¿Por qué hacen esto?
«Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, gritó en su dialecto local: «¡Estos hombres son dioses en forma humana ... Amigos, ¿por qué hacen esto? ¡Nosotros somos simples seres humanos, tal como ustedes! Hemos venido a traerles la Buena Noticia de que deben apartarse de estas cosas inútiles y volverse al Dios viviente, quien hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos”, Hch 14:11-15Pablo y Bernabé estaban en Listra y encontraron a un hombre lisiado que había nacido así y jamás había caminado. Mientras Pablo predicaba lo miró fijamente y se dio cuenta de que el hombre tenía fe para ser sanado. “Así que Pablo lo llamó con voz alta: «¡Levántate!». Y el hombre se puso de pie de un salto y comenzó a caminar”. La gente interpreto que Pablo y Bernabé eran dioses y comenzaron a hacer preparativos para ofrecerles sacrificios. Los apóstoles intentaron disuadirlos a gritos: ¡Nosotros somos simples seres humanos, tal como ustedes! Con estas palabras, a duras penas pudieron contener a la gente para que no le ofreciera sacrificios. Pablo y Bernabé no permitieron la adulación pública, tampoco la idolatría y el culto a la personalidad. No era para ellos un camino alternativo para seguir a Jesús. La gente no siempre tiene la misma opinión en cuanto al origen de estas señales y la sanidad puede ser atribuida a falsos dioses, ídolos o bien a la capacidad humana. Hay una tendencia muy humana a la idolatría y lo que suele suceder es que las personas tratan de pasar la adoración, admiración y reconocimiento que solo Dios merece a otras personas a quienes Dios toma por mensajeros. El problema es mayor cuando el liderazgo estimula tales sentimientos y se forman pequeños imperios. El peor de los daños es cuando se coloca un ídolo en lugar del Dios supremo. Pablo y Bernabé se negaron a que se les adore porque la adoración a su persona seria una negación del mensaje que predicaban. Lo importante no es que la gente crea. Lo importante es que crea en Dios y en Jesucristo. “Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén”, Ro 11:36 . “¡Que todo el honor y toda la gloria sean para Dios por siempre y para siempre! Él es el Rey eterno, el invisible que nunca muere; solamente él es Dios. Amén.”, 1 Ti 1:17
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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