En libertad
“Ellos enseñaban a los seguidores de Jesús que debían circuncidarse, porque así lo ordenaba la ley de Moisés. Les enseñaban también que, si no se circuncidaban, Dios no los salvaría. Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con eso, y discutieron con ellos", Hch 15:1-2Cuando miramos hacia el interior de las comunidades de fe no todos aceptan las cosas nuevas que Dios está haciendo. Lo primero que viene es la nostalgia de las cosas de antes y la observancia de ciertas reglas. La desgracia del legalismo e integrismo de todos los tiempos es la pretensión de imponer cargas opresoras e inútiles. Parece que se siente un gusto especial exigiendo sacrificios absurdos. Su pecado original es la incapacidad de ver las nuevas iniciativas del Espíritu. Hay gente enferma de cosas innecesarias y son los especialistas de lo accesorio con menoscabo de lo necesario. Sofocan en medio del camino y tratan de parar todo impulso del Espíritu. Están con retraso en relación con la acción de Dios en la historia. Jesucristo pide un cambio profundo de mentalidad y de nuestra vida. Jesús nos desafía a dejar lo viejo. Los compromisos con Jesucristo van en la línea de la purificación y vivir sin cargas. “Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad”, 2 Co 3:17
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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