sábado, 10 de diciembre de 2022

Confianza en la ayuda divina

Estado crítico

"Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron..."  Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí? Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?», Mc 4:38-41
Los discípulos tuvieron que afrontar una circunstancia que los supera y estaban a punto de perder la vida. El miedo puede apagar la fe. Jesús le dijo: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Cuando los miedos humanos son grandes, lo que en realidad se hunde es la fe. Jesús nos anima a madurar una fe que venza el miedo. Se trata de una fe que pueda romper el círculo destructivo del temor para abrirse a la confianza en la ayuda divina y poder afrontar la prueba con serenidad. ¡Despierta y defiéndeme!, Sal 35:23. Y los peregrinos cantaban: "Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto,... nunca duerme ni se adormece." Sal 121:3-4. "Cuando siento miedo, confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas; Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. ¡Nadie podrá hacerme daño jamás!, Sal 56:3-4. Se trata de seguir teniendo fe en un Dios que tiene el control y aún más, en un Dios que duerme.  
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

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