lunes, 24 de julio de 2023

Tenacidad

 Creer y seguir creyendo

“Pedro viajaba por muchos lugares, para visitar a los seguidores del Señor Jesús. En cierta ocasión, pasó a la ciudad de Lida, para visitar a los miembros de la iglesia en ese lugar.  Allí conoció a un hombre llamado Eneas, que desde hacía ocho años estaba enfermo y no podía levantarse de su cama. Pedro le dijo: «Eneas, Jesús el Mesías te ha sanado. Levántate y arregla tu cama.» Al instante, Eneas se levantó.  Al ver ese milagro, todos los que vivían en Lida y en la región de Sarón creyeron en el Señor Jesús”, Hch 9:32-35

Pedro visitaba a los seguidores del Señor Jesús y enseñaba. Cuando paso por la ciudad de Lida que estaba a unos cuarenta kilómetros de Jerusalén camino a Jope (Jaifa), conoció a Eneas que estaba enfermo y que no podía levantarse de su cama. En el nombre de Jesús el Mesías esta persona fue sanada. Hay poder en el nombre del Señor y es en su nombre en el que podemos confiar todos los días de nuestra existencia. No hay otro nombre. No te rindas jamás. Jesús ha venido a derrotar el mal, bendecir a toda la gente y que su nombre sea reconocido y glorificado. Seguimos confiando que “el Señor abre los ojos de los ciegos, levanta a los agobiados y ama a los justos”, Sal 146:8. “Pero tú, Señor, ten misericordia de nosotros, porque hemos esperado en ti. Sé nuestro brazo fuerte cada día y nuestra salvación en los tiempos difíciles”, Is 33:2. “¡Den gracias al Señor, porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre”, Sal 107:1

Carlos Scott


domingo, 23 de julio de 2023

Nuevas comunidades de fe

 Perspectivas claras

“En las regiones de Judea, Galilea y Samaria, los miembros de la iglesia vivían sin miedo de ser maltratados. Seguían adorando al Señor, y cada día confiaban más en él. Con la ayuda del Espíritu Santo, cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor Jesús.”, Hch 9:31

Muchas iglesias no han iniciado nuevas comunidades de fe simplemente porque no han tenido una perspectiva clara de los propósitos de Dios y una actitud intencional para llevar adelante este proceso. El comienzo de nuevas comunidades de fe se debe dar por las razones adecuadas y no por razones equivocadas. Las iglesias locales algunas veces se dividen por la rivalidad o lucha en el liderazgo y por no tener una visión saludable. Este tipo de divisiones y debilitamiento se puede dar por las diferencias en el choque de personalidades, estilos de liderazgo, administración, búsqueda de poder, prestigio, posición, competencia, envidia, celos, inmoralidad, etc. No se ha tenido una visión clara de toda la escritura y su propósito. El modelo no es la torre de Babel sino el espíritu del Pentecostés y la llenura del Espíritu Santo. Los propósitos de Dios a través de toda la escritura nos revelan que Dios quiere bendecir a todas las personas, a todas las etnias, a toda sociedad. Dios se ha propuesto derrotar el mal por medio del Reino de Dios y quiere ser reconocido y glorificado. Él llama a todo su pueblo a participar de su Misión. Somos desafiados a guiar a todo el pueblo de Dios en el comienzo de nuevas comunidades de fe. Nuevos odres para un nuevo tiempo.

Carlos Scott

sábado, 22 de julio de 2023

Aceptarnos unos a otros

Un personaje incómodo

“Saulo se fue a la ciudad de Jerusalén, y allí trató de unirse a los seguidores de Jesús. Pero éstos tenían miedo de Saulo, pues no estaban seguros de que en verdad él creyera en Jesús.”, Hch 9:26-31

Este relato nos habla de un personaje que resulto ser bastante incómodo para todos. Parece que tenía un temperamento difícil, con ideas e iniciativas audaces y arriesgadas. Sus antiguos amigos judíos le tenían odio cuando se unió a los creyentes en Jesucristo y lo consideraban un traidor. Por otro lado, la nueva comunidad de fe tenía reservas para reconocerle como apóstol y hermano porque había perseguido a la iglesia. Ante estas circunstancias se alimentaban sospechas, prejuicios y rechazo. Pablo conoció la marginación y se dio cuenta del fastidio y sospecha en el interior de la comunidad. Muchos se guiaron por los antecedentes poco recomendables y no pudieron aceptar otra realidad presente. Para algunos solo cuenta el pasado y no pudieron ver a un Saulo nuevo. Bernabé supo dar la cara por él. Pablo al final de su vida cuando la mayoría le había abandonado le escribe a Timoteo y le solicita que le envié a Marcos. Le dice: “Marcos puede ayudarme mucho en mi trabajo, así que búscalo y tráelo contigo cuando vengas”, 2 Ti 4:11. Este mismo Marcos es el que había abandonado a Pablo y Bernabé en Panfilia y tiempo después Bernabé quiso darle otra oportunidad por lo cual genero un conflicto entre él y Pablo. Ellos terminaron por separarse, Hch 15:36-41. Pablo por su propia experiencia de vida supo reconocer y aceptar que toda persona puede ser restituida y con esto reconocer implícitamente el trabajo que Bernabé había realizado. "Por lo tanto, acéptense unos a otros, tal como Cristo los aceptó a ustedes, para que Dios reciba la gloria", Ro 15:7. “Sobre todo, ámense mucho unos a otros, porque el amor borra los pecados”, 1 P 4:8. 

Carlos Scott


viernes, 21 de julio de 2023

Discernir

 Evidencias y procesos

"Sin embargo, el Señor Jesús le dijo: —Ve, porque yo he elegido a ese hombre para que me sirva. Él hablará de mí ante reyes y gente que no me conoce, y ante el pueblo de Israel.", Hch 9:15

El trabajo misionero es el trabajo del Espíritu de Dios y la iglesia trabajando juntos. Entonces, ¿cómo llegar a tener cierta confiabilidad para poder avanzar? En primer lugar, hay una revelación o evidencia interna (lo que Dios me está indicando). Esto mismo le pasó a Saulo (Hch 9:15, 13:47, 22:12-21, 26:12-18, Gá 1:11-24, 2:1-2). Pablo recibe su llamamiento a través de su encuentro personal con el Señor y de Ananías, que es quien recibe la palabra del Señor en cuanto al modo en que Pablo ha de servirle. A partir de ahí Pablo vive 14 años formándose para el ministerio. Tenía unos 31 años cuando lo llamó, pero el cumplimiento de ese llamado se concreta aproximadamente a los 45 años de edad. Dios formó a un Pablo nuevo en esos 14 años. En segundo lugar, está la evidencia externa manifestada por la comunidad de fe. Son todos aquellos que nos ayudan a discernir espiritualmente (Pr 11:14, Hch 11:25-26, 13:1-3, Gá 2:7,9). Finalmente, en tercer lugar, los acontecimientos o circunstancias nos orientan a los nuevos pasos y oportunidades que tenemos (Hch 14:27, 16:6-10, 2 Co 2:12, Col 4:2-4). Son los acontecimientos que Dios permite para discernir y tener sabiduría en el conocimiento de su voluntad. En el libro de Apocalipsis se habla de la iglesia de Filadelfia a la cual Jesucristo le presenta una puerta abierta y una oportunidad. Esto nos recuerda que Dios es quien coloca las oportunidades y cada una de ellas representa una puerta abierta que nadie puede cerrar. 

Carlos Scott

jueves, 20 de julio de 2023

Paso a paso

 Revelación progresiva


“Pero levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer … Allí Saulo estuvo ciego durante tres días … El Señor dijo: Yo he elegido a ese hombre para que me sirva. Él hablará de mí ante reyes y gente que no me conoce, y ante el pueblo de Israel. Yo le voy a mostrar lo mucho que va a sufrir por mí “, Hch 9:6-16

Saulo fue descubriendo paso a paso nuevas dimensiones de su servicio. Todo comenzó con el encuentro que tuvo con Jesús camino a Damasco. Ananías fue a ver a Saulo como le había indicado el Señor y “cuando llegó a la casa, le impuso las manos y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». Lucas nos da más información en otros capítulos: “Porque tú le anunciarás a todo el mundo lo que has visto y lo que has oído”, Hch 22:13-15, 26:15-18. En Antioquía, el Espíritu Santo les dijo a los maestros y profetas: «Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial», Hch 13:1-2. Mas adelante Pablo tuvo una visión: “Vio a un hombre de la región de Macedonia, que le rogaba: «¡Por favor, venga usted a Macedonia y ayúdenos! …”, Hch 16:9-10. El Espíritu Santo invita a Pablo y a sus compañeros a nuevos campos de testimonio y así sucesivamente. Cuando Dios nos llama, pocas veces nos dice más de lo que necesitamos saber en ese momento. Si nos da una visión de lo que hemos de hacer, esa visión se va aclarando según lo hacemos. Debemos avanzar, aunque todos los detalles no estén claros. Lo contrario es no hacer nada. La conversión y luego un servicio específico no son generalmente el último desafío que tendremos, sino que paso a paso, día a día, vamos descubriendo lo que Dios quiere de nosotros. Lo sencillo, pequeño e insignificante Dios lo transforma en algo especial para que la gente de toda nación sea bendecida, el mal sea derrotado por medio del Reino de Dios y su nombre reconocido, alabado y glorificado en todas las etnias.

Carlos Scott

miércoles, 19 de julio de 2023

Otros ojos

 Un evangelio transformador

”Saulo estaba furioso y amenazaba con matar a todos los seguidores del Señor Jesús. Por eso fue a pedirle al jefe de los sacerdotes unas cartas con un permiso especial. Quería ir a la ciudad de Damasco y sacar de las sinagogas a todos los que siguieran las enseñanzas de Jesús, para llevarlos presos a la cárcel de Jerusalén”, Hch 9:1-2

Saulo era fariseo, ciudadano romano de nacimiento y educado bajo la tutoría de Gamaliel, Hch 23:6, 22:28, 22:3. El tuvo una experiencia dramática cerca de Damasco mientras perseguía a los seguidores de Jesucristo. “Desde el cielo lo rodeó un gran resplandor, como de un rayo. Saulo cayó al suelo, y una voz le dijo: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? —¿Quién eres, Señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Jesús —respondió la voz—. Es a mí a quien estás persiguiendo” Saulo no perseguía a Jesús, sino a la iglesia, pero el Señor le dice “Yo soy Jesús, a quien tu perseguís”. La relación entre Jesús y la iglesia es tal que perseguir a la comunidad cristiana es perseguirle a él. El que parecía ser poderoso y temible perseguidor, ahora se levanta del suelo débil y ciego. Saulo pasa tres días ciego y el Señor envía a Ananías para que reciba la vista y le comparta lo que Dios desea de él. Ananías podía haberle manifestado su enojo por perseguir a sus hermanos en la fe, pero lo primero que le dice es: «Amigo Saulo, el Señor Jesús se te apareció cuando venías hacia Damasco. Él mismo me mandó que viniera aquí, para que puedas ver de nuevo y para que recibas el Espíritu Santo». Lo llamo amigo y hermano. Jesús está dispuesto a perdonar y recibir a sus enemigos. Esta es una visión transformadora. El Señor nos enseña a ver a las personas con otros ojos. Quizás algunos puedan ser nuestros enemigos, pero se pueden transformar en hermanos y amigos por el poder transformador de Dios. Somos llamados a compartir las buenas nuevas con todos aquellos que no son de nuestra simpatía y aun con los que pueden ser nuestros enemigos. El poder transformador del evangelio nos ha alcanzado a nosotros y también puede alcanzarlos a ellos.

Carlos Scott

martes, 18 de julio de 2023

Alcance

  Nuevas comunidades de fe

"Ordenó que detuvieran el carruaje, descendieron al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco nunca más volvió a verlo, pero siguió su camino con mucha alegría. Entre tanto, Felipe se encontró más al norte, en la ciudad de Azoto. Predicó la Buena Noticia allí y en cada pueblo a lo largo del camino, hasta que llegó a Cesarea", Hch 8:38-40

Cuando hablamos de llevar el evangelio a todas partes se espera una firme determinación y actitud intencional de plantar nuevas comunidades de fe. Hablamos de la gente y no de terrenos, construcciones, edificios o etiquetas denominacionales. Implica el trabajo de personas comprometidas las unas con las otras, donde se mantiene la comunión, comunicación y los ojos puestos en Jesús. El comienzo de nuevas iglesias da la oportunidad a que todos se puedan involucrar desarrollando sus dones espirituales en amor y unidad. Somos llamados a unirnos a la misión de Dios a favor de toda la gente y ser testigos en círculos cada vez más amplios. La iglesia debe ampliar su influencia y no tolerar ningún nacionalismo estrecho. Ninguna estructura religiosa, institución, jerarquía o tradición debe ser un obstáculo para que los seguidores de Jesucristo puedan comenzar nuevas iglesias o comunidades de fe. Jesús nos llama y nos desafía a ampliar nuestro horizonte, Hch 1:8. La tentación de los primeros discípulos fue pensar en su propio reino, pero el Reino de Dios es un reino Universal, multicultural, multiétnico, que abarca el cosmos, toda la tierra, todas las etnias, toda lengua y toda cultura. Liberar y soltar a la gente implica desatar el evangelio y no privatizar la misión. La misión no tiene dueño y Dios nos llama a cruzar barreras de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios. 

Carlos Scott

lunes, 17 de julio de 2023

Repensar

 ¿Qué impide? Nuevos modelos y paradigmas

"Mientras iban juntos, llegaron a un lugar donde había agua, y el eunuco dijo: «¡Mira, allí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?», Hch 8:36

Cuando pensamos en los movimientos de nuevas comunidades de fe o la plantación de nuevas iglesias debemos hacernos la misma pregunta que le hizo el etíope a Felipe: ¿Qué impide? Felipe era simplemente uno de los siete que había sido elegido para atender las necesidades de la comunidad, pero luego del martirio de Esteban comienza la persecución y dispersión de la Iglesia. Felipe fue a predicar a una ciudad en Samaria, pero luego el Espíritu de Dios lo llevó a un lugar desértico. En esa ocasión el Espíritu Santo le dijo a Felipe que se acerque a un etíope para anunciar las buenas nuevas acerca de Jesús, Hch 8:26-40. En el camino se encontraron con un lugar donde había agua y la pregunta del etíope resuena en nuestros días: “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. Felipe lo bautizó y el etíope siguió su camino con alegría. La acción de Felipe no quedó condicionada a la presencia y decisión de los apóstoles que estaban en Jerusalén. El Espíritu de Dios desafía a su iglesia a reformarse para ser una comunidad que le lleva alegría a la gente. Hay nuevas situaciones y contextos que nos confrontan con nuestra forma de ser iglesia. Nos encontramos en un nuevo tiempo de introspección para pensar y repensar modelos, estructuras y paradigmas. Hay algo que está surgiendo por parte de Dios y seguir lo que el Espíritu Santo indica es unirnos a su Misión. Nuestra fe en Jesucristo nació para caminar y no para protegernos. Se nos llama a seguir formando nuevas comunidades de fe a favor de los no alcanzados. ¿Qué impide?

Carlos Scott

domingo, 16 de julio de 2023

Nuevas circunstancias

 ¿Entiendes lo que estás leyendo?

“Felipe se acercó corriendo y oyó que el hombre leía al profeta Isaías. Felipe le preguntó: —¿Entiendes lo que estás leyendo?”, Hch 8:30

El Espíritu constantemente lleva a la comunidad del Reino de Dios a nuevos desafíos y a una nueva obediencia. Esto fue lo le paso a Felipe. No era apóstol, pero el Espíritu lo guio para acercarse a gente muy diferente. Felipe pertenecía a la cultura Helenista o griega y no hebrea. El mismo había formado parte de uno de los siete para servir en el orden interno de la comunidad y que haya equidad en la misma, Hch 6:1-6. Conocía la discriminación y formaba parte de esa periferia. El Espíritu guio a Felipe a que abra las puertas a los que estaban afuera. Nuestros desafíos entre otros tienen que ver principalmente con la periferia donde nos encontramos con nuevas situaciones y se necesita una nueva percepción del evangelio. Constantemente el Espíritu nos llama a revisar nuestra manera de ser comunidad para los demás. Hay nuevas circunstancias que nos deben llevar a pensar y repensar la iglesia y no quedarnos con viejas formas que pudieron servir en un determinado momento histórico, pero que hoy se pueden transformar en formas de exclusión. El eunuco le pregunto a Felipe ¿Qué impide? Felipe le pudo haber dicho que no estaba autorizado para bautizarlo o que debía esperar a los apóstoles o que debía respetar la tradición, seguir el manual de procedimiento o bien la ley. Su respuesta fue: Nada impide. Una nueva forma de ser iglesia nos pregunta ¿Qué impide? Se nos llama a dar un testimonio audaz en todo tiempo y ser sensibles a lo que Dios nos indica.

Carlos Scott

sábado, 15 de julio de 2023

Espíritu

 Percibir el Espíritu de Dios

"El Espíritu le dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro, ... le anunció las buenas nuevas de Jesús", Hch 8:29, 35. "... el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe, ... y se fue predicando el evangelio en todos los pueblos...", Hch 8:39-40

La comunidad de Jesús vive bajo la inspiración del Espíritu Santo. Este es el secreto de su vida, de su comunión y de su poder. El don del Espíritu es el don de involucrarse en la Misión, porque la misión es consecuencia directa del derramamiento del Espíritu. Somos desafiados a percibir el soplo del Espíritu, ser abiertos y sensibles a su fuerza y vigor. El mensaje del evangelio se extendió por medio de compartir la Palabra de Dios y el poder sobrenatural del Espíritu. La conversión requiere una palabra específica pero también un poder que va mucho más allá que la palabra del predicador. Es la práctica de la misión la que abre a las personas a la acción del Espíritu. Entre la Palabra y el poder hay una especie de relación: “Aquí las poderosas energías del Espíritu son más importantes que palabra alguna, aun cuando estas energías en tanto que son del Espíritu Santo deben su origen a la Palabra de Dios”. Seguir el impulso del Espíritu Santo es ser obedientes y creativos para una nueva manera de ser iglesia para los demás.

Carlos Scott

viernes, 14 de julio de 2023

Nada impide

 Ampliando los márgenes

“En cuanto a Felipe, un ángel del Señor le dijo: «Ve al sur por el camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza». Entonces él emprendió su viaje y se encontró con el tesorero de Etiopía, un eunuco de mucha autoridad bajo el mando de Candace, la reina de Etiopía. El eunuco había ido a Jerusalén a adorar y ahora venía de regreso. Sentado en su carruaje, leía en voz alta el libro del profeta Isaías”, Hch 8:26-28

Lucas describe a un mensajero o ángel que le indica a Felipe que vaya al camino del desierto que va de Jerusalén a Gaza. Felipe se encuentra con una persona de mucha autoridad que estaba bajo el mando de la reina de Etiopía. Esta persona era alguien que creía en el Dios de Israel, pero no seguía totalmente la ley ni la circuncisión. Se encontraba leyendo al profeta Isaías y “el Espíritu Santo le dijo a Felipe: «Acércate y camina junto al carruaje»” y le preguntó: “—¿Entiendes lo que estás leyendo?” y es aquí donde “Felipe le habló de la Buena Noticia acerca de Jesús”. Los eunucos no podían ser parte del pueblo de Dios (Dt 23:1), pero la escritura en otra parte nos recuerda que “Si un extranjero me adora, no tiene por qué decir: “Dios me apartará de su pueblo”. El hombre que no puede tener hijos tampoco debe decir: “Yo parezco un árbol seco”, Is 56:3-5. Luego llegaron a un lugar donde había agua, y el eunuco dijo: «¡Mira, allí hay agua! ¿Qué impide que yo sea bautizado?». Ordenó que detuvieran el carruaje, descendieron al agua, y Felipe lo bautizó. La palabra de Dios nos desafía en ampliar los márgenes y cruzar fronteras de iglesia a no iglesia en palabra y obra a favor de la extensión del Reino de Dios. Los márgenes se van ampliando a medida que soltamos a la gente, confiamos en la obra del Espíritu Santo y nos unimos a la Misión de Dios en el mundo. Dios nos está llamando a nuevas maneras de hacer Misión. Felipe se atreve a decirle al eunuco que nada impide que sea bautizado. 

Carlos Scott

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...