miércoles, 8 de mayo de 2024

Iluminar

 Secretos

"Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre", Jn 3:13

Solo él, Dios hecho humano en la persona de Jesús, bajó del cielo y es capaz de traernos los secretos de la salvación. Únicamente Jesús tiene autoridad indiscutible y se nos invita a escucharlo. Jesús está en comunión constante con el cielo abierto. "Y luego les dijo a todos: «Les aseguro que ustedes verán el cielo abierto, y verán también a los ángeles de Dios subir y bajar sobre mí, que soy el Hijo del hombre.», Jn 1:51. Por eso puede revelar las "cosas del cielo". La experiencia de lo divino y lo humano fundan su autoridad. Por lo general vivimos pensando en las cosas de la tierra, pero Jesús provoca el deseo de otra cosa para que nos demos cuenta que sin las cosas del cielo no es posible vivir en la tierra. La nostalgia de lo divino nos hace más humanos, lo contrario nos puede llevar a perder nuestra humanidad. Busquemos iluminar con la luz de lo alto las realidades terrenas y dar un significado al camino de aquí abajo. Las realidades celestiales dan su fruto aquí en la tierra. Vivamos en relación con Dios y la gente. Seamos fieles al cielo sin traicionar a la tierra.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 7 de mayo de 2024

No saber

 Misterio

— "¿Cómo es posible todo esto? —preguntó Nicodemo", Jn 3:9

Nicodemo comenzó a pensar que sería posible nacer de nuevo por medio del Espíritu, pero quería saber "cómo". "Jesús le contestó: —¿Tú eres un respetado maestro judío y aún no entiendes estas cosas?". Como un experimentado maestro conocería el sentido de los textos que dicen: "yo me olvidaré de sus maldades; las limpiaré como quien limpia un trapo sucio. Yo les daré nueva vida. Haré que cambien su manera de pensar. Entonces dejarán de ser tercos y testarudos, pues yo haré que sean leales y obedientes. Pondré mi espíritu en ustedes, y así haré que obedezcan todos mis mandamientos", Ez 36:25-27. Nicodemo "sabe", pero ¿qué le falta? Quizás su conocimiento es teórico o quizás prefiere mantener cierta distancia. Se pueden conocer muchas cosas incluyendo los detalles, pero existe un saber que es el modo más seguro de no saber. Se trata de tener valor, dar un paso y un salto decisivo para conocer al Señor. "Les aseguro que les contamos lo que sabemos y hemos visto, y ustedes todavía se niegan a creer nuestro testimonio". El Señor habla de aquello que conoce, de lo que ha experimentado. Es Dios hecho humano, habla del verdadero conocimiento de Dios y el mundo. "Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me creerán si les hablo de las cosas del cielo?". Jesús nos empuja más allá. Él propone siempre algo más, no algo menos. Nos invita a liberarnos y volar. "Ven Espíritu Santo a nuestras vidas". "Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre. Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, y del mismo modo yo, el Hijo del hombre, tengo que ser levantado en alto, para que todo el que crea en mí tenga vida eterna", Jn 3:13-15

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 6 de mayo de 2024

El Espíritu de Dios

 El viento

“El viento sopla”, Jn 3:8 "De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados", Hch 2:2

Lo acontecido con Nicodemo se reflejará más adelante con todos los discípulos. Se escuchó un ruido como el estruendo de un viento "Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad". La iglesia ha nacido como un viento fuerte e impetuoso y se nos llama en este tiempo a no tener bloqueadas las cerraduras. Las ventanas y puertas abiertas pueden ser el símbolo de algo que esperamos en este tiempo para que Dios nos sacuda nuevamente trayendo vida y esperanza a toda la humanidad. El viento levanta, arrastra, desconcierta, sopla, desordena, puede golpear y arrancar de raíz. Dejemos que haga su trabajo y no graduemos la acción del Espíritu. Demos la bienvenida a lo que Dios traerá dejando de lado nuestra función de árbitros, con reglas cuidadosamente fijadas por nosotros. Pidamos y probemos recibir de Dios su llenura e inspiración sin correr a los refugios intelectuales. Que en este tiempo el Espíritu de Dios nos aliente trayendo sed de su Palabra y una relación íntima con su persona hacia una vida en misión orientada en la dirección del amor

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 5 de mayo de 2024

Comenzar de nuevo

 Años de conocimiento y experiencia


"El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento, pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu", Jn 3:8

Nicodemo es una persona de edad adulta, educado e irreprochable, pero un viento de frescura que hace nuevas todas las cosas le quiere tocar. Se trata de un viento diferente que viene sobre su conocimiento y experiencia. Él sabía un montón de cosas, excepto lo más importante: que es necesario comenzar de nuevo la propia vida, partiendo de un principio vital diferente. El saber humano no consigue capturar las trayectorias del Espíritu y nuestros propios esquemas o modelos no pueden domesticar la acción del Espíritu. Jesús en estas comparaciones destaca la libertad del Espíritu: "El viento sopla hacia donde quiere". Podemos ser un signo de interrogación porque el viento nos ha tocado, está aquí y nos lleva más allá. Su fuerza viene de lo alto, del Espíritu inspirador y animador de la misión. El Espíritu de Dios es el que hace todas las cosas y todo se trata de dejarse llevar. Se nos llama a seguir a Dios y puede respondernos con algo diferente de lo que esperamos. El Espíritu de Dios está fuera de todo programa, tiene el control de toda situación y vence nuestras resistencias. Dejarse llevar por el viento o bien por el Espíritu es todo un desafío que nos incomoda muchas veces, nos desorienta, pero nos invade sin poder entenderlo todo. Escuchar la voz del Espíritu por la Palabra significa desplegar las velas al viento sin saber a qué playas llegaremos. El Espíritu lo transforma todo, rompe los esquemas y nos hace respirar aire puro.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 4 de mayo de 2024

Definirse

 Volver a empezar

“Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7.

Las palabras de Jesús siguen vigentes “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios”, Jn 3:3. Jesús nos confronta con nuestra identidad, quien realmente somos y qué pretendemos. Nos habla de la importancia de ver el Reino de Dios. Jesús nos vuelve a decir: “Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7. Jesús busca una transformación que va más allá de ser religioso o de asistir a los cultos. Es una invitación a ir al principio, comenzar de nuevo, un proceso de crecimiento y transformación. Es nacer de nuevo, “desde arriba” o “de lo alto”. Es nacer del Espíritu. Nacer del Espíritu representa el poder divino. “El ser humano tiene que pasar por una transformación que uno mismo es incapaz de lograr y que debe venir como don de Dios. Está fuera de nuestro poder y control”. Jesús habló del Espíritu como el viento, Jn 3:8; y ambos están fuera del poder humano: van donde quieren sin poder entender desde donde se mueven o a donde van. El Reino de Dios nos confronta y a su vez nos invita a todos. Nos invita a nacer de nuevo y a participar en la misión de Dios. Es un llamado a reconocer nuestra limitación, renunciar a nuestras pretensiones y dejar que Jesús nos salve. La venida de Jesucristo sigue generando una crisis en el mundo de hoy. La crisis es esta: hay que definirse. La necesidad de nacer de nuevo o volver a cero en la vida es la necesidad de responder hoy, Jn 3:16-21. El nuevo nacimiento viene de lo alto o desde arriba, pero sucede aquí en la tierra.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 3 de mayo de 2024

Todo se descubre

 El Espíritu

"Jesús le contestó: —Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de agua y del Espíritu", Jn 3:5

Nacer de "de lo alto" es explicado con la frase nacer del agua y del Espíritu. Nicodemo como buen maestro judío podría recordar la escritura que dice: “Entonces los rociaré con agua pura y quedarán limpios. Lavaré su inmundicia y dejarán de rendir culto a ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. Pondré mi Espíritu en ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas", Ez 36:25-27. El Espíritu determina una nueva creación, un nuevo nacimiento. Juan nos dice: "pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.", Jn 1:12-13. El Espíritu nos lleva a tomar conciencia de nuestra condición como pecadores y la necesidad de Dios. El Espíritu todo lo descubre porque la luz todo lo examina. El Señor nos invita a trascender y superar los propios límites. Es cuando comienza un proceso de liberación que se traduce como transformación. Dios nos desafía a tener una nueva perspectiva que provoque una resonancia interior. Dejemos que su Espíritu penetre en profundidad, que llegue al corazón y nos haga "otra persona". Aceptemos una Palabra que nos supere. "Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

jueves, 2 de mayo de 2024

Estar Disponible

Credulidad  

— "¿Qué quieres decir? —exclamó Nicodemo—. ¿Cómo puede un hombre mayor volver al vientre de su madre y nacer de nuevo?", Jn 3:4

Nicodemo ante la declaración de Jesús permanece dudoso y descreído. Parece chocar contra el muro de lo imposible. Solo conoce la trayectoria que va de lo pequeño a lo grande, del niño al adulto, Su manera de ver la vida es apoyarse en el campo de lo que le es familiar dentro de las posibilidades humanas. Considera que el cambio es una conquista humana. Jesús lo desafía a que pueda darse cuenta de que el nuevo nacimiento es espiritual y no depende del esfuerzo humano, sino de la acción de Dios, a la que hay que estar disponibles. No es cuestión de volver para atrás, sino de abrirse al futuro, que ya está presente. La idea del Reino de Dios es un espacio abierto, luminoso y de gracia, pero Nicodemo razona con su propio esquema teológico basado en el propio esfuerzo humano como medio para llegar a Dios. Le cuesta pensar que Dios se ha hecho hombre en la persona de Jesucristo y ha descendido para darnos su salvación y amor. En este tiempo somos desafiados no en hacer, sino en dejarnos hacer por la obra de Dios. No se trata de la conquista humana, sino de la gracia de Dios. Es posible para cada una de nuestras vidas que suceda lo inesperado y poder nacer del Espíritu. El nuevo nacimiento viene de lo alto y es lo que más necesitamos para toda persona, comunidad y nación. No renunciemos a los sueños y confiemos en Dios  

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox


miércoles, 1 de mayo de 2024

Lo importante

 Tema de fondo 

"—Rabí —le dijo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo. Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios", Jn 3:2-3

Nicodemo en su encuentro con Jesús no tuvo tiempo de formular ninguna pregunta. Esbozó algunos elogios al Maestro, pero Jesús lo interrumpió y fue al tema de fondo, el que más le importaba. Nos puede pasar que algunas veces no tratamos las cuestiones principales, pero Jesús nos lleva al corazón del problema. Son caminos impensados donde se siente la incomodidad y cierto vértigo. Jesús sabe dónde colocar el afilado bisturí de su palabra. No se trata de saber, pertenecer a una determinada tradición, con religión o sin religión. Se trata de "nacer de nuevo, de lo alto", romper con el pasado y comenzar desde el principio. Es necesario un nuevo inicio que cancele todo lo anterior. Si nos encerramos en nuestro pasado cualquiera que sea, le negamos a Dios la posibilidad de intervenir en nuestra vida. Jesús te ofrece la posibilidad de ser nuevo y comenzar siempre de nuevo. Cuando Jesús se encuentra con nuestras historias pasadas, nos desafía a dejar lo viejo y nacer a una nueva vida. Nicodemo ha visto todo, incluso sus milagros, y desde fuera se ha limitado a comprender con la mente. Ahora se le invita a "entrar adentro y tener comunión con el Señor". Dios nos invita a creer y conversar con Él.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 30 de abril de 2024

Posibilidad

 Superación

"Este fue de noche", Jn 3:2

Jesús le habló a Nicodemo y nos habla a cada uno de nosotros. Es necesario nacer de lo alto, nacer del Espíritu. El evangelio de Juan nos habla de una posibilidad de superación que su origen está en Dios. Nacer del Espíritu es lo contrario a la "carne".  La palabra carne, usada en el sentido teológico y ético, hace referencia al esfuerzo personal independiente de Dios. Se refiere a lo que puede hacer el ser humano sin la ayuda, guía y poder divino. Puede estar marcado por la impotencia, limitación, falta de plenitud, incompleto, realizado sólo parcialmente, incapaz de cumplir el proyecto de Dios. El ser humano marcado por su debilidad, precariedad e insuficiencia se le presenta la posibilidad de abrirse al Espíritu de Dios. La superación es posible sólo a través de una intervención de Dios. Juan pone en evidencia la gracia de Dios y su iniciativa en la persona de Jesucristo. Por lo tanto, la condición para ver el Reino y entrar en él es nacer de lo alto, del agua y del Espíritu. ¿Cómo es posible?, ¿Cómo puede ser esto? El criterio del juicio en la respuesta humana es creer y no creer. La noche puede ser interpretada como un símbolo del rechazo y la elección de las tinieblas, pero también como un deseo de salir afuera. En Nicodemo encontramos a una persona que busca. Se encuentra en la noche, porque todavía no ha conocido a Jesús que es la luz. Podemos elegir creer y necesitamos la fe. "Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios", Ef 2:8. "Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.", Ro 10:17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 29 de abril de 2024

Daniel, Marta e Iker Scott Rizzo

  ¡Hola amigos/as! Ayer gracias a Dios tuvimos un encuentro muy especial en la cafetería de un hotel del pueblo de Orio. Alrededor de una mesa, tomando café un grupo de 11 personas, dimos gracias a Dios (cada uno escribió un motivo), estudiamos juntos un pasaje de la vida de Jesús (Juan 2:13-22), y al final participamos de los símbolos de la Cena del Señor. Fue una muy bonita sorpresa recibir a 7 vecinos/as del pueblo que vinieron por primera vez y que invito Mariaje. ¡Damos gracias y gloria a Dios!


Por favor sigan orando🙏🏽 por la plantación de la iglesia en euskera en el pueblo de Orio, por Mariaje y las personas que vinieron por primera vez ayer. Muchas gracias por tus oraciones. Son muy importantes para nuestras vidas, y la misión en el pueblo vasco. ¡Un fuerte abrazo!

Daniel, Marta e Iker Scott Rizzo

Todo por aprender

  Los que saben

"Había un hombre llamado Nicodemo, un líder religioso judío, de los fariseos. Una noche, fue a hablar con Jesús: —Rabí —le dijo—, todos sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos. Las señales milagrosas que haces son la prueba de que Dios está contigo. Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios", Jn 3:1-3

Nicodemo es un respetable judío que tiene una conversación nocturna con Jesús. Su miedo es el comprometerse, pero pasa de la noche a la luz. Él es anciano, sin embargo, Jesús le advierte de que todavía tiene que nacer. Se le ofrece la oportunidad de comenzar desde el principio. Sus cabellos blancos no son un obstáculo, ¡Debe prepararse para nacer! Nicodemo comienza la conversación con la palabra "sabemos". El forma parte del grupo de aquellos que "saben", pero luego del contacto con Jesús se da cuenta que no sabía nada. Le queda todo por aprender. Quizás él pretendía discutir de teología, pero Jesús los lleva al corazón del problema. "Jesús le respondió: —Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios." Hay un momento delante de Dios que lo único que nos queda es escuchar, creer y adorar. Este es un momento donde Nicodemo es desafiado a escuchar y abrirse a la revelación. Es siempre así y no se trata de discutir, sino de creer y decidirse.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Dejarse cuestionar

  Abrir los ojos “Entonces Jesús dijo: —Yo he venido a este mundo para hacer justicia, para que los ciegos vean y los que ven se queden cieg...