jueves, 16 de mayo de 2024

Examen

 Fastidio

"La luz de Dios llegó al mundo", Jn 3:19

Hay gente que se cree poderosa e importante pero muy fastidiosa cuando se la confronta con los cambios que deben hacer a nivel personal y estructural. La palabra de Dios puede ser una luz fastidiosa e intolerable cuando nos señala. Se suele culpar a los demás por todo lo que nos desagrada y justificarnos cuando el Espíritu de Dios nos confronta y nos dice: "Tú eres esa persona". La luz que el Señor me ofrece, por muy incómoda que sea, es una luz que me pone en pie, dispuesto a caminar, con él, por otro camino. “Mostraré cuán santo es mi gran nombre, ... Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo ... Sin embargo, recuerden, dice el Señor Soberano, que no lo hago porque lo merezcan ..., y todos sabrán que yo soy el Señor”, Ez 36:21-38.

Carlos Scott

Foto Wade Peronto 

08 - Saturación y multiplicación de plantación de iglesias

miércoles, 15 de mayo de 2024

Evidencia

 Luz 

"La luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto", Jn 3:19-20

Cuando no prestamos atención a lo que Dios nos indica, su voz de amor se hace más evidente. Ante los rechazos, la infidelidad y la negación, Dios no se retira. Dios nos sigue amando. Nuestro Dios arriesga todo y se hace presente por medio de Jesucristo. Lo da todo porque nos ama hasta el fin. Dios no dice "basta". En Jesucristo vemos la expresión máxima de su amor y no se guarda nada. Amar y entregar indican la acción de Dios. Nadie se atrevió a tanto. La alternativa que se nos presenta es muy sencilla: colocarnos a favor o en contra de un estilo de vida conforme al amor revelado por Jesús. Dios nos presenta una "vida entera y eterna" en oposición a no perecer, sucumbir o extinguirnos. Todo depende de la opción que hagamos. La luz descubre todo, pero nos da una nueva oportunidad: Volver a empezar. La respuesta que se espera a la iniciativa divina es la fe en Cristo. La salvación y una vida nueva se decide en relación con la aceptación o al rechazo del amor divino manifestado en Cristo. Creer, por tanto, significa poseer la vida. "Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida», Jn 8:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

07 - Plantación de iglesias, cultura y misiones

martes, 14 de mayo de 2024

Opciones

Elección

“No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios", Jn 3:18

El rechazo o la aceptación de Dios tiene relación con las actitudes que asumimos con la persona de Jesucristo. La "vida entera y eterna" no se remite al final de los tiempos y se realiza en el presente, sucede hoy, tras el encuentro con Jesús. La realidad actual de nuestras vidas, comunidades y nación marcan nuestras actitudes de corazón con respecto al amor de Dios y la vida abundante que nos ofrece. Por el rechazo o la aceptación del amor manifestado en Cristo, el ser humano opta por la vida y salvación o bien por su pena, se convierte en luz o en tiniebla. El ser humano suele decidir por su propia suerte. "Jesús le gritó a la multitud: «Si confían en mí, no confían sólo en mí, sino también en Dios, quien me envió. Pues, cuando me ven a mí, están viendo al que me envió. Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad. No voy a juzgar a los que me oyen pero no me obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo", Jn 12:44-47. No es tanto Dios el que juzga, sino lo son nuestras opciones. "Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. » No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.", Jn 3:17-19. El encuentro con el Señor determina una crisis, puede ser aceptada o rechazada. Todo se decide en la esfera del ser humano, es libre para aceptar o rechazar. Dios ratifica y respeta esa elección. La vida o la ruina depende de la fe en Jesucristo. "Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios", Jn 1:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

06 - Cómo plantar iglesias

lunes, 13 de mayo de 2024

Vida

 Relación

"Que tenga vida eterna", Jn 3:16 "Dios los salvó por su gracia cuando creyeron …; es un regalo de Dios ... Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás", Ef 2:8-10

Dios es amor y no es un Dios de miedo. El corazón de Dios es su amor por toda la humanidad. Dios se encarnó en la persona de Jesucristo para darnos una vida de relación. Es un amor exigente, lo dio todo y espera todo. Dios nos presenta una historia de amor, nos hace responsables y esta puede ser nuestra acusación cuando la rechazamos. La tristeza viene cuando el que ama no consigue hacer entender su amor. Es la tristeza insoportable de su amor traicionado. "Hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás"

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

05 - La plantación de iglesias en la historia

domingo, 12 de mayo de 2024

Llamado

 Vida y Salvación

"Para que todo el que crea en él tenga vida eterna", Jn 3:15

Dios nos llama a la Fe en Él. La fe no es solo fe en una vida eterna, sino también promesa y anticipo de esa "vida entera". "Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla. »El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios", Jn 3:16-18. El amor de Dios es el centro de toda la revelación. En el centro de todo, y especialmente de la misión de Jesús, existe un Dios que ama al mundo. Es un amor desbordante, de gracia, fiel y universal. Este amor es ofrecido a toda la gente para dar salvación, pero solamente en el creyente el plan de Dios tiene la posibilidad de realizarse. El mundo y su gente tienen la necesidad de la salvación, porque se encuentran en una situación de riesgo. El amor de Dios a la humanidad se presenta de una manera concreta en la vida de Jesucristo. Uno tiene fe si cree principalmente en el amor y la salvación se juega en relación a la aceptación o al rechazo del amor divino manifestado en Cristo. La cruz presenta un amor derrotado y, sin embargo, victorioso por la resurrección. Jesús fue humillado, pero lleno de Gloria, traicionado pero fiel. El justo dando su vida por los injustos. "Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!)", Ef 2:4

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

04 - Fundamentos bíblicos y teológicos de la plantación de iglesias

sábado, 11 de mayo de 2024

Bendición

 Amor y Vida

"Dios amó tanto al mundo, que dio a su único Hijo, para que todo el que cree en él no se pierda, sino tenga vida eterna". Jn 3:16

Jesús sale a nuestro encuentro visitando cada pueblo, etnia y nación. Comparte la alegría, la tristeza y el dolor de cada uno de nosotros. Nos trae esperanza y su misericordia es para siempre. No hay nada, ni nadie que lo pueda detener y nos dice: “No temas”, ... mira que aquí viene tu rey", Jn. 12:15. El reino viene y el mal será derrotado. Su última palabra es “bendición" para cada etnia, pueblo y nación. Su nombre será exaltado y la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Dios. Hoy nuevamente podemos celebrar como lo hacemos en el domingo de Ramos diciendo: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!, Jn. 12:13

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

Transformar lo superficial

  En marcha “Mientras bajaban de la montaña, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre se le...