Palabras de gracia
“En Iconio los apóstoles se quedaron allí por mucho tiempo, predicando con valentía acerca de la gracia del Señor. Y el Señor demostraba que el mensaje era verdadero al darles poder para hacer señales milagrosas y maravillas”, Hch 14:3En un viaje de más 150 kilómetros Pablo y Bernabé llegan a Iconio desde Antioquía de Pisidia. Iconio era un ciudad grande y rica (hoy se llama Konya). Ellos predicaron con tanto poder que un gran número de judíos y griegos se hicieron creyentes, pero muchos rechazaron el mensaje y envenenaron la mente de los gentiles. La gente de la ciudad estaba dividida en cuanto a su opinión sobre ellos. Algunos estaban del lado de los judíos, y otros apoyaban a los apóstoles. Pablo y Bernabé predicaron sobre la gracia del Señor, pero la gracia de Dios es destructora de toda pretensión y privilegios humanos. Implica que cuando el Espíritu se derrama lo hace sobre quien desea o bien sobre la comunidad y no le pertenece a nadie en especial. Esto puede producir celos y envidia en determinados sectores jerárquicos motivados por tener el control sobre la gente y su reconocimiento. Estas palabras de gracia para algunos pueden representar una amenaza. Nuestro desafío es que el mensaje del Señor siga siendo “palabra de gracia” y no de odio y venganza. “Y el Señor demostraba que el mensaje era verdadero al darles poder para hacer señales milagrosas y maravillas”
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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