sábado, 7 de enero de 2023

Mirar con el corazón

Atrevernos a decir “Si, quiero”

” Jesús tuvo compasión del enfermo, extendió la mano, lo tocó y le dijo: —¡Quiero hacerlo! ¡Ya estás sano!”, Mc 1:41
La lógica de la “estructura” y el “campamento” algunas veces deja afuera lo que Dios considera su enfoque de amor. El campamento, sistema, rendimiento, decretos y obediencia debida suele defender sus propios límites y observaciones. Cuando podemos mirar con el corazón de Jesús nos damos cuenta de que todavía hay algunos “leprosos” que mantenemos a distancia. Pueden ser personas que nos causan disgusto e indiferencia y es ahí donde tratamos de refugiarnos en las normas de seguridad sugeridas por el prejuicio.  El “leproso” algunas veces suele estar muy cerca y es necesario derribar el muro infranqueable del rechazo. Implica decir “quiero”, porque la sanidad de la soledad, el anonimato, la falta de amor y desesperación viene cuando estamos dispuestos a cruzar todo tipo de fronteras. ”Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben”, Ro 12:15-16
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

viernes, 6 de enero de 2023

Abramos las ventanas

 Los intocables

“Un hombre que tenía la piel enferma se acercó a Jesús, se arrodilló ante él”, Mc 1:40
Jesús tocó al que era considerado intocable, marginado y sospechoso. El grito de este ser humano impuesto por los demás era: ¡Soy impuro! Jesús nos desafía a tener gestos concretos para acercarnos a toda persona y que nadie quede excluido. Jesús sufrió fuera de la ciudad, fuera del campamento y entregó su vida para salvarnos y sanarnos, Heb 13:12-13. Ahora nos espera afuera para salir a su encuentro con todos aquellos que nos necesitan. La salvación acampa en un espacio abierto y no puede quedar limitada por confines demasiado estrechos. El enfermo y leproso sanado es devuelto a la sociedad y se hace mensajero para que todos salgamos a campo abierto. Es un mensaje para recordarnos que no debemos establecer las fronteras del rechazo y del elemento extraño que perturba. Se nos llama a vivir el amor expresado en el diálogo y la paciencia. Quedarnos siempre adentro o en el "campamento" nos impide escuchar la voz de los que están afuera. La voluntad de Dios no es la indiferencia, el distanciamiento, la exclusión y la condena. Es saber superar nuestros propios prejuicios y dejar un poco de lado los reglamentos, permisos y decretos. No mantengamos a distancia a los que se les considera los intocables para proteger la estructura y las normas de seguridad. Abramos las ventanas para darnos cuenta de que afuera nos espera Jesús para respirar un aire de esperanza que necesita toda la humanidad. "—Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra. Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo. Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer. Entonces Jesús se puso de pie y le dijo: —Mujer, los que te trajeron se han ido. ¡Nadie te ha condenado! Ella le respondió: —Así es, Señor. Nadie me ha condenado. Jesús le dijo: —Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar”, Jn 8:8-11
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 5 de enero de 2023

La silla vacía

 Falta uno

"Jesús tuvo compasión del enfermo, extendió la mano, lo tocó y le dijo: —¡Quiero hacerlo! ¡Ya estás sano!”, Mc 1:41
Una persona que tenía una enfermedad en la piel se acercó a Jesús. Los leprosos eran enviados fuera de la comunidad por motivos higiénicos y también religiosos. Su aislamiento implicaba cuidar la seguridad del lugar. Se asociaba y confundía la enfermedad con la culpa y el contagio físico con la impureza moral. Jesús rompe con el reglamento y hace saltar los mecanismos de exclusión. Jesús desafía el contagio. No evita el contacto con el impuro. No teme mancharse. Jesús nos enseña que alejarnos no significa curar, que librarse de personas incómodas es lo contrario a liberar; que ignorar a las personas no resuelve el problema, sino que lo agrava; que el orden dentro del campamento no quiere decir que “estamos bien dentro y entre nosotros”. Jesús nos vuelve a mostrar que “falta uno”, que ha sido expulsado y no se ha hecho nada por entenderlo. "Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo. Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante.”, Ga 6:2-3
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 4 de enero de 2023

Sin grietas y exclusión

Sin Fronteras

“Un hombre que tenía la piel enferma se acercó a Jesús, se arrodilló ante él y le dijo: —Señor, yo sé que tú puedes sanarme. ¿Quieres hacerlo? Jesús tuvo compasión del enfermo, extendió la mano, lo tocó y le dijo: —¡Quiero hacerlo! ¡Ya estás sano! De inmediato, aquel hombre quedó completamente sano”, Mc 1:40-42
Jesús trae cerca a los que están lejos. Esto fue lo que pasó con la persona que tenía la piel enferma. Jesús ha llegado para quitar toda clase de fronteras y grietas. Jesús derriba los muros de separación, prejuicios y no acepta las discriminaciones raciales y religiosas, Jn 4:1-42. Para él no tiene sentido las categorías que solemos usar para separarnos unos de otros. Jesús habla con todos, habla a todos y todas. En otra parte del evangelio se ocupa de una persona pobre, loca y endemoniada que vivía entre los sepulcros. Jesús no va al cementerio a encontrar muertos, sino vivos olvidados, Mc 5:3. Jesús también acepta la invitación de un religioso y recibe a la mujer que se reconoce necesitada de perdón y entra a la casa con un frasco de perfume para derramarlo a los pies del Señor, Lc 7:36-50. Jesús sube para una fiesta, pero no va directo al templo, sino a una piscina de Betsaida, dónde está amontonada una multitud de ciegos, cojos, andrajosos, paralíticos, gente que se le niega lo sagrado y privilegia al excluido de entre los excluidos, Jn 5. Jesús va en busca de sorpresas, prefiere ser uno más entre gente sospechosa. Camina entre calles no seguras, barrios poco recomendables y está en compañía de los que han sido rechazados. Jesús no teme al contagio. Es el contacto con él lo que salva y sana. Jesús nos desafía a salir fuera del campamento porque la estructura puede limitar, proteger solo sus intereses, Heb 13:12-15. Se diría que, para él, la puerta sólo sirve para salir al encuentro de los que están afuera.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

martes, 3 de enero de 2023

Salir al descubierto

Ver más allá

«¿Cómo se atreve éste a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados.», Mc 2:7
Este es un relato que tiene dos encuentros. Uno es con el paralítico y el otro con los religiosos. Jesús ve la fe de los que llevan al paralítico, observa a los maestros de la ley y ve el mal más profundo que tiene el ser humano. Jesús antes de actuar se dedica a leer lo que está escondido en unos y otros. Los religiosos son impecables en su razonamiento. Sólo Dios puede perdonar pecados y solo Dios quita el pecado del ser humano que lo separa de una correcta relación con él y el prójimo, pero las conclusiones a las que llegan son apresuradas: ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Marcos describe la hostilidad de estos religiosos que pretenden el monopolio de la verdad y no toleran un espíritu autonomista que esté opuesto a su centralismo religioso. Sus principios tienen una sola dirección: “La verdad está de nuestra parte” y se han vaciado contra lo nuevo. No logran imaginar lo diferente, se niega la entrada de lo inesperado y no pueden permitir que le hagan un agujero en el techo. La inquietud queda lejos, y exorcizada. Todo está ordenado, cada cosa en su lugar y no hay sitio para más. Nosotros también corremos el riesgo de cortar las alas a la esperanza, abolir el riesgo, enjaular al Espíritu, de salir fuera, al descubierto. Quizás nuestro pecado son las virtudes, verdaderas o presuntas, que nos impiden descubrir nuestro mal oculto. Jesucristo se presenta una vez más a nuestras vidas y pretende una abertura en nuestro ser y llegar a lo profundo de nosotros mismos. Jesús quiere ver nuestra fe y nuestra búsqueda. “Cuando Jesús vio la gran confianza que aquellos hombres tenían en él, le dijo al paralítico: «Amigo, te perdono tus pecados… Pues voy a demostrarles que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados» Entonces le dijo al que no podía caminar:«Levántate,...y vete a tu casa". En ese mismo instante... aquel hombre se levantó...y salió de allí", Mc 2:5:12. Dios no se ha limitado a dejarse sentir. Se ha dejado ver. Se ha hecho rostro. Su nombre es Jesús.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox

lunes, 2 de enero de 2023

Vestirnos con lo nuevo

La Fiesta

”Jesús les respondió: —Los invitados a una fiesta de bodas no ayunan mientras el novio está con ellos; pero llegará el momento en que se lleven al novio, y entonces los invitados ayunarán.”, Mc 2:19-20
El encuentro con Cristo es presentado como una fiesta de bodas. Es quitarnos el traje de luto, la máscara de la tristeza, los cantos de lamentación. La palabra de Dios nos anima a quitarnos el ropaje viejo y vestirnos con lo nuevo, Ef 4:22-32. No sirve remendar un vestido viejo con un parche de tela nuevo. Sería grotesco tapar los agujeros más llamativos con pedazos de aparente novedad poco creíbles. Seguir a Jesucristo es vivir de tal manera que te de ganas de bailar porque nos encontramos con un Dios que nos seduce y no que amenaza. No se trata de ser aburrido, pedante y pesado, sino estar abierto a la alegría del camino que es novedad, aventura y celebración. La fiesta y celebración es también encontrar una comunidad que sea lugar de misericordia y de humanidad. No un lugar donde el énfasis está en los decretos, observancias, códigos, sino un lugar donde se disfruta el “Espíritu del Dios vivo”. Una comunidad donde el énfasis no está en el funcionamiento, la organización, el rendimiento, la aceleración, sino una comunidad que promueve la vida y la favorece de un modo concreto en la relación, el apego, la proximidad y equidad. Hablamos de una comunidad donde el amor es la ley fundamental de la existencia.  “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.  Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto”, Col 3:12-14
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

domingo, 1 de enero de 2023

Tiempo de alegría, fe, esperanza y amor

Un vino nuevo

"Una vez, los discípulos de Juan el Bautista y los discípulos de los fariseos estaban ayunando. Algunas personas fueron a donde estaba Jesús y le preguntaron:  —¿Por qué tus discípulos no ayunan? Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos sí lo hacen. Jesús les respondió...» Si un vestido viejo se rompe, nadie le pone un parche de tela nueva; porque al lavarse el vestido, la tela nueva se encoge y el hueco se hace más grande.» Tampoco se echa vino nuevo en recipientes de cuero viejo; porque al fermentar el vino nuevo hace que el cuero viejo se reviente. Así el vino nuevo se pierde, y los recipientes también. Por eso hay que echar vino nuevo en recipientes nuevos.", Mc 2:18-22
Algunas personas le piden a Jesús que sus discípulos mantengan la tradición y se ajusten al reglamento. Jesús anuncia la alegría, la esperanza y el amor en el terreno de la vida. Nos llama a entrar en los tiempos nuevos, de los cuales el vino es el símbolo más evidente, hay fiesta y celebración. Los recipientes de cuero viejo están desgastados y muy usados y no pueden soportar el ímpetu y la efervescencia del vino nuevo. Una nueva generación necesita formas nuevas y una reforma no puede reducirse a una operación de cosmética. Dios nos llama a colocarnos una ropa nueva y no usar remiendos. Implica un nuevo corazón, es conversión, transformación profunda. Los religiosos de la época de Jesús solo aceptaban un simple retoque que no les quite el poder y el control, pero Jesús no es un parche de tela nueva para ser puesta en un vestido viejo. En este tiempo se nos llama a dar un salto de fe y buscar una transformación profunda porque» Ciertamente se acerca la hora—dice el Señor Soberano— cuando enviaré hambre a la tierra; no será hambre de pan ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del Señor", Am 8:11
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

sábado, 31 de diciembre de 2022

La intención de Dios

Tiempo de fiesta, descanso y celebración 

Observar el día de descanso no le agrega nada a Dios, pero fue establecido por Dios para beneficio de la humanidad. Es fiesta y celebración. Jesús nos enseña a descubrir la intención de Dios y esa intención está orientada hacia el bien de la persona. "Pues tu Dios está contigo y con su poder te salvará. Aunque no necesita de palabras para demostrarte que te ama, con cantos de alegría te expresará la felicidad que le haces sentir", Sof 3:17. Celebrar la vida, hacer fiesta y descansar es un regalo. "Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. Serán llamados robles de justicia, plantío del Señor, para mostrar su gloria", Is 61:3. El descanso y su celebración es el tiempo del encuentro. Es la provisión de Dios para el desarrollo humano. Lo que viene de Dios lleva la esencia de la frescura. Es el manantial de la vida plena: “Sólo en ti se encuentra la fuente de la vida, y sólo en tu presencia podemos ver la luz.”, Sal 36:9. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

viernes, 30 de diciembre de 2022

Ampliar nuestra manera de pensar

Espacio de vida y libertad

”Así que el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso del día de descanso!”, Mc 2:28
La palabra de Dios se orienta a favor de la vida y su crecimiento. Dios está de parte del ser humano y quiere que descansemos. Es un espacio de libertad, de vida y amor. Dios nos ofrece la posibilidad de ampliar nuestra manera de pensar y ser. Jesús nos defiende del legalismo observante que representa un sistema de premio y castigo, que puede infundir temor y sofocar. Estos sistemas de control limitan la libertad, envenenan el gozo de vivir y para ellos siempre falta algo. Nuestro Dios es para el ser humano. La palabra que viene de parte del Señor es una chispa que enciende el corazón y siempre te da ganas de ir más allá, hay nuevas aventuras y horizontes. Es respirar aire puro y contagia la alegría de vivir. ”Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa. Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado... Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.  Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros.”, Jn 15:11-17
Carlos Scott 
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 29 de diciembre de 2022

No sofocar y permitir respirar

 Una enseñanza liberadora

”Un sábado, al cruzar Jesús los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo.—Mira —le preguntaron los fariseos—,¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado? Él les contestó:—¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad? Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados a Dios, que solo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros.» El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado», Mc 2:23-28
Hay gente que se caracteriza por estar con un código en la mano. Aparecen en cualquier momento para señalar lo que está mal, especialmente cuando alguien quebranta el reglamento. Los discípulos son acusados de arrancar espigas de trigo en el día de descanso. Dios estableció el descanso para beneficio del ser humano, pero parece que los religiosos de esa época no lo entendieron. El legalismo oscurece el plan de Dios y la vida queda reducida en lo que puedes hacer o no. Es muy peligroso cuando la vida pierde la dimensión de la fe y queda ahogada por determinados reglamentos. Cuando lo insignificante se transforma en lo más importante perdemos el rumbo. Los religiosos según su criterio contabilizaron 365 prohibiciones y 278 mandamientos para el día de descanso. La palabra de Dios da una dirección para la vida humana, pero las autoridades de esa época añadieron una multiplicación de normas y prescripciones que llevaron a la gente a perder la orientación. Una norma pierde credibilidad cuando solo se dedica a restringir espacios vitales de libertad que todo ser humano necesita. En contraposición la enseñanza de Jesús es liberadora. No sofoca y permite respirar. Jesús supera el legalismo con el amor. “Si ustedes supieran qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”, no condenarían a los que no son culpables.”, Mt 12:7
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 28 de diciembre de 2022

Gestos y opciones

Controversias

“Si sanaba la mano del hombre, tenían pensado acusarlo por trabajar en el día de descanso.”, Mc 3:2
Jesús ante la oposición muestra sus gestos y sus opciones. Jesús inaugura el tiempo de la alegría y es el que libera al ser humano de la esclavitud del legalismo, de las observancias externas, para que se pueda mover en un espacio de libertad, el espacio de la vida misma, del amor, del don de la vida. La praxis de Jesús escandalizó a sus contemporáneos. Encontrarnos con Jesús implica dejarnos interpelar por su presencia. Somos llamados a abrir nuestro corazón a su presencia, a su palabra, a su Espíritu. Es responder al amor, reconocer su camino y aceptar libremente seguir su caminar. “Jesús le dijo a la gente que creyó en él: —Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”, Jn 8:31-32. “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.”, Jn 8:36
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

Dejar los prejuicios

  Desliz "¿Tú qué opinas?", Jn 8:5 Dios nos llama a purificar nuestra vida y la forma de ver la vida. Se trata de salir de nuestro...