Jesús coloca su enfoque en el Reino de Dios y nos ayuda a pensar en este orden donde la oración extiende su Reino. Es interceder por la nación y las naciones. No se trata de magia o de manipular a Dios con una determinada técnica. Sencillamente es pedirle a Dios: “¡Venga tu Reino! Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo”.
La sanidad de Dios, hacer el bien y buscar una transformación es señal de que el Reino ha llegado en Jesús, Hch 10:38. En la oración le pedimos a Dios que extienda su mano para sanar, marca un nuevo presente anhelado, forman el futuro y nos da valor, Hch 4:29-30, Ef 6:18-20
»Desde que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino de Dios avanza a pesar de sus enemigos. Sólo la gente valiente y decidida logra formar parte de él.”, Mt 11:12
Buscar la bendición de todas las etnias y de la nación implica tomar riesgos cuando enfrentamos el mal. Dios tiene como propósito bendecir a todas las naciones, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y ser reconocido recibiendo la gloria.
Jesús nos dice: "Si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes”, Lc 11:20-22.
Para Pensar: ¿En qué consiste extender el Reino de Dios? ¿Cómo solemos reflejar sus valores? ¿Porqué es importante la plantación de nuevas iglesias? ¿Qué se espera de nosotros?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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