miércoles, 16 de agosto de 2023

El Espíritu Santo

 El impulso necesario

“Entre los profetas y maestros de la iglesia de Antioquía de Siria se encontraban Bernabé, Simeón (llamado «el Negro»), Lucio (de Cirene), Manaén (compañero de infancia del rey Herodes Antipas) y Saulo", Hch 13.1

La dedicación personal y la búsqueda de la voluntad de Dios en nuestras vidas son de primera importancia y en la relación unos con otros podemos descubrir lo que implica ser una comunidad con una fe relacional o trinitaria. Se nos habla de la importancia de la unidad sin caer en la uniformidad, la distinción sin el individualismo y la diferencia sin caer en la división. Nuestro desafío está en escuchar a Dios, pero no lo podremos hacer sin aprender a escucharnos unos a otros. En comunidad es donde aprendemos a caminar hacia el otro generando espacios y dando lugar a los demás. El Espíritu Santo impulsa a la iglesia a una nueva dimensión que la lleva a interpretar la misión. “Un día, mientras ellos estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo les dijo: «Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial», Hch 13:2 

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

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