domingo, 3 de abril de 2022

HIJO

 "Todo lo que tengo es tuyo"

En la parábola del Dios amante encontramos la figura del hijo mayor. Es un hijo que está indignado con su padre por haber recibido a su hijo menor y se niega a participar de su bienvenida. El padre salió afuera a buscarlo y a suplicarle que participara. La respuesta del hijo mayor fue “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos! ¡Pero ahora llega este hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas a matar en su honor el ternero más gordo!”, Lc 15:28-30
Es un hijo que ni siquiera considera al otro como un hermano y tampoco puede pronunciar su nombre. Al decir que ni siquiera le ha dado una cabra lo que está pensando es que su padre es un tacaño o avaro. Hay mucho veneno en pocas palabras. Es un hijo que se siente esclavizado. Piensa que su padre es injusto. A su vez el tipo de fiesta que concibe no es compartir lo mejor como ser un ternero bien gordo. 
Es un hijo enfocado en el juicio y la condena. Se había transformado en una persona que trabajaba muy duro y cumplía sus obligaciones, pero le faltaba Gracia. Revela sus sentimientos de rencor, ira y celos. Es un hijo extraviado pero difícil de identificar: todo lo hacía bien. A veces hay mucho enojo e ira entre la gente que está muy preocupada por evitar el “pecado”. Se trata de un hijo que vive colocando a los demás en diferentes categorías, merecimientos y se niega a participar de la fiesta.
El padre no está ni desconcertado o irritado. El simplemente respondió: “Hijo Mío, tú siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo”. En una frase cuenta una historia totalmente diferente. Su hijo no ha sido esclavizado y puede disfrutar libremente de todo. 
El padre está centrado en la Gracia y la generosidad. La justicia nos da lo que merecemos, pero la gracia nos da lo que no merecemos. ¿Podremos confiar y vivir en este amor? 
¿Seguirá el hijo menor en la casa? ¿Que habrá pasado con el hijo mayor? ¿Entrara a la fiesta y participará con alegría?. Las parábolas por lo general nos dejan una invitación abierta para responder y colocar nuestro propio final.
Carlos Scott

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