viernes, 9 de diciembre de 2022

Dios siempre está en el control

Siempre presente

"Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí? Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?», Mc 4:40-41
Los que no creen no siempre están demasiado lejos. La falta de fe a veces se encuentra en gente que está muy cerca de nosotros. Jesús se encontró en determinado momento con la comunidad de los no creyentes. Eran sus amigos, sus discípulos y no eran extraños. Jesús les seguía revelando todo lo que el Padre le decía y llegó un momento que la fe de ellos fue probada. Estar muy cerca de la iglesia no necesariamente significa que estamos más cerca de Dios. En medio de la tormenta hay desesperación, pero Jesús aparece con autoridad y se ocupa de los "expertos" navegantes y pescadores. El viento y el mar se calman ante la autoridad del Señor. Ellos pretendían llevarlo a la otra orilla, pero es el maestro que una vez más nos demuestra que Dios siempre está en el control. "¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, ... nunca duerme ni se adormece ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre.", Salmo 121
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 8 de diciembre de 2022

Nos ama y anima

Alguien tiene confianza en nosotros

"Ese mismo día, cuando llegó la noche, Jesús les dijo a sus discípulos: «Vamos al otro lado del lago.» Entonces dejaron a la gente y atravesaron el lago en una barca. Algunos fueron también en otras barcas. De pronto se desató una tormenta. El viento soplaba tan fuerte que las olas se metían en la barca, y ésta empezó a llenarse de agua. Entre tanto, Jesús se había quedado dormido en la parte de atrás de la barca, recostado sobre una almohada. Los discípulos lo despertaron y le gritaron: —Maestro, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?, Mc 4:35-38
En cualquier viaje podemos quedarnos dormidos y esto fue lo que le pasó a Jesús. Es la única vez que el evangelio presenta a Jesús durmiendo. Y esto es una situación dramática cuando alguien no debería dormir. El sueño es consecuencia de una jornada muy cansadora, pero el sueño de Jesús expresa, además, su gran confianza en sus amigos. Jesús ha realizado su tarea y ahora les toca a ellos hacer la suya. Es el oficio que tienen. Jesús nos desafía a realizar la labor por la cual hemos sido llamados y sigue confiando en nosotros
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Compartiendo la vida

Nuevas posibilidades

"El hombre se fue, y en todos los pueblos de la región de Decápolis contaba lo que Jesús había hecho por él. La gente escuchaba y se quedaba asombrada", Mc 5:20
Es interesante evaluar las circunstancias que nos rodean. Podemos ser aceptados por motivos erróneos y quizás porque no perturbamos a nadie. Cuando nuestro mensaje deja de ser un mensaje de liberación se puede transformar en una canción de cuna. La presencia auténtica de Jesucristo siempre toca algo y puede chocar contra alguna manera de pensar. Si solo se mantiene el orden establecido pero que en definitiva es lo opuesto a la vida es porque Jesús está demasiado lejos y puede haber muchos que desean mantenerlo así. Jesús es la luz del mundo y esta descubre nuestras propias miserias. Cuando dejamos que su presencia nos examine y toque nuestro territorio algo puede cambiar. La luz de su Espíritu Santo nos lleva a la vida y «El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí", Jn 7:37-38. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

martes, 6 de diciembre de 2022

Libertad

Un seguimiento voluntario 

"Cuando Jesús estaba subiendo a la barca, el hombre que ahora estaba sano le rogó que lo dejara ir con él", Mc 5:18
Jesús no se sirve de su poder para prevalecer. Respeta la voluntad. El seguimiento a Jesús lo marca el amor y no está determinado por alguna fuerza que la obligue. Jesús no marca el seguimiento a su persona por la fuerza. No usa su potestad, dominio o pujanza para vencer las resistencias de las personas y así obtener su adhesión a la verdad. No podemos entrar a la casa de otra persona rompiendo la puerta, presionando, quitando derechos, usando métodos abusivos, manipular a la gente y buscar el amor al poder para dejar de caminar en el poder del amor. Dios hace a las personas libres para elegir, libres para estar con él o no. Dios ha pagado la indemnización por la pérdida de los cerdos. Su precio fue hacer libre y sana a una persona de todo peso espiritual, mental, emocional y físico. Devolverla a la comunidad en su sano juicio. Cuando seguimos voluntariamente a Jesús es el principio de una liberación que nos marca un horizonte de nuevas oportunidades. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

domingo, 4 de diciembre de 2022

Andar por todos los caminos posibles

 De todas partes a todos lados... 

"Cuando Jesús estaba subiendo a la barca, el hombre que ahora estaba sano le rogó que lo dejara ir con él. Pero Jesús le dijo: —Vuelve a tu casa y cuéntales a tu familia y a tus amigos todo lo que Dios ha hecho por ti, y lo bueno que ha sido contigo. El hombre se fue, y en todos los pueblos de la región de Decápolis contaba lo que Jesús había hecho por él. La gente escuchaba y se quedaba asombrada", Mc 5:18-20
La misma persona que le había dicho a Jesús ¿porque te metes con mi vida?, ahora le dice que desea estar con Él y seguirle. Jesús le dijo que vuelva a su casa, familia y amigos para contarles todo lo que Dios había realizado. Esta respuesta nos hace pensar que el seguimiento no debe entenderse con esquemas rígidos. A unos les toca estar lejos de casa mientras que a otros cerca. Cuando Jesús coloca sus pies en un territorio las cosas ya no son como antes y esta persona se convierte en el primer misionero de su región. Seguir a Jesús implica compartir todo el evangelio con todo el mundo hasta que el Señor vuelva. Una nueva humanidad es posible porque el evangelio es un mensaje que transforma toda la existencia humana 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

sábado, 3 de diciembre de 2022

Presupuestos

¿Quién pagará la cuenta?, Mc 5:1-20

La gente de la región de los gerasenos le pidió a Jesús que se aleje. Eran personas que amaban su propio orden y estructura más que ninguna otra cosa. Lo que les mortificaba era ver los dos mil cerdos que flotaban hinchados en el lago. Sólo querían un país sin profetas, sin maestros, sin Dios y sin milagros. Dormir era suficiente. Los demonios se fueron al mar con los cerdos y se ahogaron. ¿Quién pagará la indemnización? Los seguidores de Jesús parece que no tenían demasiados recursos. El Señor les había dicho: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.», Mt 4:19-22.
En otro momento y lugar Jesús se confronto con otra persona que le dijo "—Maestro—respondió el hombre—, he obedecido todos esos mandamientos desde que era joven. Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él —Hay una cosa que todavía no has hecho —le dijo—. Anda (y hazlo)... y tendrás tesoro en el cielo. Después ven y sígueme. Al oír esto, el hombre puso cara larga y se fue triste porque tenía muchas posesiones... Entonces Pedro comenzó a hablar. —Nosotros hemos dejado todo para seguirte—dijo. —Así es —respondió Jesús—, y les aseguro que todo el que haya dejado casa o hermanos o hermanas o madre o padre o hijos o bienes por mi causa y por la Buena Noticia recibirá ahora a cambio cien veces más el número de casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y bienes, junto con persecución; y en el mundo que vendrá, esa persona tendrá la vida eterna. Pero muchos que ahora son los más importantes en ese día serán los menos importantes, y aquellos que ahora parecen menos importantes en ese día serán los más importantes", Mc 10:20-31
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

viernes, 2 de diciembre de 2022

Prioridades

 Cuando tocan a la puerta y no atendemos...

"En una colina, cerca de donde estaban, había unos dos mil cerdos comiendo. Entonces los malos espíritus le rogaron a Jesús: —¡Déjanos entrar en esos cerdos! Jesús les dio permiso, y ellos salieron del hombre y entraron en los cerdos. Los animales echaron a correr cuesta abajo, hasta que cayeron en el lago y se ahogaron... La gente fue a ver lo que había pasado. Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron al hombre que antes estaba endemoniado, y lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente... Pero la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar, Mc 5:11-17
Cuando el demonio cede ante el más fuerte lo que le pide a Jesús es no cambiar de domicilio. "Por favor, te ruego que no nos mandes a otra parte". Donde llega el demonio lo arruina todo por lo tanto la ilusión de escapar termina en el mar. Entre los que corrieron al pueblo para contar lo sucedido, los cerdos que se ahogan y los curiosos que se acercaron no hay que perder de vista a esta persona que "lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente." Es una persona que ha encontrado la paz, la armonía, su identidad y la relación con Dios. Los que estaban allí temblaban de miedo y la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar. Para ellos era más importante los cerdos que ver a esta persona en su sano juicio. Jesús puede ser perturbador y peligroso cuando nos confronta con sus prioridades. Esta gente se vio amenazada por el loco del pueblo y ahora se siente amenazada por Jesús. Ellos acordaron defenderse y con buenos modales lo invitan a que deje ese lugar.  »El que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando.", Mt 12:30. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 1 de diciembre de 2022

El poder del Espíritu de Dios

La liberación y sanidad

"Jesús y sus discípulos cruzaron el Lago de Galilea y llegaron a un lugar cerca del pueblo de Gerasa. Allí había un cementerio, donde vivía un hombre que tenía un espíritu malo. Nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas.... ¡Nadie podía con su terrible fuerza! Día y noche andaba en el cementerio y por los cerros, dando gritos y lastimándose con piedras... al ver a Jesús a lo lejos, corrió y se puso de rodillas delante de él. Jesús ordenó al espíritu malo: —¡Espíritu malo, sal de este hombre! Entonces el espíritu malo le contestó a gritos: —¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo?... Jesús le preguntó: —¿Cómo te llamas? Él respondió: —Me llamo Ejército, porque somos muchos los malos espíritus que estamos dentro de este hombre...", Mc 5:9-10
Los demonios tienen que ver con la muerte y no precisamente con la plenitud de la vida. Esto fue lo que le pasaba a este hombre que andaba entre los sepulcros. Era una persona que gritaba, se lastimaba a sí mismo con piedras y nadie podía controlarlo con su terrible fuerza. El mal es como una fuerza de destrucción. La agresividad contra sí mismo pertenece a la muerte y la locura. A los demonios no les gustan las intervenciones de Jesús por eso le dicen " —¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? ¿Porque te entrometes? ¿Porque te metes en asuntos ajenos?. Este demonio en particular se llamaba "legión" porque eran muchos. Jesús nos dice: "Y si yo echo fuera a los demonios con el poder del Espíritu de Dios, con eso les demuestro que el reino de Dios ya está aquí.", Mt 12:28. El Reino de Dios es el poder y la autoridad de Dios en acción. "El reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él", Mt 11:28. Dios te llama a ser valiente, nacer de lo alto y una nueva vida comienza 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Perder para ganar

 "Cuando todo ha fracasado, el amor vence"

"Entonces los malos espíritus le rogaron a Jesús: —¡Déjanos entrar en esos cerdos! Jesús les dio permiso, y ellos salieron del hombre y entraron en los cerdos. Los animales echaron a correr cuesta abajo, hasta que cayeron en el lago y se ahogaron. Los que cuidaban los cerdos corrieron al pueblo y contaron a todos lo sucedido. La gente fue a ver lo que había pasado. Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron al hombre que antes estaba endemoniado, y lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente. Los que estaban allí temblaban de miedo. Las personas que vieron cómo Jesús había sanado a aquel hombre empezaron a contárselo a todo el mundo. Pero la gente le pidió a Jesús que se fuera a otro lugar", Mc 5:12-16
Un endemoniado se encuentra con Jesús y es liberado. Esto hubiese sido motivo de una gran fiesta, pero Jesús tiene la desagradable sorpresa de encontrarse con personas que no quieren saber nada de su presencia. ¿Qué fue lo que pasó? La gente del lugar se enfadó porque perdieron 2000 cerdos y todo sucedió por sanar a una sola persona, endemoniada y loca. Seguramente las reacciones que encontró Jesús fueron de fastidio, irritación e incomodidad. Quizás le dijeron: "Sí sanar y salvar a una sola persona, loca y endemoniada significa que vas a tocar la economía de la región y nuestras prioridades; ¡No te enojes Jesús por lo que te vamos a decir!; ¡No te queremos aquí!" Cuando los corazones son controlados por la avaricia, el egoísmo, y determinados intereses le quitamos a otros la posibilidad de celebrar la vida. Los apóstoles también estarían asombrados. Se arriesgaron a perder su barca y sus vidas por seguir a Jesús y ahora los echan. Seguir a Jesús implica que una sola persona lo vale todo. Todo nuestro esfuerzo, recursos, todo nuestro amor. La tarea se puede dar por terminada cuando nos echan muy sutilmente o simplemente cuando no se entiende que Jesús quiere transformar nuestro duro corazón. La transformación es posible, solo si le entregamos lo que más nos cuesta. Jesús es el Señor de la vida y no se conforma en quedar relegado. Jesús espera que nos alegremos en perder para ganar.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox

martes, 29 de noviembre de 2022

Prepárate para vivir

Los asuntos imposibles

"La gente se burló de Jesús. Entonces él hizo que todos salieran de allí. Luego entró en el cuarto donde estaba la niña, junto con el padre y la madre de ella y tres de sus discípulos. Tomó de la mano a la niña y le dijo en idioma arameo: —¡Talitá, cum! Eso quiere decir: «Niña, levántate.» La niña, que tenía doce años, se levantó en ese mismo instante y comenzó a caminar. Cuando la gente la vio, se quedó muy asombrada. Pero Jesús ordenó que no le contaran a nadie lo que había pasado, y después mandó que le dieran de comer a la niña", Mc 5:40-43
La verdadera fe es capaz de tratar con Jesús los asuntos imposibles y esta es su especialidad. Una fe que trata con Jesús los asuntos posibles es timidez, miedo. Son las buenas maneras de "no molestar al Maestro". Jesús no te dice "prepárate para morir", sino más bien "prepárate para vivir". Con Jesús la muerte se ve obligada a dejar paso a la vida: "Niña, levántate". La verdad de Jesucristo está ligada con la vida. "En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla", Jn 1:4-5. La ausencia de vida es igual a la ausencia de luz, por lo tanto, es vida empobrecida, disminuida, sofocada. Es necesario dilatar los espacios del corazón y la mente para vivir en plenitud. La verdad nos busca para darnos vida, para volver a levantarnos y estar en el camino. Seguir a Jesús no se trata de una vida disminuida, limitada, mutilada. Se trata en que tienes que vivir y tus posibilidades necesitan ser desarrolladas. La cruz de Cristo y su resurrección es el triunfo de la vida. Jesús se enfoca en darnos vida y que esta sea abundante "y después mandó que le dieran de comer a la niña". Jesucristo es la luz de la humanidad y el esplendor de la vida.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

lunes, 28 de noviembre de 2022

Esperanza

La fiesta del despertar

"Cuando llegaron a la casa de Jairo, vieron que la gente lloraba y gritaba y hacía mucho alboroto. Entonces Jesús entró en la casa y les dijo: —¿Por qué lloran y hacen tanto escándalo? La niña no está muerta, sólo está dormida.", Mc 5:38-39
La palabra dormir era el término hebreo que se usaba para indicar la muerte. A los difuntos se les llamaba "durmientes". La gente del lugar se encontraba llorando, gritaba y hacía alboroto. Estas acciones nos indican la imposibilidad de ver a la niña con vida, pero para Jesús todo era diferente. Para la gente incapaz de resucitarla, la niña estaba muerta; para Dios, dormida. La gente celebraba la liturgia de la muerte, pero Jesús viene a celebrar la liturgia de la vida, la fiesta del despertar. Jesús nos vuelve a desafiar:  "—Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá. Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?", Jn 11:25-26. Nuestro Dios nos invita a creer, confiar, entregar nuestras vidas a él y celebrar la vida que comienza en el aquí y ahora y es para siempre. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

Dejar los prejuicios

  Desliz "¿Tú qué opinas?", Jn 8:5 Dios nos llama a purificar nuestra vida y la forma de ver la vida. Se trata de salir de nuestro...