Su poder para hoy
"El mensaje del Señor Jesús se anunciaba en más y más lugares, y cada vez más personas creían en él, porque veían el gran poder que tenía”, Hch 19:20Pablo cruzó la región montañosa y llegó a la ciudad de Éfeso. El poder de Dios se manifestaba por medio de la palabra y el espíritu. Eran hechos concretos que evidenciaban aceptar a Jesús como su Señor y recibir el Espíritu Santo. Pablo predicaba diciendo a la gente que tenía que creer en Jesús y se bautizaban aceptando a Jesús como su Señor. Las personas recibían el Espíritu Santo que venía sobre ellos y comenzaban a hablar en idiomas extraños y dieron mensajes de parte de Dios. En toda la provincia de Asia escucharon el mensaje del Señor Jesús. Este poder también se evidenciaba por los grandes milagros. "La gente llevaba los pañuelos o la ropa que Pablo había tocado, y los ponía sobre los enfermos, y ellos se sanaban. También ponía pañuelos sobre los que tenían espíritus malos, y los espíritus salían de esas personas”, Hch 19:12. Los espíritus malos se sujetaban y eran expulsados por la predicación de Pablo, pero no aceptaban ninguna imitación de aquellos que deseaban hacer algo parecido por medio de una construcción humana. “Muchos de los que habían creído en Jesús le contaban a la gente todo lo malo que antes habían hecho. Otros, que habían sido brujos, traían sus libros de brujería y los quemaban delante de la gente”, Hch 19:18-19. “Y por todos lados se respetaba el nombre del Señor Jesús”. Este mismo poder está presente para nuestros días. Pablo después de estos sucesos tomo la determinación que su destino sería Roma para luego llegar a España. La palabra de Dios nos anima a seguir demostrando el poder del amor evidenciado en el fruto del Espíritu Santo y llegando a todas las personas en todas partes. “Así la palabra del Señor crecía y se difundía con poder arrollador”. “Pues el reino de Dios no consiste en las muchas palabras sino en vivir por el poder de Dios”. “Cuando alguien pertenece al reino de Dios, lo demuestra por lo que hace y no sólo por lo que dice”, 1 Co 4:20.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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