La adoración que abre puertas
“Cerca de la media noche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas a Dios, mientras los otros prisioneros escuchaban. De repente, un fuerte temblor sacudió con violencia las paredes y los cimientos de la cárcel. En ese mismo instante, todas las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron”, Hch 16:25-26Pablo y Silas se encuentran en la cárcel y en la medianoche a pesar de haber sido azotados y estar con heridas ellos cantaban y oraban. Lucas nos habla de la actitud que tuvieron los apóstoles. Ante la adversidad y la condición de prisioneros ellos evidencian la libertad. El resultado fue que los otros prisioneros escuchaban y algo extraordinario sucedió cuando las puertas de la cárcel se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron. Dios nos recuerda que en la más dura aflicción podemos encontrar su poder liberador por medio de la adoración y la oración. Este efecto liberador y de salvación alcanza a los demás. No te rindas jamás. Sigamos adorando, orando y confiando. “Aunque no den higos las higueras, ni den uvas las viñas ni aceitunas los olivos; aunque no haya en nuestros campos nada que cosechar; aunque no tengamos vacas ni ovejas, siempre te alabaré con alegría porque tú eres mi salvador. Dios mío, tú me das nuevas fuerzas; me das la rapidez de un venado, y me pones en lugares altos”, Hab 3:17-19
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
No hay comentarios:
Publicar un comentario