sábado, 9 de abril de 2022

IDENTIDAD

 La identidad del amor


Jesús era alguien que conocía su identidad, Jn 13:1-17

Como acto de aseo personal la gente se lavaba los pies. Por lo general era una tarea que hacían los esclavos o quizás las mujeres y niños. Jesús les lavo los píes a los discípulos.

 Lo más probable es que este lavado de pies fue provocado por alguna mala conducta de los discípulos. Quizás estaban discutiendo en qué orden se debían sentar a la mesa o quien en esa ocasión debía ser el siervo y lavar los pies de todos.

Lucas en su evangelio nos relata que tuvieron un altercado sobre quién sería el más importante. Los discípulos estaban dispuestos a pelear por un trono pero no por una toalla. No era probable que alguien tomara la toalla para lavar los pies de su compañero. Ellos preferían sentarse a comer sucios antes que estar limpios.

Jesús realizó algo impresionante. No apareció ningún esclavo, el que apareció fue Jesús. Se humilló. Lavó los pies de todos. Usó todo su poder para servir. Jesús sabía bien quién era y no necesitaba el poder para completar su identidad. No mal usó el poder y no lo manejó para sentirse importante o llenar un vacío en su vida. Podemos mal usar y abusar del poder cuando no sabemos realmente quienes somos, cual es nuestra identidad y a quien tenemos que ser semejante.

En Jesús vemos cual es nuestra identidad. Es la identidad del amor. No el amor al poder, pero SI el "poder del amor"

Carlos Scott

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