Reflexión y acuerdos
“Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes: «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos»… la iglesia decidió enviar a Pablo y a Bernabé a Jerusalén, junto con algunos creyentes del lugar, para que hablaran con los apóstoles y con los ancianos sobre esta cuestión”, Hch 15:1-3
Lucas nos relata lo ocurrido entre los gentiles y un grupo de judíos cuando estos últimos les exigían cumplir con toda la ley de Moisés. Los apóstoles y los ancianos se reunieron para resolver este asunto en lo que se conoce como el concilio de Jerusalén. La circuncisión no era todo lo que se discutía, pues la ley de Moisés incluía un buen número de reglas sobre alimentos, fiestas, etc. Un fariseo que aceptaba a Jesús como Mesías no dejaba por ello de ser judío y fariseo por lo tanto algunos exigían a otros tener su cosmovisión. Estos judaizantes decían tener el apoyo de Jerusalén y por lo tanto Pablo, Bernabé y otros resolvieron confrontar esta situación. Dios abrió las puertas de la fe a los gentiles por medio de Pedro, Pablo, Bernabé y otros. Lo que estaba en juego era la bendición a todas las etnias, la salvación que abre la puerta a la bendición, que el nombre del Señor sea adorado y el mal sea derrotado por medio del Reino de Dios. Lo mismo que les paso a estos judaizantes nos puede suceder hoy. Dios sigue llamando y abriendo las puertas a diferentes grupos para que sean parte del Pueblo de Dios. Nos toca a nosotros no colocar cargas, tradiciones, reglamentos, etiquetas que les impida o quite la alegría de vivir a Cristo y compartir la fe. Cuando escucharon a Pedro hubo un espíritu de reflexión y la multitud callo. “Entonces, ¿por qué ahora desafían a Dios al poner cargas sobre los creyentes gentiles con un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados pudimos llevar? Nosotros creemos que todos somos salvos de la misma manera, por la gracia no merecida que proviene del Señor Jesús», Hch 15:8-11. Que este sea un tiempo de reflexión y sepamos quitar los obstáculos que impiden que otros se acerquen al Señor.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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