martes, 3 de octubre de 2023

No, me da vergüenza

Vivir el evangelio

“Al llegar la noche, los seguidores de Jesús enviaron a Pablo y a Silas a la ciudad de Berea. Cuando ellos llegaron allí, fueron a la sinagoga. Los judíos que vivían en esa ciudad eran más buenos que los judíos de Tesalónica. Escucharon muy contentos las buenas noticias acerca de Jesús, y todos los días leían la Biblia para ver si todo lo que les enseñaban era cierto. Muchos de esos judíos creyeron en Jesús, y también muchos griegos, tanto hombres como mujeres. Estos griegos eran personas muy importantes en la ciudad”, Hch 17:10-12

Berea era una ciudad un poco apartada de los principales caminos y se encontraba aproximadamente a unos 90 km de Tesalónica. Quizás los hermanos de Tesalónica les recomendaron a los misioneros que fueran a esa ciudad porque tenían contactos allí. Lucas nos relata el trabajo de Pablo y Silas en esa ciudad. Los judíos de Berea eran mas nobles, es decir, de mejor disposición, pues estaban dispuestos a estudiar las Escrituras y ver si lo que Pablo decía era cierto. Los de Berea fueron más cautelosos y reflexivos. Muchos creyeron en Jesús, pero cuando los judíos de Tesalónica supieron que Pablo estaba en Berea anunciando las buenas noticias, fueron y alborotaron a la gente en contra de Pablo. Para muchos este evangelio les pareció subversivo o escandaloso. Los acusaban de revoltosos, agitadores y perturbadores del orden público. El evangelio suele ser perturbador cuando nos confronta con la necesidad de reconciliarnos con Dios, con el prójimo y la creación.¿Qué habremos de hacer como seguidores de Jesucristo? Pablo y sus compañeros siguieron predicando, enseñando y viviendo el evangelio. “No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son. La buena noticia nos enseña que Dios acepta a los que creen en Jesús. Como dice la Biblia: «Aquellos a quienes Dios ha aceptado, y confían en él, vivirán para siempre.», Ro 1:16-17.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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