Enfoque
Dios se enfoca en toda la humanidad. “El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí”, Jn 7:37-38. El agua es para toda la gente, es universal, porque la sed es universal. También es universal el pan de la vida. La insatisfacción se encuentra en todos lados y la cruz tiene una atracción universal. “Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo”, Jn 12:32. “Esa luz verdadera, la que alumbra a todo ser humano”, es lo que el mundo necesita, Jn 1:9. La luz es para todas las personas, porque nos ha creado con este anhelo. El pan, el agua y la vida se ofrecen a todas las gentes porque Dios nunca pierde el corazón. Dios enciende nuestro corazón con esta sed, hambre y exigencia de vida. Lo que se condena es el rechazo por vivir y es cuando me excluyo a mí mismo. El evangelio no es elemento de discriminación y exclusión, sino de compromiso con la vida. Dios nos llama a vivir en una correcta relación con él, con nuestro prójimo y la creaciónCarlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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