Lleven una vida de amor, Ef 5:2
El amor se hizo realidad concreta y visible en la persona de Jesucristo. Andar en amor implica seguir a Jesucristo que se ha hecho servidor a fin de limpiar y purificar la vida de los seres humanos. Es aquí donde comprendemos que es el amor, la total entrega de sí.
“Amar es seguir el propósito creador de Dios manifestado en los distintos órdenes de la vida humana”.
Hemos sido llamados a servir a los demás y se nos llama a ejercitar el amor “ágape” basado en la responsabilidad, compromiso, voluntad y decisión. Es el amor sacrificial a semejanza de Jesús que llega hasta las últimas consecuencias. Nos muestra un modelo de vida y servicio que rompe con los patrones culturales de la jerarquía, poder y manipulación.
El Señor nos llama a encarnar un estilo de vida y una nueva manera de vivir que va más allá de la vida dentro de la iglesia. Las personas necesitan palpar este amor y la comunidad del Reino de Dios es llamada a servir en el mundo.
¿Cuál es el impacto más fuerte que puede producir la iglesia en nuestro tiempo?
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