domingo, 14 de noviembre de 2021

“Tus siervos harán lo que el Señor ha mandado” Números 32:31

 “Tus siervos harán lo que el Señor ha mandado” Números 32:31

El proyecto del Reino de Dios requiere estar abiertos cuando somos desafiados, ser valientes y cooperar cuando se nos llama a la acción. La tendencia natural es ocuparnos de lo conocido, lo que solemos hacer, controlar y mirar por lo nuestro. Este capitulo nos desafía a ser diferentes y encarnar los valores del Reino de Dios. Vivir con solidaridad, integridad y verdad. Las tribus de Rubén y Gad contestaron “No volveremos a nuestras casas hasta que cada uno de los israelitas haya recibido su heredad.” (v18)

Fueron humildes, aceptaron la exhortación de Moisés, estimaron a los demás y no miraron por lo suyo propio. Se transformaron en siervos. Cerraron filas sirviendo a Dios y unos a otros. Cuando esto sucede Dios es glorificado y la tarea es cumplida. La cooperación implica un compromiso a la unidad en Cristo y al amor unos con otros. Cada iglesia local es “comunidad del reino de Dios” en unidad, cooperación, comunión y solidaridad con toda la iglesia global.

Que “toda la iglesia” en cooperación y comunión lleve todo el evangelio a todo el mundo hasta que el Señor vuelva

Pregunta para la reflexión: ¿Que es lo que podemos dar, contribuir y colaborar con otros?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


sábado, 13 de noviembre de 2021

 “¿Les parece justo que sus hermanos vayan al combate mientras ustedes se quedan aquí sentados?  ¿No se dan cuenta de que esto los desanimaría?  Números 32:6-7

Moisés tuvo que enfrentar un serio problema moral con el Pueblo de Dios. Las tribus debían ser solidarias y cooperar. Hubo dos tribus que pensaron en si mismos y Moisés les tiene que recordar lo que había pasado con los espías que enviaron a inspeccionar la tierra en Cades Barnea. Ellos habían desanimado al pueblo (v9) e hicieron caer su moral. La consecuencia fue que ningún mayor de veinte años entro a la tierra prometida (v11), todos murieron en el desierto a excepción de Caleb y Josue. Sobre estos últimos la palabra de Dios dice: los cuales me siguieron de todo corazón” (v12)

Seguir a Dios con el corazón es renovar la mente por su Palabra y por el Espíritu Santo. Es creer que todo se hace posible en las manos de Dios. Es la Fe opuesta a la fatalidad, resignación y egoísmo. Es dar lugar a la constancia, entrega y generosidad. Cuando le seguimos con todo el corazón las promesas y bendiciones que Dios tiene son hechas realidad. 

Preguntas para la reflexión: ¿Qué implica seguir a Jesucristo? ¿Cómo es nuestro seguimiento? ¿Qué cambios debo experimentar?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox




viernes, 12 de noviembre de 2021

"Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a Él en su muerte." Fil. 3:10.

El evangelio es la pasión por conocer más al Señor. Podemos estar trabajando muy fuerte y haciendo muchos planes, pero no debemos descuidar la pasión de conocer a Jesús. Algunas veces falta pasión hacia Cristo. Podemos estar muy emocionados con el programa de la iglesia, la organización o la institución, pero no con Jesús mismo. Nuestra primera prioridad será siempre conocerlo a ÉL. Lo que le importaba al apóstol Pablo era conocer a Jesucristo (3:8), ahí es donde comienza la pasión por el evangelio y la cooperación

Incluye e implica participar en sus sufrimientos. Pablo, Timoteo y Epafrodito (2.25-30) dieron un paso más allá. Se entregaron totalmente a punto de arriesgar la vida misma. Es identificarnos y servir a los más vulnerables. Hay lugares en el mundo donde la iglesia es muy débil y sufre.

Se nos invita a estar en el seguimiento de Jesús y dar pasos de fe.

Preguntas para la reflexión: ¿Qué consecuencias concretas debe tener la participación en la comunión del evangelio? ¿Cómo contribuir donde la iglesia es débil y sufre?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox






jueves, 11 de noviembre de 2021

Comunión

 «Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. En todas mis oraciones por todos ustedes, siempre oro con alegría, porque han participado en el evangelio desde el primer día hasta ahora» Filipenses 1:3-5

El evangelio es la pasión por participar con el Pueblo de Dios en la misión del Dios misionero. Debemos participar ayudando a otros por medio de la cooperación.

Así lo vivió Epafrodito quien arriesgo su vida para atender las necesidades de Pablo. No solo se lo menciona como hermano y colaborador sino como "compañero de lucha". Implica el nivel más alto en la cooperación (Fil. 2:25-30, 4:18). Es la figura tomada de los soldados romanos cuando están espalda pegada contra espalda. El enemigo no puede distinguir cuando comienza uno y termina el otro. Es alegrarnos, sufrir y avanzar por lo mismo.

Somos llamados a servirnos unos a otros por la pasión que tenemos por el evangelio. Nos necesitamos (1 Corintios 12.21-22). Somos miembros los unos de los otros. Nadie le puede decir al otro: «no te necesito» (2 Corintios 10.12, 17-18). El desafío es trabajar en unidad, comunión y solidaridad.  

 Preguntas para la reflexión: ¿Cuáles son los obstáculos para avanzar hacia el nivel más alto de la cooperación, solidaridad y comunión? ¿Qué pasos debemos dar para superarlos? 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


miércoles, 10 de noviembre de 2021

Linaje escogido, real sacerdocio, nación santa

 «Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable». Pedro 2:9

 La Iglesia es la que comparte el mensaje de salvación y es comunidad del Reino que representa el compromiso de Dios con el mundo. Este compromiso se manifiesta por medio del sacerdocio universal de todos los creyentes y por el envío de misioneros.

El campo de misión es el mundo entero. Dios confió el don del sacerdocio a todo el pueblo de Dios; por la cual podemos decir que «Por medio de él, y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan a la fe» (Ro. 1:5). En este marco la iglesia es para todos y con todos. Cada creyente sea ministro, laico, misionero es proyectado al trabajo de solidaridad con todo el Cuerpo de Cristo y el Mundo. La clave es reconocer que la tarea le pertenece a la iglesia toda y actuar en consecuencia.

La vida en misión es un privilegio. 

Pregunta para la reflexión: ¿Cuál es el trabajo que nos llama el Señor en los próximos años y qué nuevos desafíos pone en nuestras manos?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox



martes, 9 de noviembre de 2021

«El poder del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor» Hch 11:21

 «El poder del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor» Hch 11:21

Cada cristiano es llamado a participar y a ejercer el sacerdocio universal de los creyentes. La misión tiene lugar por doquiera. Impulsados por la fe, los cristianos cruzan la frontera entre los que creen y los que no creen, y del otro lado de esa frontera dan testimonio de su fe. Dado que Dios es un Dios misionero el pueblo de Dios es un pueblo misionero. El Espíritu ha sido derramado sobre todo el pueblo de Dios, no sólo sobre unas personas seleccionadas. 

Jürgen Moltmann en su tesis sobre la teología del futuro dice: «Se dirigirá no únicamente hacia el servicio divino en la Iglesia, sino también hacia el servicio divino en la vida cotidiana del mundo». Este servicio se ofrece en la forma de la vida común y corriente de la comunidad cristiana «en tiendas, aldeas, granjas, ciudades, aulas, hogares, oficinas legales, consultorios, en la política, el gobierno y la recreación»[1]

Hay miles de millones de personas que no conocen al Señor. La iglesia debe asumir plenamente y sin tardanza su responsabilidad en la evangelización mundial.

Preguntas para la reflexión: ¿Qué implica ejercer el sacerdocio universal de los creyentes? ¿Es la misión sólo para algunos o para todos?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


lunes, 8 de noviembre de 2021

"Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra" Hechos 1:8

"Serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra" Hechos 1:8

Por lo general hay una tensión entre lo que se denomina misión global y misión local. Debemos integrar las diferentes esferas según lo expresa el texto de Hechos 1:8. Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra describe las esferas o áreas de servicio donde lo local y global están integrados. Nos habla de ser testigos en forma “simultanea” y no hacer la tarea en forma secuencial. Ninguna área de servicio debe ser la más importante. Las mismas deben estar balanceadas o equilibradas dando dignidad, simultaneidad y atención a cada una.

La misión involucra a cada cristiano en la totalidad de su vida. Debe haber una moralidad de la Fe. Implica escuchar el grito de los pobres, oprimidos y perdidos.

La Biblia entera muestra el plan de Dios de reconciliar consigo todas las cosas por medio de Jesucristo (Colosenses 1:15-20) y nos da el mandato para la misión y evangelización. El mundo es la escena de la actividad de Dios y no debemos retirarnos de él. El servicio al mundo es un servicio a Dios.
 
Para Pensar:  ¿Cómo estoy ejerciendo mi responsabilidad en la sociedad local y global?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


domingo, 7 de noviembre de 2021

"Dios es Amor" 1 Juan 4:16

 "Dios es Amor" 1 Juan 4:16                                     

Cuando hablamos acerca de Dios y la misión es indispensable entender que la Misión no es nuestra y no pertenece a ningún proyecto privado. Estamos hablando de la Misión de Dios. Dios es un Dios misionero. Se concibe la misión como un movimiento de Dios hacia el mundo y a la Iglesia como un instrumento para esa misión.
 
La misión nace en el corazón de Dios. “Dios es una fuente de un amor que envía. Este es el sentido más profundo de la misión. Existe la misión sencillamente porque Dios ama a las personas” e invita a su iglesia a participar. El Pueblo de Dios es el Instrumento del amor universal de Dios para todas las gentes.  La Iglesia como el Cuerpo de Cristo es la presencia física de Jesús en este mundo para la bendición y la transformación del mundo.
 
¿Porqué participar en la misión de Dios?
·        Porque Dios es un Dios de AMOR / la misión es de Dios / el propósito es de Dios.
·        Porque es LO QUE SOMOS – somos elegidos para servir, somos el instrumento de Dios para la bendición de las naciones.
 
Para Pensar: ¿Qué implicancias tiene para mi vida y la vida de la Iglesia participar en la Misión de Dios?

Carlos Scott

viernes, 8 de octubre de 2021

¿Qué entendemos por crecimiento numérico, orgánico, conceptual y diaconal en la comunidad de fe?

Orlando Costas nos habla de estas cuatro dimensiones: Por crecimiento numérico entendemos la reproducción que experimenta el pueblo de Dios al proclamar el evangelio y al incorporar a los que responden afirmativamente a una comunidad local de creyentes e insertarlos en los propósitos globales de Dios para toda la humanidad. Esta dimensión debe incluir la plantación de nuevas comunidades de fe. La condición espiritual de millones de personas desafía constantemente a la iglesia

 
Designamos crecimiento orgánico al desarrollo interno de la comunidad de fe. Tiene que ver con su forma de gobierno, su estructura financiera, su liderazgo y su celebración cultural. Nos confronta con la necesidad que tiene la iglesia de ser una comunidad autóctona, criolla, que administra su tiempo, talentos y recursos, fomenta la comunión de los fieles entre sí y con su Dios, y celebra su fe en el lenguaje del pueblo del que es parte, incorporando críticamente sus símbolos, creaciones y valores, e identificándose con su situación histórica y social

Por crecimiento conceptual nos referimos a su existencia y razón de ser, su comprensión de la fe cristiana, de las Escrituras, su interacción con la historia de esa fe y su comprensión del mundo que la rodea. Acentúa la necesidad que tiene la iglesia de pensar la fe, al calor de la Palabra y la oración, y de evaluar honesta y concienzudamente la realidad concreta, su misión y el mundo

Finalmente, entendemos por crecimiento diaconal la intensidad del servicio que la iglesia rinde al mundo como muestra concreta del amor. Esta dimensión abarca el grado de participación en la vida, conflictos, temores y esperanzas de la sociedad; la medida en que su servicio ayuda a aliviar el dolor humano y a transformar las condiciones sociales que han condenado a millones de hombres, mujeres y niños a la pobreza. Sin esta dimensión la iglesia pierde su autenticidad y credibilidad. Está dimensión se relaciona con el aspecto ético y su misión

Para Pensar: ¿Qué entendemos por crecimiento? ¿Cómo crecemos de forma equilibrada?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 7 de octubre de 2021

¿Qué implica desarrollar un modelo de acuerdo a la naturaleza de la comunidad de fe?

Un modelo intenta hacer justicia a la idea de una iglesia que desea crecer en todo nivel y dimensión. Orlando Costas nos comenta que crecer cualitativamente implica: la espiritualidad, la encarnación y la fidelidad  


"La espiritualidad tiene que ver con la presencia y operación dinámica del Espíritu Santo en el crecimiento de la iglesia: si el crecimiento responde a la inspiración y motivación del Espíritu y refleja sus frutos".

Por encarnación se entiende la identificación en el dolor y las aflicciones de la humanidad y su impacto en el proceso de crecimiento de la iglesia. En otras palabras, ¿hasta qué punto la iglesia está experimentando un crecimiento que refleja la comprensión, el compromiso y la presencia de Cristo entre las multitudes desamparadas y dispersas?

Por último, la fidelidad tiene que ver con la coherencia entre la acción de la iglesia y los propósitos globales de Dios. Puesto de otra forma, ¿en qué medida responde el crecimiento que está experimentando la iglesia, en relación con los propósitos de Dios para la humanidad y sus designios en la historia?

Orlando Costas sigue añadiendo que el crecimiento cuantitativo se puede dar en cuatro dimensiones o direcciones: hacia la reproducción de sus miembros (formación o plantación de nuevas comunidades de fe - Agregado personal), el desarrollo de su vida orgánica (estructura), la profundización en la reflexión de la fe (lo conceptual) y el servicio eficaz en el mundo (lo diaconal).

Como pueblo en marcha no podrá llegar a su meta hasta que toda la humanidad haya tenido una oportunidad razonable de escuchar, ver y responder al evangelio. Es así como hablamos de cuatro dimensiones: numérica, orgánica, conceptual y diaconal

Para Pensar ¿Debemos repensar lo que significa la dimensión numérica (más miembros), la orgánica (estructura), la conceptual (conocimiento), la diaconal (servicio)? ¿De qué manera estas dimensiones están siendo guiadas por la espiritualidad, la encarnación y la fidelidad?

Carlos Scott

martes, 5 de octubre de 2021

¿Qué significa la expansión de la iglesia en relación con su naturaleza?

Como un organismo vital, la iglesia está capacitada para crecer normal, consistentemente y multiplicarse en la formación de nuevas comunidades de fe. Es un proceso integral porque debe manifestarse en todos los niveles y en todas las dimensiones.


La iglesia debe crecer en conformidad con su naturaleza divina. Como comunidad del Espíritu que la purifica, debe crecer en santidad y comunión. Como cuerpo de Cristo, debe crecer en apostolicidad (misión) y unidad. Como pueblo de Dios, debemos crecer en fidelidad en medio del camino. Es un pueblo que vive en el éxodo (en salida), donde se reproduce y multiplica formando nuevas comunidades de fe. "La fe cristiana es una fe que nació para caminar".
 
La iglesia es la comunidad del Reino de Dios que está formada de hombres, mujeres y niños de todos los sectores de la vida quienes han respondido al llamado de Dios, se han arrepentido de sus pecados y han entregado sus vidas a Dios mediante la fe en Jesucristo. 

Una característica fundamental de la iglesia es el hecho de que oye la Palabra y responde en fe a su mensaje. Ser iglesia es vivir en comunión con Dios y con todos los creyentes, proclamar el evangelio en palabra y obra por toda la tierra, estar sujeta a las enseñanzas de la Palabra de Dios y servir desinteresadamente a la humanidad en el poder del amor.
 
Un distintivo de la iglesia es su crecimiento en la calidad de su existencia como creación del Dios trino. La iglesia no es sólo una comunidad de personas que confían en Dios, sino también una comunidad de hacedores de su voluntad. Es una comunidad de fe en crecimiento. Todavía no ha llegado a su plenitud numérica. Necesita cada vez más sabiduría y entendimiento de la Palabra de Dios. Su servicio no es lo que podría y debía ser. En fin, vive en la continua necesidad de “crecer en todo” y ser como Cristo, Ef. 4.15.

Para Pensar: ¿Cuáles son los temas que debemos seguir repensando en relación a la misión y la naturaleza de la iglesia? ¿Qué implica crecer cuantitativamente y cualitativamente? ¿Qué significa crecer en todo y ser como Cristo?   

Carlos Scott

domingo, 3 de octubre de 2021

¿Cómo podemos entender la razón de ser iglesia?

La iglesia no es un accidente histórico ni una construcción humana y cultural. La iglesia es de origen divino. Es la expresión de la voluntad de Dios y fruto de su obra. La iglesia es la gente y no la institución.


Nuestro Dios se presenta como Padre, Hijo y Espíritu y la naturaleza de la iglesia se deriva de esta realidad trinitaria. Hace énfasis en la relación, la comunidad, la unidad y el envío, cuyo propósito principal es que Dios sea glorificado y el mundo crea, Ef 1:12, 3:21, Jn 17:18-23. Como discípulos del Señor y comunidad trinitaria hemos de ser conocidos por el amor en la relación unos con otros, Jn 13:34.35 

La iglesia es el pueblo de Dios. Es un pueblo en formación, marchando por la historia hasta llegar a su plenitud al final de los tiempos. Es un pueblo no sólo escogido y apartado, sino disperso y enviado para reproducirse en todas las culturas, entre todos los pueblos y a través de todas las esferas de la vida.
 
La iglesia es también la comunidad del Espíritu. Ha sido engendrada por su gracia y apartada para el servicio. El Espíritu Santo es el sistema nervioso que hace eficaz el señorío de Cristo sobre su cuerpo; la preserva y sostiene por su poder. Sin el Espíritu, la iglesia se muere; sin la iglesia, es imposible la continuidad de la misión de Jesucristo.

Orlando Costas expresa: "La iglesia es, además, el cuerpo de Cristo, integrado por muchos miembros, que interactúan entre sí y desempeñan funciones diversas. Lo que la cabeza es para el cuerpo, es Cristo para la iglesia: el cerebro que dirige su movimiento, balancea su postura, envía y recibe mensajes de sus diferentes partes, haciendo posible el aprendizaje, la memoria y el pensamiento; en fin, controla el proceso de su vida"

Para pensar: ¿Qué significa en la práctica que somos una comunidad trinitaria? ¿Porqué es importante la unidad de la iglesia? ¿Qué implica que la iglesia vive en salida? ¿Que significa caminar en la guía y poder del Espíritu Santo?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 2 de octubre de 2021

¿Que intentamos decir cuando hablamos sobre el crecimiento de la comunidad de fe y la plantación de nuevas iglesias?

El crecimiento es un fenómeno vital, dinámico, complejo, sugiere movilidad. Se da donde existe la vida y lo que tiene vida crece, hay desarrollo, expansión, creatividad, renovación. Cuando no crecemos la vida se estanca, se deteriora, decrece, prevalece la inercia, la pereza y el estatismo


La comunidad del Reino de Dios como organismo vivo está llamada a crecer y multiplicarse, expandirse hacia afuera en la formación de nuevas comunidades de fe. Un organismo que no se desarrolla y crece termina por tener una vida vegetativa o morir, Lc 19:11-26

Dejar de crecer sería dejar de existir. La iglesia es creación de Dios y como un organismo no solo existe sino que debe reflexionar sobre sí misma y su razón de ser. Su expansión debe estar en conformidad con la visión que tiene de su propia naturaleza y misión en el mundo. 

Jesús nos dice: "El Hijo del Hombre es el agricultor que siembra la buena semilla. El campo es el mundo, y la buena semilla representa a la gente del reino,...", Mt 13:37-38. 

Jesús nos desafía a ser una buena semilla y estar dispuestos a ser plantados en nuevos terrenos para ser de bendición a todas las naciones, que su nombre sea reconocido y glorificado y el mal pueda ser derrotado por el avance del Reino de Dios.

Para pensar: ¿Qué tipo de semilla soy para Dios? ¿Estamos dispuestos a ser plantados en un nuevo terreno? ¿Tenemos en mente el comienzo de nuevas comunidades de fe? 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox



viernes, 1 de octubre de 2021

¿Qué podemos hacer nosotros cuando pensamos en el Reino de Dios, la plantación y crecimiento de nuevas iglesias?

"Jesús también dijo: «¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿A qué se parece? Es como la semilla de mostaza que el campesino siembra en la tierra. A pesar de que es la más pequeña de todas las semillas del mundo, cuando crece llega a ser la más grande de las plantas del huerto. ¡Tiene ramas bien grandes, y hasta los pájaros pueden hacer nidos bajo su sombra!», Mc 4:30-32


Podemos y debemos sembrar. El proceso de la siembra es laborioso, el agricultor primero debe seleccionar la semilla, preparar la tierra, sembrarla en el tiempo adecuado, cuidarla, abonar, regar, esperar y finalmente cosechar. 

Sembrar el Reino de Dios significa sembrar con esperanza, Sal 126:5, 2 Co 9:6. Es necesario acompañar con una ferviente oración la siembra de las semillas del Reino de Dios y ser testigos, pero no podemos producir el fruto, 1 Co 3:6-7.

El mensaje del Reino en palabra y obra está destinado a crecer. La semilla es minúscula pero tiene el potencial dado por Dios para el crecimiento.

El Reino de Dios es universal, tiene un inicio pequeño e insignificante que puede pasar desapercibido, pero está destinado a ser la realidad más grande del mundo y una fuerza indetenible que afecta a todas las personas. 

La comunidad del Reino de Dios está llamada a reproducirse y multiplicarse confiando que Dios da el crecimiento. Este crecimiento puede llegar a dominar el ambiente de manera desproporcionada en comparación con el tamaño de la semilla. La finalidad es dar abrigo a las naciones y proveer alimento que saciará el hambre de muchos. 

 Seamos semillas de fe, que Dios nos plante llevando esperanza y cubriendo la vida con amor. Que nuestro buen Dios sea reconocido y  su nombre glorificado.

Para Pensar: ¿Cuál es la parte que nos toca en la extensión del Reino de Dios? ¿Quíen da el crecimiento? ¿Quién recibe la gloria?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


jueves, 30 de septiembre de 2021

¿Qué es lo que hace Dios en el crecimiento de su Reino?

El crecimiento de su Reino es un gran misterio. "Jesús también les puso esta otra comparación: «Con el reino de Dios pasa algo parecido a lo que sucede cuando un hombre siembra una semilla en la tierra. No importa si ese hombre está dormido o despierto, o si es de noche o de día; la semilla siempre nace y crece sin que el campesino entienda cómo. La tierra produce primero el tallo, después la espiga, y finalmente las semillas. Y cuando llega el tiempo de la cosecha, el campesino recoge las semillas.», Mc 4:26-29.


En esta parábola se señala claramente lo que el ser humano puede y no puede hacer. Podemos y debemos sembrar, cosechar, dormir y levantarnos, pero no podemos producir el fruto. 

La semilla es acompañada por la tierra. El texto dice: "la semilla nace y crece..., la tierra produce..." ¿Qué significa esta expresión? La tierra y la semilla dan fruto. Implica un crecimiento sin una razón visible. Se desarrolla independientemente del entendimiento del sembrador. Se trata de algo realizado por Dios mismo.

Cuando lo aplicamos a la iglesia y la plantación de nuevas comunidades de fe significa que hay procesos que parecen producirse “por sí mismos”. Lo que sí sabemos es que el fruto que surge “por sí mismo” de la semilla es, en realidad, una obra de Dios. "Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento, 1 Co 3:6-7. El Reino de Dios crece de todas maneras.

Este es un mensaje importante para librar a los creyentes y a las iglesias de las preocupaciones y ansiedades. Si estamos esparciendo la semilla del evangelio, de todas maneras ésta crecerá. El Reino puede parecer pequeño al principio y su crecimiento puede ocurrir en formas que no podemos entender o ver.   

Para Pensar: ¿Cuál es nuestra parte en este proceso? ¿Cómo avanza el Reino de Dios? ¿Quién produce el crecimiento? ¿Quién debe ser reconocido?  

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 27 de septiembre de 2021

¿Qué debemos considerar cuando hablamos sobre el crecimiento del Reino de Dios y el comienzo de nuevas comunidades de Fe?

Jesús hace referencia a un tipo de crecimiento que debemos tener en cuenta: "Observen cómo crecen los lirios del campo", Mt 6:28. Su enfoque está en detenernos y pensar; examinar con exactitud, investigar con entera dedicación y aprender cuidadosamente


¿Qué es lo que debemos investigar? Naturalmente no es la belleza de los lirios, sino sus mecanismos de crecimiento (“como crecen”). Debemos estudiar, examinar y meditar acerca de ellos para poder adquirir una mejor comprensión del crecimiento del Reino de Dios y la comunidad de Fe.

Jesús utilizó ejemplos tomados de la naturaleza para explicar este crecimiento: los lirios del campo, la semilla que crece por sí misma, el crecimiento del grano de mostaza, el campo con cuatro clases de terrenos, el árbol y sus frutos, las leyes de la siembra y la cosecha.

Cuando observamos la naturaleza estamos aprendiendo de lo que Dios dispuso para su crecimiento. ¿Por qué crecen los lirios? ¿Cuál es el secreto de su crecimiento? Es difícil responder a la pregunta sin tener en cuenta lo que se encuentra bajo la superficie y si hay algún tipo de “resistencia medioambiental” que limita.

Cuando pensamos en el avance del Reino de Dios y la plantación de nuevas iglesias, Dios hace lo que ha prometido: El da el crecimiento (1 Cor 3:6-7), pero a nosotros nos toca superar los obstáculos y las resistencias del medio ambiente dentro de la iglesia que pueden detener su extensión.

»Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.", Mt 6:33

Para Pensar: ¿Cuales son las objeciones y resistencias que encontramos en las comunidades de fe para comenzar nuevos procesos de plantación de iglesias? ¿Cómo podemos superarlas? ¿Qué implica buscar el Reino de Dios y su justicia?

Carlos Scott

domingo, 26 de septiembre de 2021

¿Qué tipo de "odre" puede ser funcional en nuestro tiempo y contexto cuando pensamos en la plantación de nuevas comunidades de fe?

La estructura de una comunidad de fe debe ayudarla a ser iglesia. Howard A Snyder dice que "la Iglesia es el cuerpo de Cristo, la comunidad del Espíritu Santo, el pueblo de Dios. Es la comunidad del Rey y el agente en el mundo del plan de Dios para reconciliar todas las cosas”.


Toda estructura debe promover la comunidad, edificar a las personas, sostener el testimonio y compartir la esperanza del Reino de Dios. El tipo de odre o estructura debe ser compatible con la forma cultural de la sociedad en la que se encuentra.

La iglesia del primer siglo ofrece ejemplos de adaptación cultural y como se extendió rápidamente reuniéndose en hogares sin una superestructura organizacional. Mediante el modelo de gente itinerante y el testimonio de gente común ocupada en la vida cotidiana, mantuvo una red de comunicación y formación de nuevas comunidades de fe que penetró en el imperio de ese tiempo.      

La iglesia experimenta tensión con la cultura que la rodea, pero debemos asegurarnos que esa tensión sea del conflicto entre la luz y las tinieblas y no por la incompatibilidad de formas culturales. La violación del principio de viablilidad cultural tiene como resultado una lenta penetración del evangelio. Nuestras ciudades forman un microcosmos cultural y el servicio efectivo demanda sensibilidad.

Al pensar en qué tipo de odre es el más compatible con el vino nuevo se requiere discernimiento. Debemos evaluar cada estructura en términos bíblicos y de viabilidad cultural, Mt 9:16-17, Mc 2:21-22, Lc 5:36-39

Las culturas no son estáticas sino dinámicas y necesitamos en todos los casos flexibilidad temporal. Debemos estar abiertos a las modificaciones necesarias según las circunstancias cambiantes.Lo que es efectivo hoy puede dejarlo de ser en el corto, mediano o largo plazo. La fidelidad a la verdad bíblica necesitará también estructuras que cambian conforme pasa el tiempo. 

Para Pensar: ¿Qué tipo de "odre" puede ser viable para comenzar nuevas comunidades de fe en nuestro contexto cultural?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

viernes, 24 de septiembre de 2021

Una historia de amor en Tolosa City - País Vasco - Dani Scott

¿Qué tipo de "odres" encontramos en la vida de la iglesia primitiva?

Cuando los seguidores de Jesucristo fueron excluidos del culto judío y se convertía gente no judía la iglesia se transformo en una red en casas de familia, Hch 2:46,5:42. Los creyentes oraban, cantaban, disfrutaban de la comunión y adoraban juntos, Ef 5:19, Col 3:16, 1 Co 14:26-31. Se ocupaban de las necesidades materiales los unos con los otros, Hch 4:34, 1 Co 16:1-3. Había enseñanza, edificación y la comunidad compartió el evangelio, Hch 8:4, Hch 11:19-21. El poder del amor en palabra y obra impactaba a la gente del lugar y cada día el Señor añadía los que iban siendo salvos, Hch 2:47.


¿Que tipo de estructura sostenía a esta comunidad? Es difícil descubrir una organización formal. Lo que podemos visualizar en esta iglesia joven son estructuras emergentes intentando cubrir necesidades o problemas puntuales, Hch 2, 4-6, 12,13,15 y 20 . No hay una enseñanza formal o prescripciones sobre algún tipo de estructura. Lo que esta ausente es un clero ordenado formalmente y aunque "muchos sacerdotes obedecían a la fe" (Hch 6:7), no hay evidencia que automáticamente se transformarán en líderes de la comunidad.

Lo que encontramos en el libro de los Hechos son diferentes estructuras para diferentes circunstancias. Tampoco se ve el deseo de formar un determinado modelo estructural y que sea igual a todos.

¿Qué tenían en común estas comunidades y qué estructuras ayudaron a su vida y misión?. Encontramos un liderazgo (Hch 14:23), la  comunión en grupos pequeños y grandes, redes de comunidades locales en diferentes lugares y el sacerdocio de los creyentes basado en los dones. Ser iglesia no dependía de los edificios, construcciones, jerarquías. Ser iglesia era ser el pueblo de Dios, la comunidad del Reino de Dios.

Las reuniones caseras parecen haber sido el modelo más habitual. La red de iglesias no formaban una determinada denominación pero implicaba la interdependencia. Las comunidades se necesitaban mutuamente unas a otras.

Para Pensar: ¿Qué tipo de "odres" pueden ser viables para comenzar nuevas comunidades de fe en nuestro contexto cultural?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 23 de septiembre de 2021

¿Es necesaria algún tipo de estructura en la comunidad de Fe?

La vida necesita tener forma. La vida sin forma se enferma y muere porque no puede sostenerse a si misma.


La estructura y la forma en la comunidad de fe es inevitable. Dicho esto, no todas las estructuras son válidas o apropiadas para la vida de la iglesia.

La iglesia no es una estructura institucional u organizacional. Tampoco lo es el edificio, el programa, la jerarquía, la "etiqueta denominacional", la religion, etc. La iglesia es la gente, un organismo vivo; es la comunidad del Reino de Dios.

El odre no es el vino, pero la estructura es necesaria para que la iglesia sirva y viva. La comunidad de fe debe tener una forma culturalmente apropiada de hacer las cosas en cierto tiempo y lugar.

La estructura de la iglesia no es en sí misma mala e indeseable, pero debemos preguntarnos qué clase de estructura sirve mejor a la comunidad de fe en su vida y testimonio. En cada época la iglesia debe formar aquellos odres que parecen mas compatibles con su naturaleza y misión dentro de su contexto cultural. En la palabra de Dios encontramos ejemplos y adaptaciones a situaciones particulares, Hch 6.

Es clave seguir los principios bíblicos. No invalidemos la palabra de Dios por adherirnos a una tradición humana, Mt 15:1-6. Debemos tener cuidado de "no circuncidar a la gente" a una tradición particular negando el evangelio. Tampoco hagamos distinciones de posición social, riqueza, color de piel, idioma, etc., Stg 2:1-13.

Cuando no respetamos estos principios se pueden formar estructuras e instituciones rígidas que entran en conflicto con la palabra de Dios. No enfaticemos "etiquetas denominacionales", métodos y programas, afirmemos la relación los  unos a los otros.     

Para Pensar: ¿Qué tipo de odre puede ser funcional para nuestro tiempo y contexto? ¿Nuestra estructura toma en serio el sacerdocio de todos los creyentes y los dones del espíritu? ¿Se facilita la relación los unos con los otros y la misión?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 22 de septiembre de 2021

¿Qué enfoque tiene el Reino de Dios?

Se espera que el Reino de Dios y la iglesia crezcan. Jesús habló sobre el crecimiento del Reino de Dios y su extensión progresiva sobre las naciones hasta que llegue a su plenitud, Mt 13, Mc 4:26-32, Lc 13:18-21


Dios nos habla en este presente: "¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque yo soy Dios; no hay otro. He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me declarará su lealtad". Is 45:22-23. "Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan. Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra", Ef 1:9-10

El crecimiento del Reino de Dios es la extensión progresiva de la soberanía de Dios sobre toda la creación. No es un crecimiento geográfico. En Jesús el reino se hizo presente y se nos llama a compartir las buenas nuevas, Lc 4:43, 8:1, 9:2, 60, Mat 24:14.

El Reino de Dios no está ausente o estático. Parece estar oculto y en secreto, pero puede verse con los ojos de la fe. Las personas pueden experimentar este reino y entrar en el. El Reino de Dios se hará manifiesto al final de los tiempos en toda su plenitud.

Las parábolas de Jesús hacen referencia al crecimiento de este Reino que se explica por una semilla y una levadura. Crece de manera imperceptible, los inicios son pequeños, poco impresionantes, misteriosos, pero el crecimiento se logra, avanza y las personas se sorprenden.

Este Reino no puede ser manipulado por técnicas humanas y crece sobre el modelo de la verdad que se ha revelado en Jesucristo. Es el reino de la verdad y crece como levadura, como fermento. Leuda culturas y sistemas sociales donde la iglesia esta llamada a dar testimonio de la verdad. Es la base para una sociedad mas justa y reconciliada. Cuando crece el Reino de Dios crece la iglesia

Para Pensar: ¿Qué tipo de semilla y levadura soy? ¿Dónde estamos sembrando y leudando?

Carlos Scott

Foto de Vinod y Shantini Baskaran