantas del huerto. ¡Tiene ramas bien grandes, y hasta los pájaros pueden hacer nidos bajo su sombra!», Mc 4:30-32 "Jesús les puso una comparación más: «Con el reino de Dios pasa lo mismo que con la harina. Cuando una mujer pone en ella un poquito de levadura, ese poquito hace crecer toda la masa», Mt 13:33. "El Reino de Dios se desarrolla desde lo pequeño a lo grande, de lo sencillo a lo completo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Hablamos de un reino que crece sin protagonismos y sin la pompa de los célebres" "Felipe les habló acerca de Jesús, el Mesías, y todos en Samaria le creyeron. Y así Felipe bautizó a muchos hombres y mujeres”, Hch 8:12. El resultado fue que hubo mucha alegría en esa ciudad. Nuestra oración es que cada nación, pueblo y ciudad experimente la alegría en seguir a Jesús.

Carlos Scott


lunes, 10 de julio de 2023

La fuente de la alegría

 Señales de Restauración

"Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban. Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad”, Hch 8:4-8

Luego de la muerte de Esteban comenzó en Jerusalén una persecución sobre los que confesaban a Jesucristo como el Señor de sus vidas. El testimonio de ellos se expandió a otras partes de Judea, Samaria y adondequiera que iban. Mientras que los apóstoles pensaban que ellos serían los encargados de predicar la palabra los que aparecen en escena son los creyentes que comparten el evangelio. A modo de ejemplo se habla de Felipe que fue uno de los siete líderes que habían sido elegidos para servir en el orden interno de la comunidad. Lo que hace Felipe es compartir el mensaje acerca de Jesucristo y hacer milagros. Nuestra nación y cada nación en sus diferentes ciudades y pueblos necesitan este mensaje y señales de restauración. Es compartir a cada persona la dimensión, relevancia e importancia de tener una experiencia con Dios. El resultado fue que hubo mucha alegría en esa ciudad. Jesús es el origen, la fuente, el camino de la alegría y de toda vida plena. “Me mostrarás el camino de la vida; me concederás la alegría de tu presencia y el placer de vivir contigo para siempre”, Sal 16:11. “¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana!”, Fil 4:4.

Carlos Scott

domingo, 9 de julio de 2023

Movernos con libertad

 «¡Señor, no los culpes por este pecado!»

“Entonces ellos se taparon los oídos con las manos y empezaron a gritar. Se lanzaron sobre él, lo arrastraron fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Sus acusadores se quitaron las túnicas y las pusieron a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu». Cayó de rodillas gritando: «¡Señor, no los culpes por este pecado!». Dicho eso, murió”, Hch 7:57-60

Para la clase dirigente el “pecado” de Esteban fue confiar en un Dios que camina y que no está encerrado en los templos. La fe cristiana es una fe que nació para caminar. Ninguna estructura, sistema o institución puede detener o sujetar a Dios. Tampoco lo podemos domesticar a nuestra forma de ser por medio de tradiciones, reglamentos o estatutos. Ningún legalismo es el símbolo de un Dios que ama. Dios prefiere la misericordia antes que el sacrificio. Jesús nos amplia la forma de pensar y nos conduce a un amplio espacio. Él nos vuelve a decir: “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos”, Jn 10:9. Los que prefirieron la religión del templo terminaron ejecutando a Esteban. Debemos tener cuidado con la religión que nos quiera anclar en el pasado y no mirar el futuro. Hay nuevos desafíos que nos vienen desde afuera y cuando las buenas tradiciones se nos vuelven excusa para no ser obedientes, dejan de ser buenas. A Esteban como a sus compañeros se los eligió para responder a la crisis interna de la iglesia, pero el Espíritu tenía otros planes. Responder a nuevas formas de misión nos puede llevar a cumplir con nuestra vocación. Es ensanchar el corazón y ampliar nuestra mente para bendecir a la nación y las naciones. Esteban “fijó la mirada en el cielo, y vio la gloria de Dios y vio a Jesús de pie en el lugar de honor, a la derecha de Dios”. Nadie que se nos oponga tiene más poder que él.

Carlos Scott


sábado, 8 de julio de 2023

Nuevos desafíos

Revisar, repensar y ajustar

"Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: —¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo, … Mientras le tiraban piedras, Esteban oraba así: «Señor Jesús, recíbeme en el cielo.» Luego cayó de rodillas y gritó con todas sus fuerzas: «Señor, no los castigues por este pecado que cometen conmigo.» Y con estas palabras en sus labios, murió”, Hch 7:51-60

En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido a hacer nuevas cosas. Muchas veces corremos el peligro de amar más las instituciones que a Dios mismo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí y sigue caminando. Algunos buscan personas o equipos que se ajusten a las generaciones anteriores, que no traigan un nuevo desafío y una mayor amplitud en la visión. Cuando nos centramos en que lo importante es la estructura lo que hacemos es colocar a la organización por arriba de la misión, y comunicamos que para nosotros lo más importante no es la misión, sino salvaguardar las estructuras que hasta aquí nos han servido. El Espíritu Santo no avala esta manera de ser y constantemente va obligando a la iglesia a reformarse para ser fiel a su misión. Quienes quisieron callar a Esteban, en realidad lo que hicieron fue ampliar su mensaje y programa de servicio. La persecución hizo que el mensaje se extendiera hasta Antioquía de Siria y desde allí a todo el mundo. Quizás, como en el caso de Esteban, los que se oponen al mensaje del evangelio pueden llevarnos a cumplir nuestra vocación y Dios puede estar usándolos a ellos para llamarnos a una nueva obediencia. Debemos preguntarnos qué tipo de iglesia es la que Dios desea en este tiempo. El Espíritu Santo llama a la iglesia a nuevos desafíos. Necesitará un liderazgo diferente. El desafío de la iglesia en el día de hoy es que debe revisar y ajustar su funcionamiento respondiendo a la Misión de Dios. Que Dios nos ayude en esto.

Carlos Scott 

viernes, 7 de julio de 2023

Un Dios que camina

 Una nueva obediencia

“El Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas”, Hch 7:48.

Esteban era una persona llena de gracia y del poder de Dios, pero lo acusaron diciendo: “Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley”. Se trataba de una denuncia muy grave, ya que el templo y la ley eran las posesiones más preciosas y sagradas de los judíos. Su respuesta ante las acusaciones es un largo discurso sobre la historia de Israel, Hch 7:2-53. “Según Esteban, Dios no puede circunscribirse a un solo lugar. Sobre todo ‘Dios no habita en templos hechos de mano’. La religión del Templo pretende precisamente todo lo contrario: circunscribir a Dios a un templo hecho de manos”. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí. “Por consiguiente, el hilo común que corre a lo largo del discurso de Esteban es que el Señor es un Dios que camina y lo hace por tierras extrañas… Siempre está llamando a su pueblo a nuevas aventuras en las que va con ellos mientras están en marcha”. Su enseñanza mostró que en el Antiguo Testamento Dios ya estaba vinculado a la gente, no a los edificios. Nos encontramos con un Dios que camina y camina. Se nos invita a caminar por tierras extrañas, probar la aventura, ir de un lugar a otro y tomar nuevos desafíos. Nos hace un llamado para experimentar una nueva obediencia.

Carlos Scott

jueves, 6 de julio de 2023

Implicancias

 Repensar la comunidad 

“El número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.”, Hch 6:7

El tiempo que nos toca vivir nos sigue desafiando a repensar la iglesia y su implicancia para iniciar nuevas comunidades de fe. Harold Segura nos habla de algunos ejes centrales a tener en cuenta: el reino de Dios (no la iglesia institucional), la conversión (no la afiliación eclesial), la fe (no la creencia dogmática) y el Evangelio (no la tradición religiosa). “Los confinamientos nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión, la catolicidad y no el catolicismo”. Somos desafiados a salir de un modelo de repetición e imitación para volver al espíritu del pentecostés y comenzar nuevas comunidades de fe. Una iglesia pública, dirigida a toda la gente, saliendo a todos los lugares, abierta al mundo, mirando hacia afuera. Una iglesia que trae alegría y esperanza por medio del evangelio a un mundo necesitado.  

Carlos Scott

miércoles, 5 de julio de 2023

Equidad e inclusión

 Progresistas

“Y la palabra de Dios se difundía…” Hch 6:7

El Espíritu Santo trae a su Iglesia personas de toda lengua, cultura y nación. “La iglesia es una comunidad de personas de diversas culturas, tradiciones y costumbres”. El Espíritu de Dios es inclusivo y esto nos desafía a ser una iglesia abierta donde las personas pueden tener voz y ser escuchadas. En la iglesia de ese momento había helenistas que eran personas no griegas que hablaban la lengua griega y adoptan la forma de vida de los griegos. Se les daba el nombre de “griegos” siendo judíos porque se habían criado lejos de Palestina. Su contraste son los “hebreos”, los judíos de Palestina, cuya lengua es el arameo. Los helenistas o “griegos” de la iglesia de Jerusalén eran más progresistas que los hebreos, tanto en su enseñanza como en la práctica. Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. La iglesia al abrirse hacia los “griegos” o judíos griegos, se abrió hacia una parte de la comunidad que pronto serviría de puente para la misión entre los gentiles. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos” progresistas: “Y la palabra de Dios se difundía..." Como comunidad del Reino de Dios somos desafiados a que haya equidad e inclusión, justicia y misión. Que todas las etnias y grupos sociales tengan la oportunidad de ser parte de la iglesia.

Carlos Scott

martes, 4 de julio de 2023

Una nueva obediencia

 Un espíritu libre

”A todo el grupo le pareció buena la idea, y eligieron a Esteban, un hombre que confiaba mucho en Dios y que tenía el poder del Espíritu Santo. También eligieron a otros seis: Felipe, …”, Hch 6:5

Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. Se lo describe también como lleno de la gracia y del poder de Dios haciendo grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo, Hch 6:8. Esteban ocuparía un rol vital en el desarrollo de la misión cristiana y su extensión a todo el mundo. Mientras los apóstoles enfatizan y retienen el ministerio de la palabra de Dios, “es Esteban quien proclama esta palabra, y da testimonio supremo de ella con su martirio. A consecuencia de este suceso, los cristianos, particularmente los ‘griegos’, se dispersan y con ello se expande la misión, Hch 8:4. Acto seguido, es Felipe, otro de los ‘siete’, quien ocupa el centro del escenario al llevar el evangelio primero a Samaria y luego al eunuco etíope” “Que hubiera sido de la iglesia si Esteban y Felipe hubieran dicho: No, nuestro ministerio es el servicio interno en la comunidad de fe, no el de la palabra, y por lo tanto no hemos de predicar a otros”. El Espíritu una y otra vez llama a la iglesia a una nueva obediencia. El futuro de la iglesia estaría en aquellos “griegos” que habían sido marginados. Muchas veces una de las preocupaciones de la iglesia es su estructura, mantenimiento, gobierno, funcionamiento, etc. Buscamos en el Nuevo Testamento un patrón fijo o un modelo a seguir. El problema, puede estar en seguir patrones de aprendizaje que solo siguen la tradición sobre lo que se ha hecho hasta el presente. “La iglesia de Dios está formada por personas, no en edificios y la palabra de Dios alude a las escrituras, no a las tradiciones. Mientras se preserven estos dos elementos esenciales, no importa si se hace necesario prescindir de los edificios y de las tradiciones. No debemos permitir que estos últimos aprisionen al Dios vivo o impidan su misión en el mundo”

Carlos Scott

lunes, 3 de julio de 2023

Coyuntura y acontecimientos

 Nuevos contextos

“Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría …”, Hch 6:3-4

En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido a hacer nuevas cosas. Está abriendo a la iglesia a un mundo más amplio. Los apóstoles dijeron: “Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra", Hch 6:3-4. Es importante reflexionar sobre la relación que hay entre una misión que se va ampliando y la transformación de las estructuras de la iglesia y el liderazgo para llevar a cabo esa misión. En Pentecostés ha comenzado un nuevo tiempo y esto requerirá de personas capaces de tener esa visión. Como resultado de las decisiones que se tomaron, el texto de la palabra de Dios nos dice: “Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la Fe”, Hch 6:7. Nosotros como iglesia debemos ver en este tiempo cuáles son las nuevas circunstancias y contextos que nos toca vivir. Debemos preguntarnos cuál es la mejor contribución que podemos hacer a la misión de la iglesia que siempre es cambiante. Pensemos en todas las generaciones de mujeres y hombres para preguntarnos ¿Quiénes?, ¿Dónde y cómo pueden hacer esta diferencia cualitativa?

Carlos Scott

domingo, 2 de julio de 2023

Imparcialidad

 Equidad

“Al multiplicarse los creyentes rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos”, Hch 6:1

La ayuda a los necesitados llego a ser una práctica diaria de la iglesia naciente. A medida que la iglesia crecía surgió una desigualdad entre los griegos o helenistas que eran los judíos que se habían criado lejos de Palestina y los hebreos de Palestina cuya lengua era el arameo, Estos últimos se consideraban mejores que los de lengua griega y el descontento surgido fue por la injusticia en la distribución de alimentos. La solución fue buscar y elegir personas que estén llenos del Espíritu y de sabiduría para servir en esta tarea. Los creyentes eligieron a personas de la cultura griega o helenista y se les dio la autoridad de administrar los recursos. La visión que está detrás de todo esto es la que deriva del pentecostés. El Espíritu Santo ha traído el tema de la importancia del pluralismo y la participación de todos los sectores culturales y sus respectivas lenguas. El Espíritu Santo nos desafía a ser inclusivos, es poder nivelador destructor de todo privilegio y que todas las voces sean escuchadas. Nos llama a que pueda haber equidad donde no debe prevalecer una lengua o cultura sobre la otra. Al abrirse a los griegos o helenistas la comunidad se transformó en un puente para la misión entre los gentiles o paganos. El futuro de la iglesia estaba en aquellos griegos que habían sido marginados. Este acontecimiento amplio la misión de la iglesia. El Espíritu Santo llama constantemente a la iglesia a una nueva obediencia y junto con esto nos abre un nuevo camino.

Carlos Scott

sábado, 1 de julio de 2023

No ideal

 La comunidad real

“Entonces Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás llenara tu corazón? Le mentiste al Espíritu Santo y te quedaste con una parte del dinero. La decisión de vender o no la propiedad fue tuya. Y, después de venderla, el dinero también era tuyo para regalarlo o no. ¿Cómo pudiste hacer algo así? ¡No nos mentiste a nosotros sino a Dios!». En cuanto Ananías oyó estas palabras, cayó al suelo y murió. Todos los que se enteraron de lo sucedido quedaron aterrados. Después unos muchachos se levantaron, lo envolvieron en una sábana, lo sacaron y lo enterraron”, Hch 5:3-6

Lucas nos describe una iglesia con una bella vida espiritual, pero no ideal. La comunidad del Reino de Dios es un conjunto de seres humanos débiles y pecadores donde mora el Espíritu Santo. En la iglesia de Jerusalén también había otros conflictos. “Al multiplicarse los creyentes rápidamente, hubo muestras de descontento. Los creyentes que hablaban griego se quejaban de los que hablaban hebreo diciendo que sus viudas eran discriminadas en la distribución diaria de los alimentos”, Hch 6:1. Ser comunidad es un desafío profundo porque se nos llama a ser una señal del reino venidero, cuando no habrá más necesitados, donde habrá paz y justicia. La misión incluye dar una muestra real, aunque imperfecta del futuro que Dios ha de traer. Esta demostración no solo se da en las vidas personales, sino también en la vida comunitaria de la iglesia. Somos llamados y desafiados a mostrar una esperanza genuina. El pecado puede estar presente cuando no somos capaces de ver la presencia del Espíritu Santo. Ananías y Safira le mintieron al Espíritu Santo y esto los llevo a la muerte. Lo cierto es que seguir a Jesucristo es algo para tomarlo con seriedad y profundidad. Si decimos que todo lo que tenemos es de Dios y luego no ayudamos o se lo negamos a los hermanos necesitados, es burlarnos de Dios y somos infieles a su misión. Somos la comunidad del Espíritu Santo en palabra y obra.

Carlos Scott


viernes, 30 de junio de 2023

Ser creíbles

 Personas, apariencias y máscaras

"Todos los seguidores de Jesús tenían una misma manera de pensar y de sentir. Todo lo que tenían lo compartían entre ellos, y nadie se sentía dueño de nada... Entonces ellos lo repartían y le daban a cada uno lo que necesitaba. Esto también lo hizo José, pero los apóstoles le decían Bernabé, que significa «El que consuela a otros” … Había cierto hombre llamado Ananías quien, junto con su esposa, Safira, vendió una propiedad; y llevó solo una parte del dinero a los apóstoles, pero afirmó que era la suma total de la venta. Con el consentimiento de su esposa, se quedó con el resto”, Hch 4:32-36, 5:1-2

En la comunidad de fe había contribuciones a los necesitados que eran voluntarias y continuas. Lucas nos describe a una persona llamada Bernabé y nos ofrece un ejemplo concreto de lo que significaba ser generoso. Seguidamente nos ofrece otro ejemplo y es el caso de Ananías y Safira que se caracterizaron por engañar a la comunidad de fe. Ellos vendieron una propiedad y no tenían obligación de dar su dinero, pero pretendiendo que estaban entregando todo retuvieron una parte de esta. El resultado fue que ellos murieron por haber mentido al Espíritu Santo y darle lugar a Satanás. El pecado no está en dar o no dar, sino en la mentira y esta mentira no es solo ante la comunidad de fe sino ante Dios. Mentir a Dios y a la comunidad no se puede tomar a la ligera. Es algo serio y requiere honestidad. Mentimos muchas veces porque hemos perdido la costumbre de decir la verdad. Justo L Gonzalez lo expresa de esta manera: “Mentimos a la comunidad porque en medio de ella la mentira y la apariencia han venido a ocupar el lugar del amor y la verdad”. Vivir en la apariencia y luego en la mentira es tratar de mostrar lo que realmente no somos. Vivir intentando simular o fingir una cosa cuando realmente soy otra no puede llevarnos en un buen camino. Somos llamados a ser una comunidad del Espíritu Santo que nos conduce a toda verdad y ser creíbles. “Cuando venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará, para que siempre vivan en la verdad”, Jn 16:13. ¡Señor ayúdanos!

Carlos Scott


jueves, 29 de junio de 2023

Decisiones

 Audacia y coraje

“Cuando llegaron ante la Junta Suprema, el jefe de los sacerdotes les dijo: —Ya les habíamos advertido que no enseñaran más acerca de ese hombre Jesús, pero no nos obedecieron. A todos en Jerusalén les han hablado de Jesús, y hasta nos acusan a nosotros de haberlo matado. Pedro y los demás apóstoles respondieron: —Nosotros primero obedecemos a Dios, y después a los humanos”, Hch 5:27-29

Hay determinados momentos y circunstancias difíciles que nos llevan a tomar una decision final. En el caso de los apóstoles fue declarar ante el Sanedrín o Junta Suprema lo que creían, a quien seguían y donde estaba puesta su lealtad. Ellos tendrían que haber callado según las órdenes recibidas de las autoridades religiosas, pero siguieron compartiendo el mensaje de Jesús de Nazaret entre el pueblo. Su respuesta ante la Junta Suprema fue determinante: “Nosotros primero obedecemos a Dios, y después a los humanos”. La autoridad absoluta es de Dios y no le pertenece a ninguna autoridad humana. La misión está bajo el signo del coraje, la verdad, de la firmeza y un testimonio que a veces incomoda y provoca. Se trata de Jesús y no de una organización, institución o cualquier otra etiqueta. Las consecuencias fueron que azotaron a los discípulos y luego los soltaron. La misión es siempre arriesgada.

Carlos Scott 

miércoles, 28 de junio de 2023

Coraje

 Poder en la dificultad

“Llamaron a los apóstoles y mandaron que los azotaran. Luego les ordenaron que nunca más hablaran en el nombre de Jesús y los pusieron en libertad. Los apóstoles salieron del Concilio Supremo con alegría, porque Dios los había considerado dignos de sufrir deshonra por el nombre de Jesús. Y cada día, en el templo y casa por casa, seguían enseñando y predicando este mensaje: «Jesús es el Mesías», Hch 5:40-42

Pedro y Juan predicaban el evangelio. No lo predicaban para provocar celos, sino para ser fieles a lo que el Señor les había encomendado. Los dirigentes se concentraban en mantener su poder y ellos utilizaron todo tipo de legalismo formal para afirmarlo. Si los apóstoles despertaron celos y envidia, no fue por culpa de ellos, sino por culpa de los poderosos que no estaban dispuestos a que se cuestionara su autoridad. Finalmente, el concilio ordeno que azotaran a los discípulos y que no hablaran más en el nombre de Jesús. Lo sorprendente fue que a pesar de ser azotados salieron con alegría, no se avergonzaron por proclamar a Jesús y compartir en quien habían creído. El castigo y las circunstancias adversas no les quito la alegría. Somos la comunidad del Espíritu Santo y podemos ser fortalecidos confiando en su poder. Encontramos la paz y la alegría que nos da la esperanza porque el perfecto amor hecha fuera todo temor. El perfecto amor de Dios por cada una de nuestras vidas nos hace más que vencedores. Estamos seguros, tranquilos y contenidos en ese amor que quita los temores y hay poder en medio de las dificultades. Ser testigo implica afirmar el valor que hay en seguir a Jesucristo. “En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total”, Ro 8:37

Carlos Scott

martes, 27 de junio de 2023

Hacer el bien

 Seguir y perseverar

“El sumo sacerdote y sus funcionarios, que eran saduceos, se llenaron de envidia. Arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública; pero un ángel del Señor llegó de noche, abrió las puertas de la cárcel y los sacó. Luego les dijo: «¡Vayan al templo y denle a la gente este mensaje de vida!», Hch 5:17-20

Las autoridades una vez más envían a la cárcel a los apóstoles y el motivo principal son los celos y la envidia. Seguidamente un ángel o mensajero los libera. Estos mensajeros o ángeles no dan señales de ser distintos de cualquier ser humano. La escritura nos dice: “No se olviden de recibir bien a la gente que llegue a sus casas, pues de ese modo mucha gente, sin darse cuenta, ha recibido ángeles”, He 13:2. Cuando las autoridades nuevamente se dan cuenta que Pedro y Juan están enseñando al pueblo los vuelven arrestar y los llevan ante el Concilio Supremo deseando matarlos. La persona que interviene es Gamaliel y permite que no sean condenados a la muerte. Pedro y Juan fueron castigados severamente con azotes y no todos salían vivos después de esto. La autoridades les dijeron “¡Les ordenamos estrictamente que no enseñaran nunca más en nombre de ese hombre!. En lugar de eso, han llenado a toda Jerusalén con la enseñanza acerca de él, ¡y quieren hacernos responsables de su muerte! Pero Pedro y los apóstoles respondieron: —Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana.” Los discípulos fueron muy valientes y obstinados. No retrocedían antes las circunstancias adversas. En este tiempo debemos volver a pensar, orar y tener actitudes concretas que muestren que el seguimiento a la persona de Jesús se basa en la perseverancia. “En cuanto al resto de ustedes, amados hermanos, nunca se cansen de hacer el bien”, 2 Ts 3:13. “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”, Ga 6:9. “¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!”, Is 26:3. “Pero nosotros no somos de los que se vuelven atrás”, He 10:39

Carlos Scott

lunes, 26 de junio de 2023

Movimiento

 Visión y determinación

“Cada día se agregaban al grupo más hombres y mujeres que creían en Jesús”, Hch 5:14

Los estudios que se han realizado sobre el crecimiento de la iglesia han verificado que solo cuando el número de iglesias se multiplica y se plantan nuevas iglesias, crece la proporción de creyentes dentro de la población total en una sociedad determinada. Una investigación sociológica parece sugerir que una vez que una comunidad de fe ha crecido hasta tener muchos miembros, la tasa de crecimiento bajará a menos que se formen nuevas comunidades o plantación de nuevas iglesias. La clave está en equipar y soltar a la gente confiándola a la obra del Espíritu Santo. Ver una sociedad y a las naciones transformadas con el evangelio implica la formación de nuevas comunidades que no dependen de edificios o estructuras institucionales. Si el crecimiento está limitado por las estructuras, propiedades o edificios estamos en un grave problema. La iglesia del nuevo testamento no estuvo limitada por estos factores. La iglesia no es un edificio. Estar más cerca del templo no significa estar más cerca de Dios. La iglesia es la gente. Donde hay dos o tres el Señor ya está presente y hay un mayor involucramiento por parte de todos. El mayor obstáculo para que la iglesia crezca es la falta de visión y determinación en continuar con un movimiento donde se forman nuevas comunidades de fe.

Carlos Scott


domingo, 25 de junio de 2023

Salvación, sanidad y liberación

 Un Dios activo

“Los apóstoles hacían muchas señales milagrosas y maravillas entre la gente. Y todos los creyentes se reunían con frecuencia en el templo, en el área conocida como el pórtico de Salomón; pero nadie más se atrevía a unirse a ellos, aunque toda la gente los tenía en alta estima. Sin embargo, cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor. Como resultado del trabajo de los apóstoles, la gente sacaba a los enfermos a las calles en camas y camillas para que la sombra de Pedro cayera sobre algunos de ellos cuando él pasaba. Multitudes llegaban desde las aldeas que rodeaban a Jerusalén y llevaban a sus enfermos y a los que estaban poseídos por espíritus malignos, y todos eran sanados”, Hch 5:12-16

Lucas nos da un resumen sobre los milagros que ocurrían en la comunidad y como cada vez más personas creían en el Señor. Al parecer los que no se unían a ellos eran los poderosos que estaban celosos y temían perder su autoridad sobre el control del pueblo. Este sector religioso solía ejercer presión sobre sus miembros impidiendo que se acerquen a los discípulos del Señor. El resultado fue lo opuesto dado que las multitudes llegaban desde las aldeas y la gente era sanada. Podemos decir que los seguidores de Jesús seguimos creyendo en estos milagros. Dios no se ha limitado en extender su mano para que encontremos salvación, sanidad y liberación de toda opresión. Es clave entender que Dios llama a las comunidades de fe a seguir experimentando lo sobrenatural. Puede haber personas que buscan desalentar la esperanza de un cambio profundo en el orden presente, pero los creyentes en Jesucristo confiamos en un nuevo orden. La esperanza nos da tenacidad y perseverancia. Creemos en un Dios activo. Vivimos la fe confiando que Dios interviene en nuestras vidas y en la historia.  

Carlos Scott

sábado, 24 de junio de 2023

Modelos

 El paradigma de Pentecostés

“Todos fueron llenos del Espíritu Santo … “, Hch 2:4. "Cada vez más personas—multitudes de hombres y mujeres—creían y se acercaban al Señor”, Hch 5.13-14

El concepto de paradigma es utilizado comúnmente como sinónimo de “ejemplo” o para hacer referencia en caso de algo que se toma como “modelo”. El paradigma de Pentecostés nos habla de estar ampliando las fronteras y los círculos de influencia, “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”, Hch 1:8. Nos desafía a traer el cielo a la tierra. Si solamente nos enfocamos en el “más allá” y nos alejamos del “más acá”, la consecuencia es que nos alejamos de los sufrimientos y angustias de la gente. "¿Por qué están aquí parados, mirando al cielo?”, Hch 1:11. Mientras permanezcamos acá, el Señor nos llama a involucrarnos en la misión. Pentecostés representa el derramamiento del Espíritu Santo, es una visitación divina. El Espíritu descendió sobre todos y no sobre algunos. Es un Espíritu nivelador, destructor de cualquier privilegio. Es un Espíritu multiétnico, multilingüe, multicultural. Se proclaman las maravillas de Dios. “¡Y todos oímos a esta gente hablar en nuestro propio idioma acerca de las cosas maravillosas que Dios ha hecho!”. Se experimenta el poder sobrenatural de Dios. “Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total”, Hch 2:41. Es un Espíritu que no se burla, ni descalifica a los demás. Se alegra en la multiforme gracia de Dios. Es un Espíritu que llama a la comunidad de fe a caminar, ir más allá, más lejos. Invita a la comunidad del Reino de Dios a revisar y repensar su estructura. Lo importante para el Espíritu Santo no es la estructura de la iglesia sino la misión. Andar en el Espíritu es caminar en unidad y celebrar la fiesta de la diversidad. ¡Bienvenido Espíritu Santo! “Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos”, Hch 2:47

Carlos Scott

viernes, 23 de junio de 2023

Señales

 Un corazón y un alma

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”, Hch 4:32

Lo que sucedió en esos días es el resultado de la predicación de Pedro en Pentecostés. Fueron días que el Espíritu Santo llevo a la comunidad del Reino de Dios a manifestar su carácter. Dios nos vuelve a desafiar en la actualidad al pensar que formamos parte de estos “últimos días” y no importa cuán largos sean los mismos. Lo que ocurrió con la resurrección de Jesucristo y el derramamiento del Espíritu Santo es que los postreros días han comenzado. Somos llamados a ser una señal y anticipo del reino venidero. Un Reino que se caracteriza por el amor, la paz, la abundancia y la justicia. Lo que se describe no es un ideal, sino la señal concreta de lo que significa ser una comunidad de fe, esperanza y amor. La finalidad de la iglesia es practicar el amor y expresar la nueva vida en el Espíritu. “Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos. Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad, pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona? Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones. Nuestras acciones demostrarán que pertenecemos a la verdad, entonces estaremos confiados cuando estemos delante de Dios”, 1 Jn 3:16-19. 

Carlos Scott

jueves, 22 de junio de 2023

Generosidad

 Cuestiones económicas

“No había necesitados entre ellos”, Hch 4:34

Este relato trata sobre las cuestiones económicas en la vida de la iglesia primitiva. “No había necesitados entre ellos”¿Es una cuestión romántica, es real o es una visión ideal de la comunidad? Lo primero que observamos en los escritos de Lucas es la descripción de una comunidad que se alegra aumentando en número y que tiene la capacidad de responder a las necesidades de la gente como resultado de la obra del Espíritu Santo. “La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad”, Hch 4:33-34. El texto hace referencia a Deuteronomio 15:4-11 donde dice “No deberá haber pobres en medio de ti, … no seas insensible ni tacaño ...  Da al pobre con generosidad, no de mala gana, porque el Señor tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas. Siempre habrá algunos que serán pobres en tu tierra, por eso te ordeno que compartas tus bienes generosamente con ellos y también con otros de tu pueblo que pasen necesidad.” Lucas nos está diciendo que el don del Espíritu Santo nos debe llevar a ser una comunidad para los demás. Es el don de la misión que en este caso se manifiesta en ser generosos y es un aspecto fundamental de la vida de la iglesia. La comunión o koinonía nos debe proyectar en pensar en los demás y al pensar en los demás pensamos en los diferentes caminos que Dios está marcando para que su nombre sea exaltado y conocido en toda la tierra.

Carlos Scott

miércoles, 21 de junio de 2023

Ser creyentes

 Un modo de vivir

“Todos los seguidores de Jesús tenían una misma manera de pensar y de sentir. Todo lo que tenían lo compartían entre ellos, y nadie se sentía dueño de nada”, Hch 4:32
Lucas nos presenta un itinerario de la fe para que nosotros sigamos a Jesús. Nos ayuda a ser creyentes teniendo fe, establecer una relación profunda con Jesús y con la comunidad del Reino de Dios. "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe", 1 Jn 5:4. Esta realidad nos lleva a la acción y tiene una salida práctica. Es la fe al servicio de la vida y se une con el amor. La experiencia de fe se traduce en un compromiso concreto hacia los hermanos de la comunidad y el evangelio de la fe se convierte en el evangelio del amor. El amor es el fruto necesario de la fe donde la fe y el amor es la que vence al mundo. La palabra auténtica no está separada de la obra. Creer en la resurrección se traduce en un modo de vivir en la comunidad. La paz dada por el resucitado crea una comunidad de reconciliación que está dispuesta a vivir en armonía y unidad. Es una unidad sin uniformidad, hay distinción sin individualismo, diferencia sin división. Hay amistad, fraternidad y la resurrección se hace visible a través de la práctica del amor fraterno. Seguir a Jesús nos debe llevar a tener gestos concretos que alejen los conflictos, las rivalidades, la codicia, los celos. “Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión”, Col 3:14. “Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Así también nosotros, debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo”, 1 Jn 3:16-20
Carlos Scott

martes, 20 de junio de 2023

Un nuevo presente

 Persistir

"Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios”, Hch 4:31

Jesús avanzó por medio de la oración. En la oración pedimos ¡VENGA TU REINO! y declaramos un nuevo presente que anhelamos para la vida humana, Is 35:5-7. Sabiendo que Dios reinará en plenitud nuestra práctica de fe consiste en ser persistentes en orar y anhelar un presente diferente. Se nos llama a vivir con esperanza, perseverar y ser tenaces. Para extender el Reino de Dios en las naciones y derrotar el mal tenemos que dedicarnos a la oración. No es magia y no siempre se hace realidad lo que pedimos. No se trata de algo que nosotros hacemos. Es lo que Dios hace en su tiempo y forma. Sin la oración nos agotamos. Cuando oramos nos enfocamos en Dios y en lo que Él hará. La oración nos da descanso, trae esperanza, humildad y fortaleza. En la oración nos enfocamos en sus recursos, su provisión y su fidelidad. “Por medio de la oración Dios hace lo que solo Él puede hacer. En las situaciones más desesperadas el quebranta el falso dominio del enemigo, trae luz espiritual e infunde vida para una transformación social duradera." "Dios usa la oración para cambiarnos a nosotros y para cambiar el futuro”. Nuestras oraciones son tenidas en cuenta, llegan a su presencia y Dios no las pasa por alto, Ap. 8:1-5. La oración marca un nuevo presente anhelado y forman el futuro.

Carlos Scott

lunes, 19 de junio de 2023

Señales milagrosas

 Poder sanador 

“Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de tu santo siervo Jesús», Hch 4:30

Jesús coloca su enfoque en el Reino de Dios y nos ayuda a pensar en este orden donde la oración extiende su Reino. Es interceder por la nación y las naciones. No se trata de magia o de manipular a Dios con una determinada técnica. Sencillamente es pedirle a Dios: “¡Venga tu Reino! Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo”. El poder sanador en hacer el bien y buscar una transformación es señal de que el Reino ha llegado en Jesús, Hch 10:38. En la oración le pedimos a Dios que extienda su mano para sanar, marca un nuevo presente anhelado, forman el futuro y nos da valor, Hch 4:29-30, Ef 6:18-20. "Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.”, Mt 11:12. Buscar la bendición de todas las etnias y de la nación implica tomar riesgos cuando enfrentamos el mal. Dios tiene como propósito bendecir a todas las naciones, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y ser reconocido recibiendo la gloria. Jesús nos dice: "Si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes”, Lc 11:20-22.

Carlos Scott

domingo, 18 de junio de 2023

Lo que hemos visto y oído

 Valor

“Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra”, Hch 4:29

Cuando Pedro y Juan fueron arrestados por las autoridades “les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús”. “Pero Pedro y Juan respondieron: ¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él? Nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído. Entonces el Concilio los amenazó aún más, pero finalmente los dejaron ir porque no sabían cómo castigarlos sin desatar un disturbio”. Pedro y Juan quedaron libres; volvieron a donde estaban los demás creyentes y contaron lo sucedido. Los creyentes oyeron las noticias y todos juntos alzaron sus voces en oración. Estos creyentes podían haberle pedido a Dios que les quite las amenazas, evitar los conflictos con los poderosos y no tener más problemas. Todo esto es lícito, pero lo que hacen y piden es todo lo contrario. Piden valor para predicar la palabra y que el Señor extienda su mano con poder sanador; se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de Jesús. El tiempo que nos toca vivir no está ausente de los más variados conflictos y esto sigue creciendo cada día. La tentación podría estar en decir “Señor, ayúdanos a evitar conflictos” y por lo tanto no meternos en el diario andar de la gente para ayudarla en sus diferentes situaciones. La palabra de Dios nos anima y ayuda a pedir lo mismo que ellos: “Señor danos más valor para predicar y más señales de tu poder por medio de Jesús”. En uno de los momentos más difíciles donde arriesgaron su bienestar el Señor añadió a la iglesia cinco mil familias. La comunidad de fe es querida y valorada cuando reacciona a favor de la gente.

Carlos Scott
 

sábado, 17 de junio de 2023

Celosos de su poder

 Los poderosos

«¿Qué debemos hacer con estos hombres? —se preguntaban unos a otros— … Entonces llamaron nuevamente a los apóstoles y les ordenaron que nunca más hablaran ni enseñaran en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan respondieron: «¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él? Nosotros no podemos dejar de hablar acerca de todo lo que hemos visto y oído» Entonces el Concilio los amenazó aún más, pero finalmente los dejaron ir porque no sabían cómo castigarlos sin desatar un disturbio. Pues todos alababan a Dios por esa señal milagrosa, la sanidad de un hombre que había estado lisiado por más de cuarenta años”, Hch 4:16-22

Pedro y Juan estaban con el pueblo y atendían sus necesidades, pero la clase dirigente solo pensó en su poder y se sintió amenazada. La principal causa de la intervención de las autoridades se debe a que estaban resentidos de que enseñasen al pueblo y que se les viera con autoridad. Lucas nos relata que hay estructuras oficiales de poder y estas se suelen unir cuando peligra su control sobre el pueblo. Los poderosos, celosos de su poder y prestigio son quienes encarcelan a Pedro y Juan. En un momento de amenaza y al parecer de fracaso se nos habla que una multitud creyó en Jesús. “Pero muchos de los que habían oído el mensaje lo creyeron, así que el número de hombres creyentes ascendió a un total aproximado de cinco mil”, Hch 4:4. Las amenazas de las autoridades fue mayor, pero Pedro y Juan no les tuvieron miedo. La fe no es solo para los buenos tiempos y no es necesario el prestigio y poder para que la gente crea. En el momento que los poderosos se opusieron con mano fuerte el número de creyentes aumento. “Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana”, 2 Ti 1:7

Carlos Scott

viernes, 16 de junio de 2023

Una Nueva Historia

 Dejar el paso a Dios

"Ahora que Dios ha resucitado a su hijo Jesús, lo primero que hizo fue enviarlo a ustedes, para bendecirlos y para que dejen de hacer lo malo», Hch 3:26

La conversión es dejarnos sorprender por el Señor resucitado, que entra en nuestro presente, lo libera y nos sana del pasado. Nos entrega un futuro distinto, que se ha hecho posible gracias a la fuerza de su amor y a la relación de nuestra vida con él. Convertirse significa construir una nueva historia respecto a las viejas maneras de ser. La resurrección inaugura una nueva creación, hay reconciliación, una nueva vida y somos llamados a celebrarlo en los gestos cotidianos. Es dar el paso a Dios, abrir los ojos y caer en la cuenta de que Jesús fue enviado para bendecirnos y dejar de hacer lo malo.  

Carlos Scott
 

jueves, 15 de junio de 2023

Esperanza cierta

 Ensanchar el corazón

“Nuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob adoraron a Dios. Y ese mismo Dios es quien nos ha enviado a Jesús como Mesías, y nos ha mostrado lo maravilloso y poderoso que es Jesús … Dios ha hecho que Jesús resucite, y de eso nosotros somos testigos. Nosotros confiamos en el poder de Jesús; y como todos ustedes vieron, esa confianza es la que ha sanado completamente a este hombre… Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas”, Hch 3:13-19

Hace falta coraje para emprender el camino de la fe. Es cuestión de ensanchar el corazón. Es necesario salir de lo incierto y caminar hacia una esperanza cierta. Necesitamos una fe sólida, pero también una certeza de la esperanza. Nuestro peligro es retroceder cuando pensamos que seguir a Jesucristo es muy utópico. Con frecuencia existe una estrechez o una angustia del corazón, que es todavía más preocupante que la estrechez mental. Es limitarnos a nosotros mismos, especialmente limitar al Espíritu de Dios y darle lugar. Para algunos la esperanza, es decir: quizás, a lo mejor, puede ser, ojalá. Nos encerramos en nuestros pequeños horizontes. Jesús es el SÍ de Dios para todos nosotros y su punto final. Por lo tanto, podemos ser abiertos, comunicativos, serenos y vivir con alegría. Abramos las puertas de par en par y dejemos todo miedo para caminar al encuentro del resucitado. Donde hay amor ya no hay lugar para el temor. Pedro le dijo: “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, te ordeno que te levantes y camines».  Nuestro futuro no depende de los astros, sino de Jesucristo resucitado.

Carlos Scott

miércoles, 14 de junio de 2023

Estar con Jesús

Un enfoque correcto

“Pedro vio esto como una oportunidad y se dirigió a la multitud: «Pueblo de Israel—dijo—, ¿qué hay de sorprendente en esto? … “Por la fe en el nombre de Jesús, este hombre fue sanado, y ustedes saben que él antes era un lisiado. La fe en el nombre de Jesús lo ha sanado delante de sus propios ojos”, Hch 3:12-16

Un hombre cojo de nacimiento fue sanado y el mensaje de Pedro a la multitud tiene como propósito darle el crédito a Jesús y no a Pedro o Juan. Pedro les dice “¿Y por qué nos quedan viendo como si hubiéramos hecho caminar a este hombre con nuestro propio poder o nuestra propia rectitud?” Esta persona fue sana por la fe en el nombre de Jesús. Pedro les recuerda que Dios se ha propuesto bendecir a las naciones por medio de Jesús y que ellos forman parte de esta promesa. “Pues Dios le dijo a Abraham: “Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de tus descendientes”, Hch 3:25. Las autoridades reaccionaron mal y los discípulos fueron enfrentados por los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo y algunos de los saduceos. Luego de arrestarlos y meterlos en la cárcel les preguntaron: —¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo que esa persona fue sanada por el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret y añadió “¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos”, Hch 4:12. “Los miembros del Concilio quedaron asombrados cuando vieron el valor de Pedro y de Juan, porque veían que eran hombres comunes sin ninguna preparación especial en las Escrituras. También los identificaron como hombres que habían estado con Jesús”. Hoy y siempre debemos recordar que todo poder, autoridad y salvación la encontramos en el nombre de Jesús. Que todos puedan ver que seguimos a Jesús.

Carlos Scott