martes, 28 de enero de 2020

¡Levanta la mirada!

¡Levanta la mirada!, Gn 12:1-3, 13:1-18, 22:18 Dios le habla a Abraham y le dice: “Vete a la tierra que te mostrare”, Gn 12:1. “Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas…así será tu descendencia”, Gn 15:5-6. “Dios quiere que levantes tu mirada”. Una de las claves en nuestro caminar con el Señor consiste en “levantar la mirada”. Abraham tenía que levantar su mirada, salir de donde estaba y más adelante separarse de Lot. Abraham buscaba la paz. Levantar la mirada implica que hay algo más grande que Dios quiere hacer. “Te daré todo lo que abarque tu mirada”. Se nos está llamando a tener una visión amplia. Es necesario levantar la mirada. Sin visión el pueblo perece y perecemos. La vida está llena de contingencias que nos pueden llevar algunas veces a no entender el propósito de nuestra existencia. Pero esto, no esta en el corazón de nuestro Dios que nos busca, nos habla y desafía a tomar lo que nos ha preparado. Una visión del Reino de Dios y el cielo renueva nuestra vida, Ap. 7:9-10. Las circunstancias de Abraham, sus limitaciones, debilidades y edad avanzada no tenían que ser un obstáculo para creer. Nuestro nombre personal, iglesia o denominación no debe estar atada a determinadas limitaciones, sino a la visión de Dios. Es necesario salir de donde nos encontramos cuando nuestra manera de pensar o actitud no permite progresar. Debemos tomar todo lo bueno que Dios nos quiere dar y hacer lo que nos pide: “Abraham tenía que recorrer la tierra”. Mirar por nuestra nación, la gente que nos rodea y mirar por todos los pueblos es un comienzo que nos debe llevar a entender la existencia del Pueblo de Dios. Te voy a bendecir y serás de bendición a todas las familias de la tierra. Se nos llama a confiar y a creer en todo lo que vendrá después. Su palabra es “bendición” y este es el claro propósito de Dios. ¡Levanta tu mirada! porque la única información es la señal de partida. Carlos Scott

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