jueves, 14 de febrero de 2019

Sal y Luz

La misión consiste en llevar la vida de Dios a los demás. Esto es posible cuando las iglesias locales dejan que la vida de Dios fluya a través de ellos. La misión de dar la vida es la misión general de toda comunidad o iglesia local. Somos llamados a estar unidos, vivir la misión, ser luz en un mundo de tinieblas. Una comunidad no existe para sí misma ni para su propia gloria. Es un signo que nos invita a ir mas lejos. El contenido del mensaje de Jesús es el don de la vida. Vida en abundancia. Ha venido a liberar, abrir nuevas puertas y caminos, quitar las culpabilidades, sanar, unificar y salvar. Nos envía como comunidad con la misma misión. Llamados a ser cosas imposibles, ser instrumentos de sanación, de reconciliación, de perdón y unidad. Nos demanda tener confianza en su llamado y poder que se manifiesta a través de la pequeñez y humildad. Cada comunidad es guiada por Dios donde inspira a hombres y mujeres para que respondan a una necesidad específica de la humanidad, en un momento particular de la historia. Esto es evidente cuando se responde a las necesidades menos alcanzadas de los no alcanzados donde ellos se encuentran. En el mundo hay mucha gente sin esperanza, sin el evangelio, demasiados gritos sin respuesta, demasiadas personas muriendo en su soledad. El evangelio es un mensaje que transforma toda la existencia humana. Se vive con plenitud la comunidad cuando es una fuente fresca para todos los hombres. Es cuando se toma conciencia del alcance y universalidad de las Buenas Nuevas. No podremos florecer si estamos centrados en nosotros mismos, sobre nuestras estructuras, problemas y sin un fin afuera. Las comunidades cristianas están ahí para dar vida y esperanza a todos, especialmente a los pobres y a los que sufren. La iglesia como el cuerpo de Cristo esta llamada a penetrar en toda la humanidad como testigos de Jesucristo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario