viernes, 24 de febrero de 2023

Perder la vanidad

Profundizando nuestro seguimiento

“Jesús miró a su alrededor, …”, Mc 10:23
Jesús suele mirar a su alrededor y al joven rico lo miró con amor y le dijo “Sólo te falta hacer una cosa…” Si queremos saber qué es lo que nos falta debemos colocarnos bajo esa mirada, permitir que me indague, me interrogue, me haga descubrir mi verdadera necesidad. Solo una mirada de amor como la suya me revela quién soy. Quizás lo que nos falta es “perder” lo que nos aleja de Dios y de nuestro prójimo. Perder nuestro egoísmo, la envidia, los malos deseos, la arrogancia, la soberbia, la búsqueda del poder. Perder la vanidad para salir de la oscuridad y caminar hacia la luz. Dios nos llama a mirar nuestra propia vida y transformarla en algo nuevo. “Por eso, ya no deben mentirse los unos a los otros. Todos nosotros somos miembros de un mismo cuerpo, así que digan siempre la verdad. Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarnos todo el día, ni deben darle al diablo oportunidad de tentarlos. Quien antes fue ladrón, debe dejar de robar, y ahora trabajar bien y con sus propias manos. Así tendrá dinero para ayudar a las personas necesitadas. No digan malas palabras. Al contrario, digan siempre cosas buenas, que ayuden a los demás a crecer espiritualmente, pues eso es muy necesario. No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado. Dejen de estar tristes y enojados. No griten ni insulten a los demás. Dejen de hacer el mal. Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo”, Ef 5:25-32
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 23 de febrero de 2023

PROYECTO PAÍS VASCO 2023 - BASQUE COUNTRY 2023 - LINGUAE CHRISTI (Englis...

El domingo 5 de Marzo están saliendo rumbo al País Vasco, Marta Rizzo, Daniel Scott e Iker Scott. Daniel estuvo 14 años sirviendo en España de los cuales 11 años estuvo con Marta y el hijo de ellos Iker. Estuvieron involucrados en la plantación de nuevas iglesias y ahora vuelven para continuar con este proceso, pero esta vez para unirse a todos los vascos de habla euskalduna para comenzar nuevas iglesias en su propio idioma del corazón. En estos momentos hasta su salida se encuentran en la casa de Carlos y Alicia Scott. Les pueden visitar, dialogar y orar. Les solicitamos especialmente sus oraciones, el acompañamiento afectivo como también todo lo necesario para el desarrollo de su tarea. Sigan orando por ellos y por Iker en su tratamiento sobre el autismo. Muchas gracias por acompañar este proceso y tengan total libertad en escribirles y comunicarse con ellos. Fuerte abrazo. Mision GloCal

Una existencia liberada

 La provocación de Jesús

“conviértete en uno de mis seguidores …”, Mc 10:21
Nuestro Dios nos provoca y a su vez nos invita. Nos provoca que salgamos fuera de nuestra manera de ver las cosas. Es perder para ganar. Es dejar para poder recibir. Dios nos quiere llevar a una existencia “liberada” de todas las esclavitudes, incluso del saber acumulado y custodiado celosamente. Es desechar las fórmulas tranquilizadoras y entregarnos a las conversaciones punzantes de un Jesús itinerante que nos llama a la aventura. Su provocación consiste en revisar lo que nos falta, pero desprendernos de aquello que nos detiene. El desprendimiento es el acto más grandioso de la adoración. Para entender el riesgo y la grandeza de una vocación, tenemos necesidad no solo de decir “Si” a esto, sino también “No” sobre aquello. En su provocación de amor no podemos conseguir descuentos, tampoco hacer arreglos razonables, atenuar su llamado y minimizar el compromiso. En el seguimiento tampoco deberíamos intentar recuperar lo dejado. Lo pasado, está pisado, quedó atrás. Vivir a media el seguir a Jesús se puede transformar en una vacuna que nos puede inmunizar contra cualquier lanzamiento. Neutraliza en su raíz toda voluntad de lanzarse a la aventura. Su provocación amorosa nos estimula, pero vivir a media nos desanima. Jesús no le retiró a esta persona su afecto y este joven se marcha con aquel cariño que ya no le abandona, pero se puso muy triste y se fue desanimado. Es el remordimiento lo que más le atormenta y lo que hubiese podido ser. La llamada rechazada se convierte en una apelación continua, un reclamo tenaz, aunque silencioso. “Adviérteles a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni confíen en sus riquezas, porque es muy fácil perder todo lo que se tiene. Al contrario, diles que confíen en Dios, pues él es bueno, y nos da todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos. Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas acciones. Recuérdales que deben dar y compartir lo que tienen.  Así tendrán un tesoro que, en el futuro, seguramente les permitirá disfrutar de la vida eterna”, 1 Timoteo 6:17-19

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

martes, 21 de febrero de 2023

Mirar con amor

 Lo esencial

“Jesús lo miró con amor y le dijo: —Sólo te falta hacer una cosa.”, Mc 10:21
Jesús nos mira con amor y nos desafía. Si queremos saber lo que nos falta debemos colocarnos bajo su mirada, permitir que nos pregunte y nos ayude a descubrir nuestra verdadera necesidad. Ante la mirada de Jesús todo queda al descubierto y es ahí donde podemos tomar conciencia de un vacío interior que lo hemos querido llenar con tonterías, distracciones y vanidad. La mirada del Señor nos ayuda a darnos cuenta de lo que no tengo, lo que me falta y me revela lo que no soy. Es una mirada de amor que nos confronta con nuestro egocentrismo y mezquindad. El descubrimiento de lo que nos falta es posible a través de la luz. “Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos.”, Heb 4:12. No es una palabra apagada, algo decorativo depositado en la superficie. Es una palabra que penetra en nuestro interior, explora nuestras limitaciones y deja al descubierto nuestra necesidad de Dios. Nos hace falta perder y si perdemos somos lo que hemos encontrado la vida en plenitud. “Si sólo se preocupan por su propia vida, la van a perder. Pero si están dispuestos a dar su vida por causa mía, les aseguro que la van a ganar.”, Mt 10:39
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

lunes, 20 de febrero de 2023

Sin sobrepeso

Aligerar la carga

“El hombre le dijo: —Maestro, todos esos mandamientos los he obedecido desde que era niño. Jesús lo miró con amor y le dijo: —Sólo te falta hacer una cosa. Ve y vende todo lo que tienes, y reparte ese dinero entre los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Después de eso, ven y conviértete en uno de mis seguidores”, Mc 10:20-21
Hay personas que tienen la tendencia de acumular, guardar y añadir algo más. Cuando decidimos seguir a Jesús el equipaje debe ser liviano, llevar lo necesario y no viajar con exceso de equipaje. Es un viaje para ir con lo justo y no podemos pagar por el sobrepeso. Debemos quitar y no añadir; perder, no adquirir; despojarnos y no juntar. En la mentalidad de esa época la riqueza era considerada como una afirmación, conformidad y aprobación de Dios. La respuesta de Jesús le resulta escandalosa, porque cambia totalmente su praxis religiosa. Jesús no añade un mandamiento nuevo y pide la renuncia a una cierta mentalidad, a un cierto capitalismo espiritual, a ciertas previsiones. Lo que se nos pide es aligerar la carga, no exige algo más, no pide añadir, sino darle una orientación distinta a nuestra vida. Cuando Dios no entra en nuestro juego nos escandaliza. Se trata de un desapego doloroso y nuestro Dios se alegra cuando sus discípulos van a su paso. “Reunió a los doce apóstoles y los envió de dos en dos. Les dio poder para expulsar de la gente a los espíritus malos, y también les ordenó: «Lleven un bastón para el camino, pero no lleven comida ni bolsa ni dinero. Pónganse sandalias, pero no lleven ropa de más”, Mc 6:6-13. »Dios mío, antes de mi muerte concédeme sólo dos cosas; ¡no me las niegues! Manténme alejado de la mentira, y no me hagas pobre ni rico; ¡aléjame de toda falsedad y dame sólo el pan de cada día! Porque si llego a ser rico tal vez me olvide de ti y hasta me atreva a decir que no te conozco. Y si vivo en la pobreza, puedo llegar a robar y así ponerte en vergüenza”, Proverbios 30:7-9
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

domingo, 19 de febrero de 2023

Una perspectiva diferente

Una mirada de amor

“Jesús le contestó: —¿Por qué dices que soy bueno? Sólo Dios es bueno”, Mc 10:18
Nos encontramos ante una persona recta, intachable y de buena conducta en guardar los mandamientos. Sus preguntas revelan una determinada intención. "—Maestro bueno, dime, ¿qué debo hacer para tener vida eterna? Jesús nos invita a dar un salto de fe y "salir de lo que consideramos bueno" para darnos cuenta de que estamos frente al verdadero Dios y por lo tanto estamos ante el único que merece llamarse “Bueno”. Jesús nos coloca en una perspectiva diferente. Solo él es bueno y merece nuestro seguimiento. Dios se ha hecho carne en la persona de Jesús y es bueno porque es cercano al ser humano en misericordia, amor y compasión. “Jesús lo miró con amor”, lo apretó con su corazón y nos mira con amor. Su mirada es profunda, atenta y penetrante. Desea que aceptemos su amor y la vocación divina para la cual nos desafía, pero aún “falta hacer una cosa”. Es necesario dejar atrás lo que nos puede detener. El desprendimiento es la consecuencia natural de seguir a Jesús y es compartir lo que tenemos. Una vez más será necesario abandonar la barca de pesca, la mesa del cambista, un prejuicio religioso, porque de otro modo sería imposible estar junto a Jesús. Nuestro Dios quema las naves, elimina los puentes porque no está previsto el regreso o volver atrás. Jesús no compite con nada y nadie. Es absoluto, absoluto y él es nuestra única garantía. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

sábado, 18 de febrero de 2023

Una vida plena

 Buscar la “vida entera”

“¿Qué debo hacer para tener vida eterna?,…  Después de eso, ven y conviértete en uno de mis seguidores.”, Mc.10:17-21.
Jesús responde a nuestras inquietudes. La vida que buscamos la podemos tener, pero Jesús siempre nos quiere llevar más allá. La “vida entera” es posible en todo tiempo, pero el evangelio de Marcos nos habla de una persona que responde negativamente ante la llamada del Señor. “Al oír esto, el hombre se puso muy triste y se fue desanimado, porque era muy rico.” Jesús lo miró con amor y este amor le complicó las cosas. La tristeza no es por los bienes, sino por otra cosa. Por no compartir la propia riqueza ha perdido la gran ocasión de su vida. Más que una vida rica, Jesús propone una vida plena. Jesús rompe con la tradición en que la riqueza era una bendición por la piedad a Dios. Jesús nos propone la generosidad y liberalidad. Seguir a Jesús no se trata de que a unos le pide todo y a otros poco o nada. Él rompe la relación tradicional entre fidelidad y prosperidad terrena. Jesús nos habla del desapego con todo aquello que evita una correcta relación con Él y con nuestro prójimo. Nos habla de un apego amoroso a su persona y una manifestación concreta en su seguimiento. »Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y estar esclavizado al dinero. »Por eso les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? … »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”. Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. »Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy”, Mt 6:24-34
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

viernes, 17 de febrero de 2023

El fin es la vida

Las intrigas del camino

“Mientras Jesús iba de camino, un hombre llegó corriendo, se arrodilló delante de él y le preguntó: —Maestro bueno, dime, ¿qué debo hacer para tener vida eterna?”, Mc 10:17
El gran tema al identificarnos con Jesús es estar en su seguimiento. Puede haber determinadas situaciones que pueden bloquear y no permitir seguir a Jesús. El tema de fondo y lo que está en juego es la vida misma. La pregunta inicial de esta persona joven y rica revela su preocupación para tener “vida entera”. El encuentro con Jesús se produce camino a Jerusalén, pero no es un camino que conduce a la muerte, sino a la vida. El fin es la vida, o sea la plena comunión con Dios y el prójimo. Cuando afirmamos la grandeza de este camino las otras realidades terrenas se desvanecen. Jesús nos desafía a estar disponibles y ligeros para seguirle. No alcanza la buena voluntad y se espera una decisión completa. La vida sedentaria es incompatible con la vida nómada. Nuestra vida es camino y seguimiento. En este caso particular Jesús nos advierte de los peligros de la riqueza y la dificultad que un rico acepte a Dios como su Rey. Nuestra alegría en seguir a Jesús tiene recompensa no solo en el futuro sino también en el presente. “Pedro le dijo: —Recuerda que nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. Jesús les respondió: —Les aseguro que quien haya dejado algo por seguirme y por anunciar las buenas noticias, recibirá su premio. Si dejó a sus hermanos o hermanas, a su padre o a su madre, a sus hijos, su casa o algún terreno, recibirá en esta vida cien veces más casas, terrenos y familiares, aunque también será maltratado por sus enemigos. Y cuando muera, vivirá con Dios para siempre; pero muchos que ahora son importantes, serán los menos importantes; y muchos que ahora no son importantes, serán los más importantes.” Mc 10:28-31
Carlos Scott 
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 16 de febrero de 2023

Responder a una llamada

Disponibilidad

"Les aseguro que quien no confía en Dios como lo hace un niño, no puede ser parte del reino de Dios. "Jesús tomó en sus brazos a los niños y, poniendo sus manos sobre ellos, los bendijo”, Mc 10:15-16
Jesús nos propone seguir el modelo del niño de los cuales no tienen posiciones que conservar, seguridades que defender, funciones que reclamar, un prestigio que mantener, privilegios que atribuirse. No tienen que presumir y no pretenden conquistar con la fuerza. Por lo general son confiados, dispuestos a recibir lo que le den, capaces de dejarse guiar y tienen el don de vivir en el instante presente. Los niños responden a la llamada que se les dirige, se abren confiados y tienen un sentido natural de dependencia. Están abiertos a la sorpresa y el sentido de maravillarse. Nos podemos volver demasiado viejos cuando perdemos la capacidad de asombro, ser receptivos y agradecidos “Jesús siguió con el espíritu de niño hasta el final porque esperaba todo del Padre”. Dios realiza sus milagros cuando no hay orgullo, jactancia, vanagloria y fanfarronería. “Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros. Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.» Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros.”, Ga 5:13-15
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 15 de febrero de 2023

Volver al principio

Receptividad

“Hubo quienes llevaron a sus niños para que Jesús los tocara y los bendijera. Pero los discípulos las regañaron, … Jesús les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí”, Mc 10:13-14
El ser humano puede perder cierta apertura, simpleza y naturalidad. No necesariamente tiene que ver con nuestra edad cronológica. Podemos perder la frescura y el empuje para volvernos complicados y pretenciosos. Este episodio quizás se origina en un descanso del viaje. En la mente de los discípulos estos niños no son maduros como para estar cerca del maestro. Pueden ser un elemento de desorden, no merecen consideración y significa perder el tiempo. Parece que todo es cosa de adultos quienes pueden ser capaces de comprometerse y comprender la enseñanza del Señor. Jesús se enojó con sus discípulos porque la ternura hacia los pequeños permite reconocer al mismo Señor. Jesús nos enseña a tener cuidado de decidir quién es digno de acercarse a él y quién no lo es. Es sorprendente que los discípulos siempre son reprendidos cuando intentan “impedir” o “prohibir”. Los discípulos manifestaron incomprensión y la misma casi siempre está del lado del rechazo. Debemos tener cuidado en convertirnos en profesionales del rechazo y no ser especialistas en recibir a los demás. "Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”, Mt 25.40. Jesús nos anima a volvernos como niños y comenzar desde el principio, volver y partir desde el niño. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

martes, 14 de febrero de 2023

Solidaridad

 Significancia e inclusividad 

“Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó…” Mr. 10:13-14. 
La cultura judía no apreciaba a los niños. Tipificaban inmadurez y desconocimiento. No apreciaban su inocencia y potencialidad. Ocuparse de ellos era pérdida de tiempo. Los discípulos reprenden a los que habían traído los niños a Jesús. Ellos responden de acuerdo a su cultura y mentalidad. Jesús muestra su humanidad: Se indigna. Jesús nos dice: “El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante”, Lc. 9:48. “Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos” Mr. 10:16. Jesús no se deja llevar por los prejuicios de la cultura. Toma en sus brazos a los niños. El Señor toma en sus brazos a los que todavía no tienen mucha comprensión de las cosas. El relato bíblico mantiene la prioridad de la solidaridad y no del exclusivismo, Mr. 9:33-50. Lo bueno de afuera debe ser afirmado y lo malo de adentro extirparlo. El mensaje del infierno está dirigido a los de adentro en este contexto. Seguir a Jesús hace que la sal mantenga su sabor y eficacia. Es la práctica anticipada del reino. Que podamos ser una comunidad abierta para todos guiada por el Espíritu Santo. ¿Te vas a cortar la mano? No lo hagas. Lo que hay que cortar es el pecado. Es una acción drástica, de profunda convicción, decisión, voluntad, responsabilidad, compromiso. "Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios", Ef 5:2
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

Dejar los prejuicios

  Desliz "¿Tú qué opinas?", Jn 8:5 Dios nos llama a purificar nuestra vida y la forma de ver la vida. Se trata de salir de nuestro...