Revisar, repensar y ajustar
"Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: —¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo, … Mientras le tiraban piedras, Esteban oraba así: «Señor Jesús, recíbeme en el cielo.» Luego cayó de rodillas y gritó con todas sus fuerzas: «Señor, no los castigues por este pecado que cometen conmigo.» Y con estas palabras en sus labios, murió”, Hch 7:51-60En el libro de los Hechos vemos que el Espíritu está decidido a hacer nuevas cosas. Muchas veces corremos el peligro de amar más las instituciones que a Dios mismo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Debemos tener cuidado de limitar a Dios a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí y sigue caminando. Algunos buscan personas o equipos que se ajusten a las generaciones anteriores, que no traigan un nuevo desafío y una mayor amplitud en la visión. Cuando nos centramos en que lo importante es la estructura lo que hacemos es colocar a la organización por arriba de la misión, y comunicamos que para nosotros lo más importante no es la misión, sino salvaguardar las estructuras que hasta aquí nos han servido. El Espíritu Santo no avala esta manera de ser y constantemente va obligando a la iglesia a reformarse para ser fiel a su misión. Quienes quisieron callar a Esteban, en realidad lo que hicieron fue ampliar su mensaje y programa de servicio. La persecución hizo que el mensaje se extendiera hasta Antioquía de Siria y desde allí a todo el mundo. Quizás, como en el caso de Esteban, los que se oponen al mensaje del evangelio pueden llevarnos a cumplir nuestra vocación y Dios puede estar usándolos a ellos para llamarnos a una nueva obediencia. Debemos preguntarnos qué tipo de iglesia es la que Dios desea en este tiempo. El Espíritu Santo llama a la iglesia a nuevos desafíos. Necesitará un liderazgo diferente. El desafío de la iglesia en el día de hoy es que debe revisar y ajustar su funcionamiento respondiendo a la Misión de Dios. Que Dios nos ayude en esto.
Carlos Scott
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