ETERNO
La vida está en constante movimiento, y es difícil predecir qué tendencias durarán y cuáles serán momentáneas. La palabra de Dios tiene una constante: “Tu reino es un reino eterno, tu dominio permanece por todas las edades.” Salmo 145:13.
Esta alabanza de adoración escrita por David le recordaba al pueblo la grandeza de Dios e invitaba a "cada generación a celebrar sus obras y proclamar su grandeza para que todo el mundo le conozca"
En la vida del pueblo, este Salmo era recitado tres veces al día y se convertía en una realidad al hablar del esplendor de la gloria del Señor, de su poder, fidelidad, bondad.
Dios es bueno, está cerca, nos cuida y atiende nuestro clamor. Es un Dios generoso, sostiene al agobiado y levanta al caído.
El Señor es justo, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. Nos da alimento, nos sacia con su favor y se compadece de su creación.
Todo esto nos recuerda quién es Dios, a diferencia de otros reinos y gobiernos terrenales. Él es siempre compasivo y su reino durará por siempre
En medio del constante cambio Dios permanece fiel. Entonces, nuestro servicio y entrega vale toda la vida.
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