¿Como soles reaccionar ante la traición, la lucha del poder, la ingratitud y la falta de gracia?
Jesús era una persona que amaba. La escritura dice: los amó hasta el fin, Jn 13:1. “Se levantó de la mesa,... y comenzó a lavarles los pies"
Jesús ofreció su servicio a gente que no lo merecía, que lo abandonarían y también ofreció su servicio a una persona que se oponía.
Jesús era alguien que conocía su identidad. Los discípulos estaban dispuestos a pelearse por un trono, pero no por una toalla. Jesús no necesitaba el poder para completar su identidad.
Jesús era una persona que estaba dando vuelta el orden social. Jesús estaba rompiendo con el paradigma de los honores y prestigio que solemos tener en nuestro medio. Su énfasis fue la gracia y no el mérito.
Jesús lavó los pies de Judas. Responder al ejemplo de Jesús implica abandonar el derecho de elegir a quien quiero servir.
Jesús muestra el modelo de mansedumbre, humildad, servicio y amabilidad fraternal. “Les he puesto ejemplo para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes… ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica”, Jn 13: 12-17,
PARA PENSAR: ¿Para qué existe la posición? ¿La responsabilidad? ¿El liderazgo? ¿La autoridad y el poder? ¿Cómo lo solemos usar?
Carlos Scott
No hay comentarios:
Publicar un comentario