sábado, 10 de junio de 2023

Compartir la Esperanza

 A toda la gente

"Ese día, unas tres mil personas creyeron en el mensaje de Pedro. Tan pronto como los apóstoles los bautizaron, todas esas personas se unieron al grupo de los seguidores de Jesús", Hch 2:41

La estructura de una comunidad de fe debe ayudarla a ser iglesia. Toda estructura debe promover la comunidad, edificar a las personas, sostener el testimonio y compartir la esperanza del Reino de Dios. El tipo de odre o estructura debe ser compatible con la forma cultural de la sociedad en la que se encuentra. La iglesia del primer siglo ofrece ejemplos de adaptación cultural y como se extendió rápidamente reuniéndose en hogares sin una superestructura organizacional. Mediante el modelo de gente itinerante y el testimonio de gente común ocupada en la vida cotidiana, mantuvo una red de comunicación y formación de nuevas comunidades de fe que penetró en el imperio de ese tiempo. La iglesia experimenta tensión con la cultura que la rodea, pero debemos asegurarnos de que esa tensión sea del conflicto entre la luz y las tinieblas y no por la incompatibilidad de formas culturales. La violación del principio de viabilidad cultural tiene como resultado una lenta penetración del evangelio. Nuestras ciudades forman un microcosmos cultural y el servicio efectivo demanda sensibilidad. Al pensar en qué tipo de odre es el más compatible con el vino nuevo se requiere discernimiento. Debemos evaluar cada estructura en términos bíblicos y de viabilidad cultural, Mt 9:16-17, Mc 2:21-22, Lc 5:36-39. “Cuando estoy con los que apenas empiezan a ser cristianos, me comporto como uno de ellos para poder ayudarlos. Es decir, me he hecho igual a todos, para que algunos se salven. Y todo esto lo hago porque amo la buena noticia, y porque quiero participar de sus buenos resultados”. 1 Co 9:22-23

Carlos Scott

viernes, 9 de junio de 2023

Perseverancia

 Principios

La iglesia que nace en Pentecostés es una comunidad que por el poder del Espíritu Santo va descubriendo y redescubriendo su misión. Lo que se va destacando es la perseverancia. “Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor), y a la oración”, Hch 2:41-47. "Al ver los milagros y las maravillas que hacían los apóstoles, la gente se quedaba asombrada". La enseñanza apostólica (Apóstol quiere decir enviado) tiene que ver con el envío. La naturaleza de una comunidad apostólica implica que se reconoce como misionera, enviada, abierta y flexible porque está orientada a la misión. La iglesia vive en un mundo siempre cambiante y constantemente debemos pensar que significa ser iglesia para los demás. Toda la vida de los seguidores de Jesucristo es una perseverancia y la comunión que gozaban va más allá del compañerismo. Koinonia es la palabra neotestamentaria traducida como 'comunión', 'compartir', 'contribución', 'común'. Es sociedad, cooperación, solidaridad, compartir sentimientos, necesidades y que la fe tenga una salida práctica. La Comunión o Koinonia es estar de acuerdo con el otro, estar unidos en el propósito, y servir al lado del otro. El amor se manifiesta de una forma concreta: "Los seguidores de Jesús compartían unos con otros lo que tenían". El principio era que no haya ningún necesitado entre nosotros, Dt 15:4,10-11. Somos llamados como comunidad misionera a ser un reflejo, aunque quizás imperfecto, del orden que anunciamos. La cena del Señor fue el centro del culto, se reunían en casas y compartían sus comidas con gran alegría y generosidad. La fe cristiana es fe comunitaria. Esto constituía una celebración de la vida, muerte, resurrección y el futuro regreso del Señor Jesucristo. La comunidad alababa a Dios, oraba y todos en la ciudad los querían. La iglesia le atribuía todo lo que era y lo que tenía a Dios. "Cada día el Señor hacía que muchos creyeran en él y se salvaran. De ese modo, el grupo de sus seguidores se iba haciendo cada vez más grande".

Carlos Scott

jueves, 8 de junio de 2023

Justicia y Equidad

Un nuevo orden

»Dios levantó a Jesús de los muertos y de esto todos nosotros somos testigos. Ahora él ha sido exaltado al lugar de más alto honor en el cielo, a la derecha de Dios. Y el Padre, según lo había prometido, le dio el Espíritu Santo para que lo derramara sobre nosotros, tal como ustedes lo ven y lo oyen hoy… Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?  Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes, para sus hijos y para los que están lejos, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios», Hch 2:32-39

El Reino de Dios es la autoridad y el poder de Dios en acción para destruir todo mal. En el nuevo orden esta Dios y en consecuencia nos encontramos con la ley del amor, que lleva a la verdadera justicia y equidad. El orden existente se opone de muchos modos al orden del reino cuando se oprime a los pobres y se aprovechan de los débiles. La naturaleza inclusiva y niveladora sobre el derramamiento del Espíritu Santo indica que Dios valora a los despreciados del mundo y a toda persona convirtiéndoles en sujetos de su amor y les da el poder para que sean testigos. El Espíritu libera de todas las opresiones, atiende todas las necesidades humanas y dignifica a todos aquellos que la sociedad tiene como cosas desechables. Somos llamados a mostrar las señales y evidencias de un nuevo amanecer. El Espíritu Santo es la novedad y superioridad de un nuevo orden. La fe cristiana es una fe pública y no se debe convertir a la esfera de la vida privada a causa del individualismo que inutiliza el poder transformador del evangelio. Una vez más se nos llama a unirnos a la misión de Dios, participar en la vida pública integrando sus consecuencias sociales y políticas, ser una comunidad o sociedad alternativa y colocar todas las cosas bajo el poder de Cristo, Ef 1:9-10.

Carlos Scott


miércoles, 7 de junio de 2023

Unidad y Misión

 Modelos

“Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total”, Hch 2:40-41

La palabra de Dios nos presenta buenos y malos modelos. Entre lo que no es bueno nos encontramos con el modelo de Babel, Gn 11:1-8. Se describe que eran personas religiosas, laboriosas, creativas, se superaban a sí mismas y trabajaban en equipo. Formaban un solo pueblo, hablaban un solo idioma; y todo lo que se proponían lo podían lograr. Pero Babel no es bien vista. Dios dijo “Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos. De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad”. ¿Cuál fue el problema? Babel fue el modelo de la cultura, lengua y verdad única. Había gente con virtudes y recursos, pero sin una visión hacia fuera. Estaban encerrados en sí mismo y quizás no había lugar para el valor del desacuerdo y la diferencia. Este modelo podría ser el que tienen actualmente algunas comunidades de fe. Por otro lado, nos encontramos con el modelo de Pentecostés. Fue una comunidad que proclamo las maravillas de Dios. Su énfasis no fue su estructura o "etiqueta denominacional". Se destaco la unidad sin caer en la uniformidad y celebro la fiesta de la diversidad lingüística, social, cultural y sexual (hombres y mujeres por igual recibieron el Espíritu Santo). Ninguna lengua predomino sobre las demás. Todo fue diferente en Pentecostés porque se derramo el Espíritu Santo y nació una iglesia para los demás. Compartió el mensaje, fue capaz de proyectarse en el otro y lo hizo con pasión. Hubo un sentido de unidad y misión. El centro de atención de Dios es el mundo y la extensión de su Reino. Es ahí donde es clave el rol de la iglesia. Eligio a su comunidad global como responsable de ser un instrumento del Reino de Dios. Pentecostés puede ser nuestro modelo. “Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo”, Ef 1:9-10

Carlos Scott

martes, 6 de junio de 2023

Experiencias niveladoras

 Poder nivelador

“En realidad lo que pasa es lo que anunció el profeta Joel: En los últimos días—dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños”, Hch 2:16-17

En el día de Pentecostés los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. Los apóstoles estaban unidos en oración junto con María la madre de Jesús, varias mujeres más, los hermanos de Jesús y otros que podrían ser unos ciento veinte creyentes, Hch 1:14-15. Se les había ordenado esperar y no alejarse de Jerusalén porque dentro de pocos días serían bautizados con el Espíritu Santo y eso fue lo que sucedió. El Espíritu es poder nivelador y descendió sobre todos. No hay alguien que estaba por arriba de los demás o más abajo. Se destaca así que se trató de una experiencia inclusiva que alcanzó a todos y que incluía a las mujeres galileas que seguían a Jesús. Fue una experiencia niveladora en una sociedad excluyente que concebía a las mujeres como menos importantes que los varones. El Espíritu nivelador es destructor de cualquier privilegio. El derramamiento del Espíritu Santo es comunicar el mensaje, es una visitación divina y somos desafiados a ser testigos. Su voluntad es extendernos a toda la humanidad porque es un Espíritu nivelador que piensa en todas las etnias. Es multiétnico, multilingüe y multicultural. Mientras permanezcamos acá, el Señor nos llama a involucrarnos en la misión. “Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.”, Ro 12:16. “Cada uno de ustedes ha recibido de Dios alguna capacidad especial. Úsela bien en el servicio a los demás”, 1 P 4:10

Carlos Scott

lunes, 5 de junio de 2023

La Gracia de Dios

 Manifestación milagrosa

"Entonces Pedro dio un paso adelante junto con los otros once apóstoles y gritó a la multitud: «¡Escuchen con atención, todos ustedes, compatriotas judíos y residentes de Jerusalén! No se equivoquen. Estas personas no están borrachas, como algunos de ustedes suponen. Las nueve de la mañana es demasiado temprano para emborracharse", Hch 2:14-15

Pedro le habla a una multitud: "Lo que pasa es que hoy Dios ha cumplido lo que nos prometió, cuando por medio del profeta Joel dijo: “En los últimos tiempos les daré a todos de mi Espíritu: hombres y mujeres hablarán de parte mía; a los jóvenes les hablaré en visiones y a los ancianos, en sueños", Hch 2:16-17. Es uno de los milagros más sorprendentes de todo el texto bíblico. Pedro explica que estas personas no están borrachas. En muchos lugares de nuestro continente y del mundo hay un énfasis en la presencia y el poder del Espíritu Santo. Como sucedió en Pentecostés hay quienes miran de afuera y piensan que estamos descentrados o fuera de sí. Es ahí donde las acusaciones se describen como irracionales, emotivas o ignorantes. Son personas que no logran sorprenderse por el milagro de la gracia de Dios. Y porque no pueden sorprenderse, se burlan de los demás. Quien cree saber cómo el Espíritu Santo va a actuar, se arriesga a no ver su acción cuando tenga lugar. La actividad del Espíritu Santo es siempre sorprendente. “Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada. Por eso, ante Dios, nadie tiene de qué sentirse orgulloso”, 1 Co 1:27-29. “Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor”, Ro 5:5

Carlos Scott

domingo, 4 de junio de 2023

Responder positivamente

 Percibir algo más

“Otros se burlaban y decían: «Lo que pasa es que están borrachos”, Hch 2:13

Cuando el Espíritu Santo descendió en el día de Pentecostés no todos vieron este milagro, no todos respondieron positivamente. ¿Cómo puede ser que algunos no percibieron lo que estaba ocurriendo en Pentecostés? ¿Por qué algunos encontraron un motivo de burla? Cuando pensamos que el Espíritu se debe manifestar de una sola manera corremos el peligro de no percibir algo más. Es como decir: “Nosotros sabemos todo, tenemos todas las respuestas”. Cuando esto sucede, perdemos la capacidad de asombro. En ese momento aparece la burla que refleja una vida basada en prejuicios y conceptos cerrados. Hay personas que se quedan atrapadas en la letra y no en el espíritu. Se busca la seguridad en el reglamento, los estatutos y la tradición. Los que aparentemente saben todo o creen que están en ventaja, corren el peligro de quedarse atrás porque no pueden ver lo extraordinario que está ocurriendo. Solo los que piensan que Dios se manifiesta de una sola manera hacen de la vida cristiana un método y un sistema. El Espíritu sopla de donde quiere, Jn 3:8. Cuando se teme o se critica, lo que se puede estar temiendo, es la pérdida del control. Se nos llama a no entristecer al Espíritu Santo: “No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención”, Ef. 4:30. No menospreciemos a otros hermanos o sectores de la iglesia. Vivamos el poder del amor y no el amor al poder. “El libro de los Hechos nos habla que el Espíritu Santo actúa, no para hacer que todos se conformen al mismo patrón, o que todos sean iguales, sino para que la gracia de Dios sea accesible a todos por igual.”

Carlos Scott

sábado, 3 de junio de 2023

¿Qué quiere decir esto?

 Seguir al Espíritu y percibir el milagro

"Y no salían de su asombro, ni dejaban de preguntarse: «¿Y esto qué significa?», Hch 2:12

El libro de los Hechos nos da a entender el modo en que el Espíritu obra en la comunidad de fe. Si bien la iglesia pasó de 120 a 3000 personas en un solo día, no todos pudieron percibir el milagro. Algunos estaban desconcertados y perplejos, se preguntaban: "¿Qué quiere decir esto?" Otros se burlaban y decían “lo que pasa es que están borrachos”. No entregarme a la vida del Espíritu es no poder percibir el milagro que Dios quiere hacer en este mundo. Una iglesia guiada por el Espíritu Santo es una iglesia que no se burla, ni descalifica a los demás, Hch 2:13, Mc 6:1-6. Es abierta al Espíritu (Mc 3:20-30, Lc 11:14-23), busca su llenura (Hch 4:23-31) y se dedica a la oración (Hch 1:14). Hablamos de una iglesia abierta al mundo que entiende que el evangelio es para toda clase de persona sin excepción, Hch 10:34. Somos desafiados a no perder la capacidad de asombro. Lamentablemente muchos piensan que el Espíritu Santo se ha de manifestar solo de una manera particular en la predicación, servicio o culto y si no es así, nos burlamos de otros, los tratamos mal o los descalificamos. La actividad del Espíritu Santo es siempre una experiencia que nos supera, nos sorprende y caemos rendidos a Él. 

Carlos Scott

viernes, 2 de junio de 2023

Diversidad sin uniformidad

 Unidad sin uniformidad

“¡Todos por igual los oímos proclamar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios!”, Hch 2:11

En Pentecostés Dios le dio su aprobación al pluralismo lingüístico y cultural. Babel fue un monumento al orgullo de un grupo humano, Gn 11:1-9. Utilizaron su unidad lingüística y recursos para dar rienda suelta a su orgullo. Dios los confundió y lo que produjo fue la multiplicidad de lenguas. Lo que Dios produce en Pentecostés es también una multiplicidad de lenguas donde ningún idioma predomino sobre los demás. Un pequeño grupo de gente de cultura y lengua uniforme surge una explosión multilingüe y multicultural por el poder del Espíritu Santo. No debemos entender la unidad como uniformidad. La comunidad de la iglesia debe ser como una danza de vida y amor. ¿Cómo podemos bailar juntos, alrededor, en la danza de la vida y el amor? ¿Cómo aprendemos los pasos de esta danza? Debemos dejar la división, pero no la diferencia; dejar la uniformidad, pero no la diversidad; dejar el individualismo, pero no la distinción y personalidad. Implica que hay diversidad sin uniformidad, diferencia sin división y distinción sin individualismo. Es cuando estamos compenetrados con el otro respetando su personalidad. Hacer espacio para otros, vaciarnos de nosotros mismos y ser humildes. Respetar, dar dignidad y tener una relación cara a cara. El sentido de cooperación, solidaridad y unidad que se basa en el Dios trinitario implica darnos lugar unos a otros. “Cada vez que sentimos que la vida es demasiado complicada o fracturada -muchas piezas para resolver, demasiada diversidad, demasiadas diferencias, nuestro Dios nos recuerda que construyó la unidad y la diversidad en el propio diseño de la vida. Podemos confiar en la unidad, y debemos saborear la diversidad. Esa es nuestra única esperanza de llevarnos bien en nuestras comunidades. Él es un Dios de paz y no un Dios en pedazos." Nuestro desafío como iglesia es que seamos uno y alcancemos la perfección en la unidad para que el mundo crea, Jn 17:20-21

Carlos Scott

jueves, 1 de junio de 2023

Una fe relacional

 Espíritu de unidad

“Los que estamos aquí somos de diferentes países. Algunos somos de Partia, Media y Elam. Otros vinimos de Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, Asia, Frigia, Panfilia y Egipto, y de las regiones de Libia cercanas al pueblo de Cirene. Muchos han venido de Roma, otros han viajado desde la isla de Creta y desde la península de Arabia. Algunos somos judíos de nacimiento, y otros nos hemos convertido a la religión judía. ¡Es increíble que los oigamos hablar, en nuestro propio idioma, de las maravillas de Dios!»,  Hch 2:9-11

Hay una visión que deriva del Pentecostés y es que el Espíritu de Dios se derrama sobre todo el género humano, Hch 2:17. Dios une personas de diferentes trasfondos y somos llamados a expresar una fe trinitaria, una fe relacional, en comunidad. Ser creados a la imagen de Dios implica que el ser humano no esté solo y viva en comunidad. El Espíritu Santo nos desafía a evidenciar esta imagen. Unidad con distinción, distinción sin mezcla, y unidad sin separación. Implica amarnos unos a otros, recibirnos y aceptarnos mutuamente. La vida del ser humano no puede ser buena a menos que se desarrolle en comunidad. Somos llamados a ser una comunidad trinitaria. En la antigüedad usaban la palabra perijóresis o perichóresis para describir esta realidad. Se trata de un término griego que está construido por dos palabras: una es peri (alrededor) y el otro choreo (danzar). Es bailar juntos danzando en círculo o alrededor. Significa “intercambiar lugares”, “danzar en torno”. Una danza de vida y amor. Esta fe y amor trinitario es mutuamente sacrificial donde cada persona renuncia a sí misma para encontrarse con las otras. Nos desafía a cerrar las grietas en la iglesia y en la sociedad. Es una fe relacional, se experimenta en comunidad y sugiere que seamos semejantes a la unión entre las Personas divinas de la trinidad. Sugiere la unidad en la verdad y el amor. Se nos llama a ser una comunidad trinitaria que es abierta e invita.

Carlos Scott

miércoles, 31 de mayo de 2023

Hablando a todas las lenguas

 Una fe que camina

"En aquel tiempo, muchos judíos que amaban a Dios estaban de visita en Jerusalén. Habían llegado de todas las regiones del Imperio Romano. Al oír el ruido, muchos de ellos se acercaron al salón, y se sorprendieron de que podían entender lo que decían los seguidores de Jesús. Estaban tan admirados que se decían unos a otros: «Pero estos que están hablando, ¿acaso no son de la región de Galilea? ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestro propio idioma?», Hch 2:5-8

La comunidad de los creyentes se organizó en Jerusalén donde dio sus primeros pasos, pero con motivo de la persecución camina hacia Samaria, Antioquia y luego a todo el mundo. Ellos comenzaron a viajar en vez de protegerse y predicaban a Jesucristo. El mundo necesita ver una iglesia abierta que sea inclusiva y no exclusiva. La iglesia que surge en el Pentecostés es una iglesia pública, la gente escucha y ve. Es una iglesia misionera porque nace hablando a todas las lenguas y no pasa desapercibida. Pentecostés implica ser una iglesia abierta que glorifica a Dios. Es una iglesia que mira hacia fuera, es inquieta, camina por todas partes, busca la simplicidad y se atreve hacer cosas diferentes. "La fe cristiana es una fe que nació para caminar". Hablamos de una iglesia donde pueda predominar una dimensión eclesial y no clerical. Una iglesia donde se ejerce el sacerdocio universal de todos los creyentes. La gente es libre, respetada y vive el poder del amor. El Espíritu Santo llama a su iglesia a repensar su estructura o institucionalidad para enfocarnos en su misión. Este tiempo puede ser un buen momento para pensar en cómo salir de los modelos de repetición e imitación para centrarnos en lo nuevo que viene del Espíritu de Dios.

Carlos Scott

Manos a las piedras

  Recurrente "En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas.", Jn 8:5 Lamentablemente los que su...