lunes, 2 de octubre de 2023

Perturbador

Absoluto, absoluto.

"Pablo y Silas continuaron su viaje. Pasaron por las ciudades de Anfípolis y Apolonia, y llegaron a la ciudad de Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Como de costumbre, Pablo fue a la sinagoga y, durante tres sábados seguidos, habló con los judíos de ese lugar. Les leía la Biblia, y les probaba con ella que el Mesías tenía que morir y resucitar. Les decía: «Jesús, de quien yo les he hablado, es el Mesías», Hch 17:1-3

En Tesalónica, Pablo sigue su costumbre de comenzar su predicación en la sinagoga y presenta su mensaje por tres sábados. Muchos griegos que amaban y obedecían a Dios creyeron y también muchas mujeres importantes de la ciudad. Los demás judíos tuvieron envidia y comenzó una persecución para que el pueblo los maltratara. Ellos decían que desobedecían al emperador romano porque proclamaban a Jesús como el rey. Estas acusaciones tienen algo de falso y algo de verdad. Son falsas porque el verdadero motivo por el cual se los acusa es la envidia por temor a perder el control del pueblo y de las mujeres importantes que apoyaban a la sinagoga económicamente. Pero también las acusaciones son verdaderas cuando se declara que el señorío absoluto de Jesús pone en tela de juicio el señorío del Cesar que también pretende ser absoluto. No podemos negar que el mensaje sobre el Señorío de Jesucristo es perturbador cuando se afirma la diferencia entre el mundo tal cual es y el mundo tal cual Dios quiere que sea. Donde Dios es Rey, no puede haber otro rey absoluto. El mensaje cristiano hecha por tierra todos los absolutismos. Decimos que hay otro REY y es Jesús. El orden presente es juzgado en base al renio venidero. La misión existe porque todavía no existe la adoración en todas las etnias, porque el mal todavía no ha sido derrotado y la bendición de Dios no se completado. Jesucristo es nuestro absoluto, absoluto. Él es el REY.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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