viernes, 6 de noviembre de 2020

PARA EXPLICAR LO INEXPLICABLE

 PARA EXPLICAR LO INEXPLICABLE

Jesús hizo muchos esfuerzos para tratar de explicar lo inexplicable: el Reino de Dios, que no se puede revelar en una sola frase, ni es una definición de diccionario. No se lograría descifrar ni siquiera escribiendo sesudos tratados teológicos. Siendo que el Reino es una concreción histórica que trasciende los límites de la historia, no es fácil hablar de él. El Reino es, además, misterio. Por eso Jesús, apelando a sus dotes de maestro y sabio, prefirió demostrar el Reino con su propia vida (Mt.12:28) y tratar de esclarecerlo por medio de comparaciones y metáforas de sabor popular. Hay una decena de ellas en los cuatro Evangelio. En una ocasión dijo que ese Reino se podía comparar a un grano de mostaza que, cuando el agricultor lo sembraba, era la semilla más pequeña pero que, cuando crecía podía convertirse en un árbol grande y frondoso que hasta los pájaros podían hacer sus nidos en él. Y añadió otra comparación: la de la levadura que una mujer mezcla con la harina para fermentar la masa. Así opera el Reino: de lo pequeño a lo grande, de los sencillo a lo complejo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Crece sin aspavientos; sin el protagonismo de los famosos, ni el bullicio de los célebres. LUCAS‬ ‭13:18-21 (Biblia La Palabra) “Decía Jesús: — ¿Con qué puede compararse el reino de Dios? ¿Con qué lo compararé? Puede compararse al grano de mostaza que un hombre sembró en su huerto, y que luego creció y se hizo como un árbol, entre cuyas ramas anidaron los pájaros. Dijo también: — ¿A qué compararé el reino de Dios? Puede compararse a la levadura que toma una mujer y la mezcla con tres medidas de harina para que fermente toda la masa”. Instagram @ harold_segura Twitter @haroldsegura Fanpage de Facebook @haroldsegura #evangeliodeldia #biblia #espiritualidad #evangelio


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