jueves, 6 de febrero de 2020

¿Cómo se explican estos milagros que vienen de su mano?” (Mc 6:2)

¿Cómo se explican estos milagros que vienen de su mano?” (Mc 6:2) La identidad de Jesús puede ser conflictiva. ¿Por qué algunos se escandalizaban de Jesús?. Los contemporáneos de Nazaret se preguntaban “¿Cómo se explican estos milagros que vienen de su mano?” (Mc 6:2) y no podían concebir que un carpintero, “el hijo de María” llegara a realizar milagros (Mc 6:2-3). Parece que la gente de esa comunidad no podía concebir el origen humilde de Jesús. Un Jesús que es artesano y está lejos del prestigio y el poder. En Nazaret no pudo hacer ningún milagro “y él se quedó asombrado por la incredulidad de ellos” (Mc 6:5-6). Solamente sanó a unos pocos enfermos al imponerle las manos. “El ministerio de sanidad tiene que ser muy superficial donde hay incredulidad, incapaz de enfrentar los problemas álgidos que sufren las personas en nuestra sociedad” y el mundo. El evangelio de Juan es revelador cuando nos dice “El que era la luz ya estaba en el mundo, y el mundo fue creado por medio de él, pero el mundo no le reconoció” (Jn 1:10) Jesús no llego a esta tierra en helicóptero, tampoco en un jet privado, no anduvo con un traje de seda blanco respaldado por las grandes firmas comerciales y tampoco caminaba a 10 metros de altura haciendo alarde de su poder. La identidad de Jesús es conflictiva para muchos. Corremos el riesgo de olvidarnos del “Jesús carpintero, el otro lado del Jesús Hijo de Dios” . Dios en la persona de Jesucristo se hace hombre, elige la periferia, una provincia pobre, un hogar humilde y camina por las aldeas y pueblos sirviendo a la gente. Jesús no uso su divinidad para hacer ostentación de su poder (Fil. 2:5-8). El evangelio nos sorprende cuando dice que el mundo no le reconoció, porque a Jesús solo se lo puede ver con los ojos de la Fe. ¿Con que ojos miramos a Jesús? ¿Cómo debería ser nuestro modelo o estilo de servicio? ¿Cómo encarnamos el evangelio? ¿Qué es lo que buscamos de Jesús? Carlos Scott

miércoles, 5 de febrero de 2020

AQUÍ ESTOY

AQUÍ ESTOY " No pongas tu mano sobre el muchacho...", Gn 22:12 Abraham esta decidido a ofrecer a su hijo Isaac para ser sacrificado y pasar uno de los momentos mas dolorosos. En medio de la prueba y el silencio de Dios, decide seguir adelante, levanta el altar para adorar y reconocer a Dios. Dios puede ponernos a prueba para ver si hay algo más fuerte que él mismo en nuestro corazón. Él quiere saber quién tiene la preminencia y qué cosas pueden estar compitiendo con su amor o si nuestro corazón ha sido capturado con algo que impide obedecerle. Dios se hizo presente en la vida de Abraham y la fe sostuvo la situación: “El ángel del Señor le gritó desde el cielo: ¡Abraham!, ¡Abraham!, aquí estoy respondió. No pongas tu mano sobre el muchacho… alzó la vista y, en un matorral, vio a un carnero…lo ofreció como holocausto. A este sitio lo llamó: “El Señor provee”. Hay un final feliz pero no siempre esto sucede en la vida. Lo que sí sucede, es que siempre Él está presente en toda situación para cumplir sus propósitos y darnos fortaleza. El silencio y la prueba viene primero, pero todo es preparado para la Gloria de Dios y su bendición. El silencio en la vida de Abraham culminó con un tiempo de alegría, esto sucede cuando escuchamos la voz de Dios. Somos llamados a creer, confiar y aferrarnos al propósito de nuestro buen Dios para bendecir a todas las familias de la tierra y ver su gran victoria. Dios tiene planes para establecer su Reino, salvar y bendecir al mundo y nos invita a salir de donde estamos. Nos promete mucho y se espera mucho de aquellos a quienes se les dice: “Vayan" ¿Hay algo en nuestras propias vidas que está compitiendo con Dios? ¿Hay algo que está impidiendo obedecerle? ¿Qué aspectos de la vida de Abraham tenemos que tener presentes para bendecir a todas las familias de la tierra? Carlos Scott

martes, 4 de febrero de 2020

EXAMEN DE NUESTRA PROFUNDIDAD

EXAMEN DE NUESTRA PROFUNDIDAD "Su fe y sus obras actuaban conjuntamente,...", Stg. 2:22 Cuando somos probados estamos como expuestos a la intemperie, a lo provisional, a la dificultad e incomodidad, pero es ahí donde debemos recordar la esperanza que tenía Abraham que bien puede ser la nuestra. Él se fiaba de una palabra que le había dado Dios: “Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac”, Gn 21:12. Lo que te prometí se cumplirá. En la prueba, lo esencial e indispensable se reduce a un encuentro con Dios. Él nos libera de la aridez, nos salva de la esterilidad y nosotros podemos volver a la vida porque su presencia es lo único necesario. El desierto de las circunstancias adversas se convierte así en la prueba de la fidelidad y es el examen de nuestra profundidad. Dios estaba buscando a un hombre obediente, lleno de justicia, de fe, santidad, que obedeciera sin dudar. Abraham no era guiado por su inteligencia, sino guiado por la voluntad de Dios y el texto de hebreos nos dice: “consideraba que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos”. Dios probó a Abraham, pero esto lo debemos diferenciar de las tentaciones del pecado. Cuando soy tentado a pecar es algo que no viene de Dios. Dios no tienta a nadie. Nuestra propia naturaleza pecaminosa la debo confrontar con la nueva naturaleza que me da Dios. Él está interesado en nuestras vidas y quiere ver como reaccionamos. Cuando nos toman un test deseamos salir aprobados. Abraham tuvo que pasar por diferentes pruebas. Primero fue su llamado: “Vete a la tierra que te mostrare”, Gn 12:1-3. En segundo lugar, separarse de Lot que fue su compañero de fe, Gn 13:1-18 y en tercer lugar, rendir sus propios planes a Dios confiando que también Ismael sería bendecido, Gn 21:8-20. Ahora Dios le pide al hijo de la promesa, al amor de su corazón y su gozo. Dios viene a probarnos para ver que hay en nuestro corazón. Abraham se encontró en ese momento con la prueba de tres días de viaje llevando a Isaac al lugar del sacrificio. Se encuentra con el silencio de Dios, las oraciones no son contestadas y solo puede caminar en fe, sin entenderlo todo, pero sabiendo que Dios está presente. ¿Cómo reaccionamos cuando estamos en medio de una prueba? ¿Cuáles son nuestros sentimientos? ¿Qué deberíamos tener en cuenta? Carlos Scott

lunes, 3 de febrero de 2020

LA PRUEBA DEL CAMINO

LA PRUEBA DEL CAMINO “Abraham había recibido las promesas y fue puesto a prueba”, He 11:17-18 Hubo un momento en la vida de Abraham donde fue probado. Debía ofrecer al hijo de la promesa. El texto de la palabra de Dios dice: “ofreció a Isaac, su hijo único”. La vida es un examen, una prueba, un test donde Dios prueba nuestra obediencia, carácter, compromiso y fidelidad. En medio de la prueba, Dios está interesado en moldear nuestro carácter, pero es difícil ver el propósito de Dios cuando nos encontramos en un túnel interminable sin luz alguna. Es ahí donde necesitamos coraje ante esperas desgarradoras. El carácter se desarrolla a través de la prueba y cuando salimos aprobados somos más fuertes. La prueba muestra quienes somos y hacia donde nos inclinamos en la debilidad. Es ahí cuando necesitamos lucidez y relámpagos de esperanza para ver quiénes somos y confrontarnos con la luz de nuestro Dios. Diferentes áreas de nuestra vida son puestas a prueba. Tarde o temprano somos probados y esto puede suceder cuando las oraciones no son contestadas, cuando las circunstancias son adversas, cuando no vemos cumplidos los sueños que tuvimos. Cuando somos probados algunas veces, la vida parece un desierto. En el desierto hay precariedad, silencio, soledad y todo esta reducido a lo esencial, lo que es indispensable. La soledad más espantosa se puede romper con una presencia y la angustia más cruel se puede transformar en bendición. Dios es todo lo que necesitamos y se puede manifestar para liberarnos del egoísmo y la vanidad. La aridez del desierto puede llevarnos a buscar la verdadera vida, porque el silencio puede convertirse en mensaje y la soledad en comunión. Dios nos llama a ser una tierra fecunda que pueda florecer. ¿Has pasado por alguna prueba? ¿Como solemos reaccionar cuando las oraciones no son contestadas o las circunstancias son adversas? ¿Como solemos buscar y experimentar la presencia de Dios en nuestra propia vida? Carlos Scott

domingo, 2 de febrero de 2020

SEGUIDORES DEL CAMINO

SEGUIDORES DEL CAMINO, Hch 9:1-2 “Dios le ordenó a Abraham: Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré”, Gn 22:2 En el camino nos encontramos con la noche. No podemos saltar por encima de la noche y es ahí donde muchas veces somos puestos a prueba. “Dios puso a prueba la fe de Abraham pidiéndole que sacrificara a Isaac, su único hijo”, Gn 22:2. Es noche para tantas personas, y dan ganas de saltar por encima de las tinieblas para dejarnos penetrar por la luz. Es querer llegar a ese final alegre “No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño…Te bendeciré… y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia”, Gn 22:12-18. En el camino nos encontramos con la seriedad de la fe y la obediencia como prueba determinante de la misma. Abraham camina durante tres días, hay determinación de llegar al fondo de la cuestión. No es fácil, parece un Dios incomprensible e imposible, un Dios que se contradice. Parece que reniega de la promesa y toma para sí el fruto de esa promesa. Le invito a Abraham a romper el hilo con el pasado y ahora lo invita a romper el hilo con lo porvenir. Dios abre una carretera y corta el camino. ¿Difícil o simple? Alessandro Pronzato dice: “…es necesario pasar a través de la noche, explorarla hasta el fondo. También la noche contiene indicios de luz” ¿Cómo está tu camino? ¿Qué indicios de luz encontras? Carlos Scott

sábado, 1 de febrero de 2020

LA ESPIRITUALIDAD DEL CAMINO

LA ESPIRITUALIDAD DEL CAMINO. «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios”, Stg 2:23. “Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob…”, He 11:8-9. Cuando hablamos de la espiritualidad del camino estamos hablando de Creer. Hablamos del riesgo y la aventura. Abraham le creyó a Dios y el Señor lo reconoció a él como justo, Gn 15:6. Pero creer es más que un estado adquirido, denuncia una voluntad de progresar, una obstinación por buscar, una tensión hacia horizontes siempre nuevos y sorprendentes. Es el deseo por lo que está más allá y que todavía no hemos descubierto. Estar en el camino también implica aprender a caminar junto a otros. Creer y seguir caminando no sugiere la idea de una meta alcanzada, sino de un camino que hay que inventar. No tenemos todas las respuestas ante los problemas del camino y el futuro. Estar en al camino y habitar en tiendas de campaña sugiere la idea de éxodo. No es instalación, estructura, sino viaje, itinerario, movimiento. El camino se desarrolla fuera de la vivienda, hay éxodo y recorrido. El camino a seguir plantea preguntas: ¿Dónde está?, ¿Dónde podemos encontrarlo?, pero la más desafiante es ¿Dónde nos lleva? Jesucristo se define como “Yo soy el Camino”, Jn 14:6. Somos llamados a movernos con El y caminar implica desplazarnos. Jesús nos espera en otra parte. ¿Cuál es tu camino? ¿Donde te lleva? ¿Que futuro imaginas? Carlos Scott

viernes, 31 de enero de 2020

¡NO TE LIMITES!.

¡NO TE LIMITES!. “Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás…”, Is 54:2-3. Se nos alienta a tener una teología práctica y se nos habla de ensanchar la carpa, reforzar las estacas y extendernos porque Dios no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan, 2 P 3:9b. La misión la tendremos que entender enfáticamente como “bendición a todas las etnias” El camino lo encontraremos fuera de la carpa y la casa. Hay éxodo, peregrinación y recorrido, He 11:13-16. Se nos alienta a no perder la confianza, a seguir perseverando porque “mi justo vivirá por la Fe y si se vuelve atrás no será de mi agrado” He 10:35-39 La Fe es aventura y riesgo porque se nos llama a creer. Es fiarse y confiar en otra persona que conoce el camino. “Creer quiere decir simplemente que otro conoce el camino y sabe dónde esperarnos”. Jesús no entrega un manual con una solución ante cada circunstancia de la vida. Hay que caminar, aceptar el riesgo, el futuro, la esperanza, el sueño y habitar en tiendas. No debemos retrasarnos cuando hablamos de la misión. “El riesgo fundamental es siempre el de los pasos, no el de las discusiones” Dios mueve a su pueblo de un lado a otro porque quiere que su Reino se extienda, Hch 11:19-21. La misión es de todos lados a todas partes. Tenemos como desafío un camino que hay que descubrir. Es tener un espíritu nómada que va en contra de la mentalidad de gueto. El Reino de Dios quiere alcanzar territorios inexplorados por lo tanto Dios nos espera en otra parte. ¿Cómo es tu experiencia en el camino? ¿Cómo podemos iluminar nuestro camino? Carlos Scott

miércoles, 29 de enero de 2020

SALIR SIN SABER DONDE IR

SALIR SIN SABER DONDE IR Salir sin saber dónde ir fue la experiencia de Abraham. “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber dónde iba… y habito en tiendas de campaña” He 11:8-9 Se trata de una Fe difícil porque Dios muchas veces nos sacude, nos moviliza, hay que partir y no conocemos el camino. Es una Fe difícil porque debemos considerar fiel al que nos ha hecho la promesa, He 11:11 y es una Fe difícil porque Dios nos pone a prueba, He 11:17-19. No se trata de una Fe fácil. La Fe barata o fácil es cuando nos quedamos con una teología que no incomoda, que esta domesticada y es complaciente. La Fe cara y difícil se coloca en una posición de riesgo. En este viaje la seguridad no cuenta. Es habitar en carpas de campaña y no podemos conciliar la Fe con el confort del viaje y la organización previa. Hay que ponerse a caminar, mover la carpa y estar en contacto con otras personas. Implica que no hemos llegado a nuestro destino final y que no somos propietarios de algún lugar en especial. Estamos en progreso y hay que avanzar. Es buscar un nuevo horizonte y llevar el mensaje del evangelio que transforma toda la existencia humana. Es una Fe peligrosa porque te expone a la intemperie. Se aprende a vivir entre dificultades, demoras e incomodidad. Tampoco hay rebaja en el costo del billete. El seguimiento a Jesús implica elecciones y decisiones personales, coraje, sufrimientos, esperas. Esto es lo que le ocurrió a Abraham. Camina hacia la tierra prometida, la recorre, se encuentra ahí en situación de extranjero, vive bajo tiendas y cada día tiene que partir. Solo se puede fiar de una voz, palabra y promesa. No puede ser guiado por su inteligencia, sentimiento e intuición. ¿Cómo esta nuestra fe? ¿Estamos dispuestos a partir? Carlos Scott

martes, 28 de enero de 2020

¡Levanta la mirada!

¡Levanta la mirada!, Gn 12:1-3, 13:1-18, 22:18 Dios le habla a Abraham y le dice: “Vete a la tierra que te mostrare”, Gn 12:1. “Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas…así será tu descendencia”, Gn 15:5-6. “Dios quiere que levantes tu mirada”. Una de las claves en nuestro caminar con el Señor consiste en “levantar la mirada”. Abraham tenía que levantar su mirada, salir de donde estaba y más adelante separarse de Lot. Abraham buscaba la paz. Levantar la mirada implica que hay algo más grande que Dios quiere hacer. “Te daré todo lo que abarque tu mirada”. Se nos está llamando a tener una visión amplia. Es necesario levantar la mirada. Sin visión el pueblo perece y perecemos. La vida está llena de contingencias que nos pueden llevar algunas veces a no entender el propósito de nuestra existencia. Pero esto, no esta en el corazón de nuestro Dios que nos busca, nos habla y desafía a tomar lo que nos ha preparado. Una visión del Reino de Dios y el cielo renueva nuestra vida, Ap. 7:9-10. Las circunstancias de Abraham, sus limitaciones, debilidades y edad avanzada no tenían que ser un obstáculo para creer. Nuestro nombre personal, iglesia o denominación no debe estar atada a determinadas limitaciones, sino a la visión de Dios. Es necesario salir de donde nos encontramos cuando nuestra manera de pensar o actitud no permite progresar. Debemos tomar todo lo bueno que Dios nos quiere dar y hacer lo que nos pide: “Abraham tenía que recorrer la tierra”. Mirar por nuestra nación, la gente que nos rodea y mirar por todos los pueblos es un comienzo que nos debe llevar a entender la existencia del Pueblo de Dios. Te voy a bendecir y serás de bendición a todas las familias de la tierra. Se nos llama a confiar y a creer en todo lo que vendrá después. Su palabra es “bendición” y este es el claro propósito de Dios. ¡Levanta tu mirada! porque la única información es la señal de partida. Carlos Scott

Y siempre que oren a Dios, dejen que los dirija el Espíritu Santo.

“No se olviden de orar. Y siempre que oren a Dios, dejen que los dirija el Espíritu Santo. Manténganse en estado de alerta, y no se den por vencidos. En sus oraciones, pidan siempre por todos los que forman parte del pueblo de Dios”. Efesios 6:18 TLA “Debemos ser hombres de Dios y, para decirlo más sencillamente, hombres de Oración con el suficiente valor para arrojarnos en ese misterio de silencio que se llama Dios sin recibir aparentemente otra respuesta que la fuerza de seguir creyendo, esperando, amando y, por tanto, ORANDO. Karl Rahner -Con Jesús en la Oración. ¡Qué vastas son las posibilidades de la oración! ¡Cuán amplio es su alcance! ¡Qué grandes cosas se logran con este medio de gracia divinamente designado! Pone su mano sobre Dios Todopoderoso y lo mueve a hacer lo que de otro modo no haría si no se ofreciera la oración. Hace que pasen cosas que de otro modo nunca ocurrirían. E.M.Bounds