viernes, 15 de diciembre de 2023

Un nuevo horizonte

Insatisfechos

“Nadie ha visto a Dios jamás; pero el Hijo único, que está más cerca del Padre, y que es Dios mismo, nos ha enseñado cómo es él. Gracias a lo que el Hijo de Dios es, hemos recibido muchas bendiciones”, Jn 1:18
 
Jesucristo suele encontrarse con todos aquellos que no están saciados. Son los que tienen sed del agua viva, del pan de lo alto, el que no está contento con su ceguera y anhela ver la luz. Es el que no está feliz con un templo de piedra y desea adorar “en espíritu y verdad”, a quien no se contenta con ver y entender, sino que desea creer. Cuando nos estacionamos en la mediocridad nada bueno resulta y nos perdemos la oportunidad de beber un agua viva que viene del Espíritu de Dios. El pecado es sentirse satisfechos. Pecado es también no querer demasiado, no pretender todo, no buscar la plenitud. Pecado es no “desear otra cosa”, gratificados por una vida disminuida, contentos con la propia impotencia. El Jesús de Juan no tiene nada que decir ni que dar a quienes tienen deseos limitados, aspiraciones modestas. Jesús está feliz cuando se encuentra con lo imposible. El desafío para nosotros es aceptar “dejarse llevar por otro” y descubrir un nuevo horizonte.  «¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva», Jn 7:37-38 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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