martes, 19 de febrero de 2019

Amar a los enemigos


- Cuando hablamos de comunidad o iglesia local hablamos de lavar los pies de todos sin excepción. Una comunidad sana es la que ama y sirve a sus enemigos. *Jesús lavo los pies de Judas. Jesús sabía quién era Judas, Jn. 2:25, 6:64,70. ¿Qué haríamos si alguno de nosotros tuviese en su grupo a una persona como Judas? Quizás por mucho menos que una traición no tendríamos a personas que no estén de acuerdo con nosotros. Judas había oído el mensaje de Jesús, pero eso no lo transformó. Es muy interesante cuando Pablo les habla a los Corintios sobre la locura de la cruz, 1 Co. 1:23, 25. Exponerse y quedar vulnerable ante el enemigo es realmente una locura. Sin embargo, Jesús lavó los pies de Judas. Responder cabalmente al ejemplo de Jesús en lavar los pies de todos implica abandonar el derecho de elegir a quien quiero servir. “¿Entienden lo que he hecho con ustedes?” “Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien porque lo soy”. Maestro cuya doctrina tenemos que aprender y Señor cuya voluntad debemos obedecer. Deja claro que su humildad no ignora quien y que es El. Su humildad es la de un Rey, la de un ser Divino. No solemos ver esto en nuestras mentes y rendirnos en adoración. Los modelos aprendidos muchas veces son otros y distorsionan nuestra comprensión - comportamiento. ¿Somos personas que experimentamos la gracia de Dios y la compartimos con los demás? ¿Nos mostramos legalistas y desarrollamos una relación en base al mérito? ¿Cómo debe ser el modelo del siervo?

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