Estar con él, andar con él y aprender de él...
Jesús ejemplificó lo que es el discipulado cristiano. Jesús, tomando la iniciativa, llamó a sus discípulos para que estuviesen con él, Mr. 3:14
Marcos resume las palabras de Jesús en pocas palabras: "...y para enviarlos", Mr. 1:17.
Todos pueden entrar en la profundidad de este compromiso. No se necesita tener un título de grado, ser sabio, intelectual, culto, profesional, religioso/a. No hace diferencia entre pobres y ricos, joven o adulto, hombre o mujer, el que tiene mucha educación y el que no la tiene. Es una invitación abierta para todos/as y no excluye a nadie. Nunca se llega a ser demasiado adulto para comenzar el proceso. Dios sea alabado por todo esto.
El Rey de Reyes y Señor de Señores se acerca y se abre hacia nosotros. Nos dice “yo te amo como un estudiante”, “ven y yo te voy a formar”, nos capacita y ser discípulo/a es el único requerimiento o respuesta. Cualquier persona en cualquier lugar puede entrar en la profundidad de este compromiso. Jesús nos invita a estar con él, andar con él y aprender de él. Es un requerimiento que debe durar toda la vida.
Carlos Scott
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