Cuando otros aprietan y empujan
"—Ves que te apretuja la gente —le contestaron sus discípulos—, y aun así preguntas: “¿Quién me ha tocado?”, Mc 5:31
Jesús pide que se identifique quien le tocó. Jesús no se conforma que solamente le toquemos en nuestra necesidad. Busca un nombre, un rostro, una historia, necesita un diálogo abierto para que descubramos nuestras verdaderas posibilidades. El obrar con fe en su nombre abre la puerta al talento, el don, el potencial y la capacidad. Implica la destreza, aptitud y habilidad. En la persona de Jesús está nuestro potencial y cuando le tocamos lo natural se convierte en sobrenatural. No te desanimes y sigue adelante. No te preocupes si otros empujan o te quieren quitar el lugar. Esa será tu oportunidad para que descubras otra posibilidad y su poder. Siempre existe la ocasión de tocar su manto, ser identificado por su mirada y ser recibido como una persona amada.
Carlos Scott
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