Los asuntos imposibles
"La gente se burló de Jesús. Entonces él hizo que todos salieran de allí. Luego entró en el cuarto donde estaba la niña, junto con el padre y la madre de ella y tres de sus discípulos. Tomó de la mano a la niña y le dijo en idioma arameo: —¡Talitá, cum! Eso quiere decir: «Niña, levántate.» La niña, que tenía doce años, se levantó en ese mismo instante y comenzó a caminar. Cuando la gente la vio, se quedó muy asombrada. Pero Jesús ordenó que no le contaran a nadie lo que había pasado, y después mandó que le dieran de comer a la niña", Mc 5:40-43
La verdadera fe es capaz de tratar con Jesús los asuntos imposibles y esta es su especialidad. Una fe que trata con Jesús los asuntos posibles es timidez, miedo. Son las buenas maneras de "no molestar al Maestro". Jesús no te dice "prepárate para morir", sino más bien "prepárate para vivir". Con Jesús la muerte se ve obligada a dejar paso a la vida: "Niña, levántate". La verdad de Jesucristo está ligada con la vida. "En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla", Jn 1:4-5. La ausencia de vida es igual a la ausencia de luz, por lo tanto, es vida empobrecida, disminuida, sofocada. Es necesario dilatar los espacios del corazón y la mente para vivir en plenitud. La verdad nos busca para darnos vida, para volver a levantarnos y estar en el camino. Seguir a Jesús no se trata de una vida disminuida, limitada, mutilada. Se trata en que tienes que vivir y tus posibilidades necesitan ser desarrolladas. La cruz de Cristo y su resurrección es el triunfo de la vida. Jesús se enfoca en darnos vida y que esta sea abundante "y después mandó que le dieran de comer a la niña". Jesucristo es la luz de la humanidad y el esplendor de la vida.
Carlos Scott
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