jueves, 14 de febrero de 2019

Crecimiento


Cuando decimos comunidad o iglesia local decimos "crecimiento". Cada uno de nosotros esta haciendo un viaje: el viaje de la vida. Todos somos peregrinos en este camino. La vida humana en este viaje y camino de crecimiento debe ser un viaje hacia la unidad con otros. En este camino nos encontramos con nuestras fortalezas y debilidades. Crecer es emerger y salir muchas veces de una visión egoísta. Las comunidades nacen, crecen y dan vida, luego envejecen para volver a renacer. Muchas tensiones en la comunidad provienen de que algunos se resisten a crecer, pues el crecimiento de una comunidad implica el crecimiento de cada persona. Siempre hay quien se resiste al cambio y rehúsa la evolución, pues quiere que las cosas sigan como siempre han sido. Muchos se resisten al crecimiento por las exigencias que demandan una nueva etapa. La comunidad del Reino de Dios o la iglesia es una comunidad que siempre debe estar en crecimiento. Sino crecemos, entonces decrecemos; sanamos o enfermamos. Somos llamados a la madurez en Cristo, reproducirnos, extendernos, multiplicarnos, Ef 4:11-13, Col 1:28-29, Hch 2:47, 5:14, 6:7, 8:4,8, 9:31, 11:20-21, 12.24, 13:49, 16:5, 19:20, 28:31. El reto o desafío de una comunidad que desea crecer es el de adaptar sus estructuras a la cultura y contexto donde sirve; estando disponible para alcanzar a otros con todo el evangelio. El peligro puede estar en una tradición que hay que conservar o una autoridad; o prestigio que hay que preservar. En nuestros días puede haber oposición del Espíritu y Estructuras, pero el reto está en crear estructuras en función del espíritu y no que el espíritu se adapte a la estructura. Necesitamos crecimiento cualitativo - cuantitativo. La manera de ejercer autoridad , discernir y progresar es según el Evangelio que es fuente de vida no olvidando que "el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos".

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