sábado, 29 de julio de 2023

Un paso mas

 Nuevos escenarios

"Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie”, Hch 10:28. 

Pedro fue una persona que estuvo acostumbrado a obedecer las reglas religiosas judías o sea la Ley y por lo tanto el contacto con los gentiles debía evitarse. Cuando se encuentra con el centurión o capitán Cornelio junto a sus familiares y un grupo de sus mejores amigos les dice: “Ustedes deben saber que, a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra etnias ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie”, Hch 10:28. Cuando Pedro comenzó a seguir a Jesús dejo su oficio junto al mar de Galilea y lo que menos podría pensar era que un día iría a visitar a un gentil, capitán romano, que Dios enviaría el Espíritu Santo para dirigir la vida de gente de otros países y que luego los bautizaría quedándose en la casa de ellos. Los soldados romanos no eran bien vistos por los judíos nacionalistas y ortodoxos. Quizás Pedro fue de mala gana a verlo a Cornelio, pero no renuncio a lo que Dios le pedía. En medio de una situación incómoda es cuando se derrama el Espíritu Santo mostrando a Pedro y a los otros judíos que para Dios todos somos iguales y que Dios no muestra favoritismo. Al igual que Pedro el Señor nos presenta nuevos escenarios, contextos y determinadas circunstancias. La tentación es decir que no debemos mezclarnos con la gente “impura”, “inmunda”, “no creyente”, pero Dios nos dice no llames “impuro, inmundo y no aceptable” lo que yo estoy limpiando y llamando. Dios es amor, pero ahora somos nosotros los que tenemos leyes, reglas, determinados legalismos y tradiciones que a veces nos hacen correr el riesgo de faltar a nuestra misión. Se trata de mantenernos puros y la consecuencia es que nos alejamos de aquellos que no son como me gustaría que fueran y los evadimos. La santidad bien entendida nos debe llevar a buscar “al otro” y no retirarme del escenario público. Amar como Dios ama. “No olvidemos que las buenas nuevas incluyen la noticia de que los que estaban lejos han sido hechos cercanos”

Carlos Scott

viernes, 28 de julio de 2023

Sin barreras

 Preferencia por todos

“Había en la ciudad de Cesarea un hombre que se llamaba Cornelio, capitán del batallón llamado el Italiano. Era un hombre piadoso que, junto con toda su familia, adoraba a Dios. También daba mucho dinero para ayudar a los judíos, y oraba siempre a Dios… Un día, a eso de las tres de la tarde, tuvo una visión: … El ángel le dijo: «Dios tiene presentes tus oraciones y lo que has hecho para ayudar a los necesitados … Entonces Pedro comenzó a decirles: —Ahora comprendo que para Dios todos somos iguales”, Hch 10:1-38

Jesús es alguien que tiene preferencia por todos. “Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean”. Jesús elimina las barreras religiosas, las discriminaciones abusivas, las mentalidades de privilegio y quita las ridículas clasificaciones de los “nuestros” y “no nuestros”. “Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él”. Jesús vino a poner en pie a toda persona de cualquier origen étnico, a dar salud integral, la alegría de vivir, esperanza; a demostrar que el mal puede ser vencido y el poder del diablo roto. Porque Jesús es poderoso se ocupa de los débiles y se manifiesta tierno de corazón y humilde. Porque Dios esta con él, el esta con toda la humanidad. “Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.”, Ga 3:28 

Carlos Scott

miércoles, 26 de julio de 2023

Sanidad

 Señales generosas del camino

“Tabitá (Dorcas) siempre servía a los demás y ayudaba mucho a los pobres. Por esos días Tabitá se enfermó y murió … Muchas viudas se acercaron llorosas a Pedro, y todas le mostraban los vestidos y los mantos que Tabitá les había hecho cuando aún vivía”, Hch 9:36-39

Dorcas nos marca un ejemplo de generosidad y de compromiso con los indefensos. Nos muestra el camino del seguimiento de Jesús y señala la importancia de las buenas obras. La muerte de Dorcas causo mucho dolor entre los discípulos y especialmente entre las viudas que ella atendía. Dios obro un milagro y Dorcas retorno a la vida. El evangelio nos habla que las buenas obras declaran el amor de Dios por toda la humanidad. El poder de Dios se expresa de múltiples maneras y en este caso resucitando a los muertos. Lucas nos describe la manifestación pública del poder de Dios y como lo hace por medio de sus discípulos. El tiempo que nos toca vivir es un llamado a expresar una y otra vez estos milagros por medio de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Hay salvación y sanidad en el nombre del Señor. “Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas”, Sal 147:3. “Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto», Jer 17:7-8 “Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza”, Jer17:14

Carlos Scott

martes, 25 de julio de 2023

Seguir confiando

 Milagros y más milagros

“En el puerto de Jope vivía una seguidora de Jesús llamada Tabitá. Su nombre griego era Dorcas, que significa «Gacela». Tabitá siempre servía a los demás y ayudaba mucho a los pobres. Por esos días Tabitá se enfermó y murió …Muchas viudas se acercaron llorosas a Pedro, y todas le mostraban los vestidos y los mantos que Tabitá les había hecho cuando aún vivía. Pedro mandó que toda la gente saliera del lugar. Luego se arrodilló y oró al Señor. Después de eso, se dio vuelta hacia donde estaba el cuerpo de Tabitá y le ordenó: «¡Tabitá, levántate!» Ella abrió los ojos, miró a Pedro y se sentó. Pedro le dio la mano para ayudarla a ponerse de pie; luego llamó a los seguidores de Jesús y a las viudas, y les presentó a Tabitá viva”, Hch 9:36-41
Lucas nos habla sobre Dorcas que era una mujer que “servía a los demás y ayudaba mucho a los pobres”. Dorcas se enfermó y murió. Cuando Pedro llego a Jope que es la actual ciudad de Jaifa, “muchas viudas se acercaron llorosas a Pedro, y todas le mostraban los vestidos y los mantos que Tabitá (Dorcas) les había hecho cuando aún vivía". Pedro se arrodilló y oró al Señor. El resultado fue que Dorcas volvió a la vida y muchos creyeron en el Señor Jesús. El poder de Jesús continuaba con los discípulos y ese mismo poder continua hasta el día de hoy. El poder de Dios se manifiesta en las más variadas situaciones, en diferentes tiempos y lugares. Creemos en su poder y no renunciamos a orar y seguir orando. "¡Venga tu Reino!, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. Mat 6:10. "Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre”, Jn 14:12. La oración extiende el Reino de Dios entre las naciones y orar es traer el cielo a la tierra. "Todos los que vivían en Jope se enteraron de esto, y muchos creyeron en el Señor Jesús”, Hch 9:42

lunes, 24 de julio de 2023

Tenacidad

 Creer y seguir creyendo

“Pedro viajaba por muchos lugares, para visitar a los seguidores del Señor Jesús. En cierta ocasión, pasó a la ciudad de Lida, para visitar a los miembros de la iglesia en ese lugar.  Allí conoció a un hombre llamado Eneas, que desde hacía ocho años estaba enfermo y no podía levantarse de su cama. Pedro le dijo: «Eneas, Jesús el Mesías te ha sanado. Levántate y arregla tu cama.» Al instante, Eneas se levantó.  Al ver ese milagro, todos los que vivían en Lida y en la región de Sarón creyeron en el Señor Jesús”, Hch 9:32-35

Pedro visitaba a los seguidores del Señor Jesús y enseñaba. Cuando paso por la ciudad de Lida que estaba a unos cuarenta kilómetros de Jerusalén camino a Jope (Jaifa), conoció a Eneas que estaba enfermo y que no podía levantarse de su cama. En el nombre de Jesús el Mesías esta persona fue sanada. Hay poder en el nombre del Señor y es en su nombre en el que podemos confiar todos los días de nuestra existencia. No hay otro nombre. No te rindas jamás. Jesús ha venido a derrotar el mal, bendecir a toda la gente y que su nombre sea reconocido y glorificado. Seguimos confiando que “el Señor abre los ojos de los ciegos, levanta a los agobiados y ama a los justos”, Sal 146:8. “Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros, porque hemos esperado en ti. Sé nuestro brazo fuerte cada día y nuestra salvación en los tiempos difíciles”, Is 33:2. “¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre”, Sal 107:1

Carlos Scott


domingo, 23 de julio de 2023

Nuevas comunidades de fe

 Perspectivas claras

“En las regiones de Judea, Galilea y Samaria, los miembros de la iglesia vivían sin miedo de ser maltratados. Seguían adorando al Señor, y cada día confiaban más en él. Con la ayuda del Espíritu Santo, cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor Jesús.”, Hch 9:31

Muchas iglesias no han iniciado nuevas comunidades de fe simplemente porque no han tenido una perspectiva clara de los propósitos de Dios y una actitud intencional para llevar adelante este proceso. El comienzo de nuevas comunidades de fe se debe dar por las razones adecuadas y no por razones equivocadas. Las iglesias locales algunas veces se dividen por la rivalidad o lucha en el liderazgo y por no tener una visión saludable. Este tipo de divisiones y debilitamiento se puede dar por las diferencias en el choque de personalidades, estilos de liderazgo, administración, búsqueda de poder, prestigio, posición, competencia, envidia, celos, inmoralidad, etc. No se ha tenido una visión clara de toda la escritura y su propósito. El modelo no es la torre de Babel sino el espíritu del Pentecostés y la llenura del Espíritu Santo. Los propósitos de Dios a través de toda la escritura nos revelan que Dios quiere bendecir a todas las personas, a todas las etnias, a toda sociedad. Dios se ha propuesto derrotar el mal por medio del Reino de Dios y quiere ser reconocido y glorificado. Él llama a todo su pueblo a participar de su Misión. Somos desafiados a guiar a todo el pueblo de Dios en el comienzo de nuevas comunidades de fe. Nuevos odres para un nuevo tiempo.

Carlos Scott

sábado, 22 de julio de 2023

Aceptarnos unos a otros

Un personaje incómodo

“Saulo se fue a la ciudad de Jerusalén, y allí trató de unirse a los seguidores de Jesús. Pero éstos tenían miedo de Saulo, pues no estaban seguros de que en verdad él creyera en Jesús.”, Hch 9:26-31

Este relato nos habla de un personaje que resulto ser bastante incómodo para todos. Parece que tenía un temperamento difícil, con ideas e iniciativas audaces y arriesgadas. Sus antiguos amigos judíos le tenían odio cuando se unió a los creyentes en Jesucristo y lo consideraban un traidor. Por otro lado, la nueva comunidad de fe tenía reservas para reconocerle como apóstol y hermano porque había perseguido a la iglesia. Ante estas circunstancias se alimentaban sospechas, prejuicios y rechazo. Pablo conoció la marginación y se dio cuenta del fastidio y sospecha en el interior de la comunidad. Muchos se guiaron por los antecedentes poco recomendables y no pudieron aceptar otra realidad presente. Para algunos solo cuenta el pasado y no pudieron ver a un Saulo nuevo. Bernabé supo dar la cara por él. Pablo al final de su vida cuando la mayoría le había abandonado le escribe a Timoteo y le solicita que le envié a Marcos. Le dice: “Marcos puede ayudarme mucho en mi trabajo, así que búscalo y tráelo contigo cuando vengas”, 2 Ti 4:11. Este mismo Marcos es el que había abandonado a Pablo y Bernabé en Panfilia y tiempo después Bernabé quiso darle otra oportunidad por lo cual genero un conflicto entre él y Pablo. Ellos terminaron por separarse, Hch 15:36-41. Pablo por su propia experiencia de vida supo reconocer y aceptar que toda persona puede ser restituida y con esto reconocer implícitamente el trabajo que Bernabé había realizado. "Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria", Ro 15:7. “Sobre todo, ámense mucho unos a otros, porque el amor borra los pecados”, 1 P 4:8. 

Carlos Scott


viernes, 21 de julio de 2023

Discernir

 Evidencias y procesos

"Sin embargo, el Señor Jesús le dijo: —Ve, porque yo he elegido a ese hombre para que me sirva. Él hablará de mí ante reyes y gente que no me conoce, y ante el pueblo de Israel.", Hch 9:15

El trabajo misionero es el trabajo del Espíritu de Dios y la iglesia trabajando juntos. Entonces, ¿cómo llegar a tener cierta confiabilidad para poder avanzar? En primer lugar, hay una revelación o evidencia interna (lo que Dios me está indicando). Esto mismo le pasó a Saulo (Hch 9:15, 13:47, 22:12-21, 26:12-18, Gá 1:11-24, 2:1-2). Pablo recibe su llamamiento a través de su encuentro personal con el Señor y de Ananías, que es quien recibe la palabra del Señor en cuanto al modo en que Pablo ha de servirle. A partir de ahí Pablo vive 14 años formándose para el ministerio. Tenía unos 31 años cuando lo llamó, pero el cumplimiento de ese llamado se concreta aproximadamente a los 45 años de edad. Dios formó a un Pablo nuevo en esos 14 años. En segundo lugar, está la evidencia externa manifestada por la comunidad de fe. Son todos aquellos que nos ayudan a discernir espiritualmente (Pr 11:14, Hch 11:25-26, 13:1-3, Gá 2:7,9). Finalmente, en tercer lugar, los acontecimientos o circunstancias nos orientan a los nuevos pasos y oportunidades que tenemos (Hch 14:27, 16:6-10, 2 Co 2:12, Col 4:2-4). Son los acontecimientos que Dios permite para discernir y tener sabiduría en el conocimiento de su voluntad. En el libro de Apocalipsis se habla de la iglesia de Filadelfia a la cual Jesucristo le presenta una puerta abierta y una oportunidad. Esto nos recuerda que Dios es quien coloca las oportunidades y cada una de ellas representa una puerta abierta que nadie puede cerrar. 

Carlos Scott

jueves, 20 de julio de 2023

Paso a paso

 Revelación progresiva


“Pero levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer … Allí Saulo estuvo ciego durante tres días … El Señor dijo: Yo he elegido a ese hombre para que me sirva. Él hablará de mí ante reyes y gente que no me conoce, y ante el pueblo de Israel. Yo le voy a mostrar lo mucho que va a sufrir por mí “, Hch 9:6-16

Saulo fue descubriendo paso a paso nuevas dimensiones de su servicio. Todo comenzó con el encuentro que tuvo con Jesús camino a Damasco. Ananías fue a ver a Saulo como le había indicado el Señor y “cuando llegó a la casa, le impuso las manos y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». Lucas nos da más información en otros capítulos: “Porque tú le anunciarás a todo el mundo lo que has visto y lo que has oído”, Hch 22:13-15, 26:15-18. En Antioquía, el Espíritu Santo les dijo a los maestros y profetas: «Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial», Hch 13:1-2. Mas adelante Pablo tuvo una visión: “Vio a un hombre de la región de Macedonia, que le rogaba: «¡Por favor, venga usted a Macedonia y ayúdenos! …”, Hch 16:9-10. El Espíritu Santo invita a Pablo y a sus compañeros a nuevos campos de testimonio y así sucesivamente. Cuando Dios nos llama, pocas veces nos dice más de lo que necesitamos saber en ese momento. Si nos da una visión de lo que hemos de hacer, esa visión se va aclarando según lo hacemos. Debemos avanzar, aunque todos los detalles no estén claros. Lo contrario es no hacer nada. La conversión y luego un servicio específico no son generalmente el último desafío que tendremos, sino que paso a paso, día a día, vamos descubriendo lo que Dios quiere de nosotros. Lo sencillo, pequeño e insignificante Dios lo transforma en algo especial para que la gente de toda nación sea bendecida, el mal sea derrotado por medio del Reino de Dios y su nombre reconocido, alabado y glorificado en todas las etnias.

Carlos Scott

miércoles, 19 de julio de 2023

Otros ojos

 Un evangelio transformador

”Saulo estaba furioso y amenazaba con matar a todos los seguidores del Señor Jesús. Por eso fue a pedirle al jefe de los sacerdotes unas cartas con un permiso especial. Quería ir a la ciudad de Damasco y sacar de las sinagogas a todos los que siguieran las enseñanzas de Jesús, para llevarlos presos a la cárcel de Jerusalén”, Hch 9:1-2

Saulo era fariseo, ciudadano romano de nacimiento y educado bajo la tutoría de Gamaliel, Hch 23:6, 22:28, 22:3. El tuvo una experiencia dramática cerca de Damasco mientras perseguía a los seguidores de Jesucristo. “Desde el cielo lo rodeó un gran resplandor, como de un rayo. Saulo cayó al suelo, y una voz le dijo: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? —¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús —respondió la voz—. Es a mí a quien estás persiguiendo” Saulo no perseguía a Jesús, sino a la iglesia, pero el Señor le dice “Yo soy Jesús, a quien tu perseguís”. La relación entre Jesús y la iglesia es tal que perseguir a la comunidad cristiana es perseguirle a él. El que parecía ser poderoso y temible perseguidor, ahora se levanta del suelo débil y ciego. Saulo pasa tres días ciego y el Señor envía a Ananías para que reciba la vista y le comparta lo que Dios desea de él. Ananías podía haberle manifestado su enojo por perseguir a sus hermanos en la fe, pero lo primero que le dice es: «Amigo Saulo, el Señor Jesús se te apareció cuando venías hacia Damasco. Él mismo me mandó que viniera aquí, para que puedas ver de nuevo y para que recibas el Espíritu Santo». Lo llamo amigo y hermano. Jesús está dispuesto a perdonar y recibir a sus enemigos. Esta es una visión transformadora. El Señor nos enseña a ver a las personas con otros ojos. Quizás algunos puedan ser nuestros enemigos, pero se pueden transformar en hermanos y amigos por el poder transformador de Dios. Somos llamados a compartir las buenas nuevas con todos aquellos que no son de nuestra simpatía y aun con los que pueden ser nuestros enemigos. El poder transformador del evangelio nos ha alcanzado a nosotros y también puede alcanzarlos a ellos.

Carlos Scott

martes, 18 de julio de 2023

Alcance

  Nuevas comunidades de fe

"Ordenó que detuvieran el carruaje, descendieron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco nunca más volvió a verlo, pero siguió su camino con mucha alegría. Entre tanto, Felipe se encontró más al norte, en la ciudad de Azoto. Predicó la Buena Noticia allí y en cada pueblo a lo largo del camino, hasta que llegó a Cesarea", Hch 8:38-40

Cuando hablamos de llevar el evangelio a todas partes se espera una firme determinación y actitud intencional de plantar nuevas comunidades de fe. Hablamos de la gente y no de terrenos, construcciones, edificios o etiquetas denominacionales. Implica el trabajo de personas comprometidas las unas con las otras, donde se mantiene la comunión, comunicación y los ojos puestos en Jesús. El comienzo de nuevas iglesias da la oportunidad a que todos se puedan involucrar desarrollando sus dones espirituales en amor y unidad. Somos llamados a unirnos a la misión de Dios a favor de toda la gente y ser testigos en círculos cada vez más amplios. La iglesia debe ampliar su influencia y no tolerar ningún nacionalismo estrecho. Ninguna estructura religiosa, institución, jerarquía o tradición debe ser un obstáculo para que los seguidores de Jesucristo puedan comenzar nuevas iglesias o comunidades de fe. Jesús nos llama y nos desafía a ampliar nuestro horizonte, Hch 1:8. La tentación de los primeros discípulos fue pensar en su propio reino, pero el Reino de Dios es un reino Universal, multicultural, multiétnico, que abarca el cosmos, toda la tierra, todas las etnias, toda lengua y toda cultura. Liberar y soltar a la gente implica desatar el evangelio y no privatizar la misión. La misión no tiene dueño y Dios nos llama a cruzar barreras de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios. 

Carlos Scott

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...