"Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz." — Isaías 9.6
Cientos de años antes, otros nombres se habían anunciado para «El Ungido». Entre ellos, Isaías habló de uno que sería llamado Consejero Admirable. ¿Qué significaba ser «consejero» en tiempos bíblicos? Era uno de los roles que asumía un rey u otro oficial de alto rango, y su tarea era ser sabio y juicioso frente a la mayoría de las preguntas difíciles, las negociaciones más complejas y los problemas más insolubles. El consejo del rey era supremo, pero no era infalible. Todos sabemos que hay consejo bueno y consejo carente de valor.
Aquel nacido de una virgen sería llamado Consejero Admirable. Esto es algo diferente. La palabra hebrea para admirable significa algo fuera de lo común, claramente distinto, más allá de la explicación humana. Jesús nos da una visión clara para que nuestra vida siga el buen consejo. Nos instruyó con palabras de sabiduría. Nos dio ejemplo de cómo es llevar una vida consagrada al Padre. ¿Cuán a menudo seguimos su consejo? ¿Cómo podríamos vivir más conscientemente a la luz del ejemplo que nos dejó?
Oración para este día:
Señor, necesito tu consejo en cada aspecto de mi vida. Al pensar sobre mi familia, amigos, trabajo y decisiones, sé que necesito ser sabio. Por eso, ayúdame a escucharte en esta Navidad como el Único que es Consejero Admirable.
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