domingo, 13 de febrero de 2022

Alegría

 “Los llenaré de alegría”


“Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día”, Gn 2:1-3.

El día de descanso es una señal de libertad y amor donde salimos de las carreras opresoras que caracterizan a la sociedad de la productividad y el consumo. Se nos llama a honrar la vida, hacer fiesta y celebrarla

El descansar implica tomar distancia de la sociedad del rendimiento, la autosuficiencia y el poder que está caracterizado por la aceleración; su falso concepto de éxito y exceso de positivismo.

Cuando no tomamos tiempo para descansar podemos creernos que somos los “salvadores” cayendo en la auto explotación de nosotros mismos que nos lleva a vivir “sin límites”. Como el agua que se va entre las manos perdemos los vínculos y la profundidad. Algunos han definido esto como una sociedad líquida, sin consistencia y sensibilidad.

Queremos animar a romper con estos esquemas, es hora de parar y recordar que todo depende de Dios.

Es tiempo de recobrar una teología trinitaria; una teología de las relaciones, dando sentido a la relación con Dios, con nosotros mismos, con el prójimo y la creación.

Que nuestra existencia pueda ser una danza circular de vida y amor donde caminamos hacia el otro. Una teología caracterizada por la proximidad, la equidad y el sentido de pertenencia. Dar valor a las relaciones de unos a otros y romper con los círculos de la propia auto explotación.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

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