viernes, 31 de mayo de 2024

Armonía

 Lo que podemos ser

"Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús: —Rabí, come algo. Jesús les respondió: —Yo tengo una clase de alimento que ustedes no conocen", Jn 4:31-32

El alimento que nos ofrece el Señor tiene que ver con una imagen de lo que estamos llamados a ser. Se trata de una belleza que alcanzar, de una armonía que encontrar. Jesús nos presenta un cuadro o una figura donde podamos entender la exigencia y el reclamo de una superación, la llamada a una conversión y transformación. No se trata, para él, de restaurar la vieja persona, de volverle a dar la posibilidad de funcionar mejor o menos mal, sino de dar a luz una nueva persona. Lo hizo con Nicodemo, lo hizo con la mujer samaritana y lo quiere hacer con cada uno de nosotros. "Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él", 2 Co 3:18. Este es nuestro llamado y desafío. Jesús nos dice "Yo te haré".

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 30 de mayo de 2024

Transformación

 Lo prioritario

«¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será este el Mesías?». Así que la gente salió de la aldea para verlo", Jn 4:28-30

La mujer fue al pozo para sacar agua y eso era lo más urgente para ella, pero ahora descubre algo más importante a qué dedicarse. Estas son las señales de un verdadero encuentro entre Jesús y la mujer, entre Dios y todos nosotros. El Señor no deja las cosas como antes y es necesario un cambio de dirección. Es la transformación de la vida, un cambio de mente y corazón que nos lleva a compartir las buenas nuevas del evangelio con toda la gente. "Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar. Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto", Ro 12:1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox  


miércoles, 29 de mayo de 2024

Propósito

 Significado

"La mujer dejó su cántaro junto al pozo y volvió corriendo a la aldea mientras les decía a todos: «¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será este el Mesías?», Jn 4:28-29

Nuestra vida es plena cuando entendemos el significado y propósito para el cual Dios nos ha creado. Son esos momentos donde dejamos el cántaro junto al pozo para ir a buscar a otras personas y compartir que Dios desea "bendecir a toda la gente", quiere ser "reconocido y adorado" y que "el mal sea derrotado por el avance del Reino de Dios". Cada compromiso de la vida cotidiana nos recuerda que hay una fuente de agua viva cuyo nombre es Jesús. El camino para transitar puede ser siempre el mismo, pero podemos descansar, aprender y experimentar poder ante las más variadas circunstancias. Algunos tiempos serán difíciles, pero hay un manantial de vida que nunca se agota y esto le da significado. Dios sigue saliendo a nuestro encuentro en una cita no programada, nos seduce para entender cuál es la verdadera sed. “Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. "Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.», Mt 11:28-30

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 28 de mayo de 2024

Único

 Yo Soy

"La mujer dijo: —Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas. Entonces Jesús le dijo: —¡Yo Soy el Mesías!", Jn 4:25-26

Cuando la mujer escuchó la afirmación de que Jesús era el Mesías "dejó su cántaro, se fue al pueblo y le dijo a la gente: «Vengan a ver a un hombre que sabe todo lo que he hecho en la vida. ¡Podría ser el Mesías!» Entonces la gente salió del pueblo y fue a buscar a Jesús.", Jn 4:28-30. Cuando tenemos una experiencia personal con Jesús algo nos hace saltar dentro y nos lleva a compartir esta celebración con los demás. El descubrimiento personal se convierte en participación, relato y comunicación. La mujer no se guarda para sí la noticia. El paso de la conversión y la aceptación a ser testigo y misional es natural al ser impulsado por algo que no podemos contener. Se trata de la alegría de vivir y celebrar la vida. Nuestro testimonio es simple "vengan a ver". Contamos nuestra experiencia y la relación con Jesús lanza un interrogante, insinúa una duda, invita a ponerse en camino. ¿Será lo que busco?, ¿Será el Mesías? Es una invitación a ver, comprobar, escuchar a Jesús y decidir personalmente. Cada persona tiene que recorrer su propio camino. El testigo o persona de buena fe se limita a sugerir, deja distinguir o vislumbrar una realidad fascinante. Nos conduce a un cierto punto, que no es el de llegada, sino el de partida. Dios nos llama a servir a toda la gente para que cada persona haga su propio camino, que siempre es único, para que cada cual asuma personalmente el riesgo de la búsqueda. Cuando compartimos al Señor con otros podemos encender una chispa que despierta una espera, escudriña una nostalgia, enciende el corazón.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

lunes, 27 de mayo de 2024

Vida

 Espíritu y verdad

"Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad", Jn 4:23-24

Jesús nos dice: "Sólo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida", Jn 6:63. Gracias al Espíritu Santo, un principio que va más allá del ser humano es que tenemos la posibilidad de estar en relación con Dios. Ahora bien, el Espíritu es inseparable de la verdad. La verdad es Jesús mismo que revela el rostro de Dios y su voluntad. Lo que caracteriza a los adoradores, tal como Dios los quiere, es el empeño por escuchar al Señor y hacer su voluntad, como bien se manifiesta a través de Jesús.  El ser humano nacido de nuevo rinde una adoración nueva y no se trata solo de un servicio realizado con los labios y gestos externos o bien limitada a la esfera interior. El que es nacido del Espíritu Santo escucha la palabra y da un fruto que se manifiesta especialmente en el mandamiento nuevo del amor. "Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos», Jn 13:34-35. "Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios en lugar de holocaustos", Os 6:6. Adoremos en Espíritu y Verdad.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 26 de mayo de 2024

Corazón no dividido

 Dispersión y atracción

"Jesús le dijo: —Es cierto, porque has tenido cinco, y el hombre con el que ahora vives no es tu esposo.", Jn 4:16-18 

Los cinco maridos que había tenido la mujer samaritana también representan un valor simbólico. Tras la caída de Samaria según el relato de 2 Re 17:24ss, el rey de Asiria, para repoblar el país, había hecho venir gente de cinco regiones diferentes. Los inmigrantes trajeron de sus cinco ciudades sus dioses y continuaron adorándolos, incluso adoptando el culto al Señor. Fue esta mezcla y sincretismo religioso lo que había ocasionado el desprecio de los judíos hacia los samaritanos. Esta mujer en su encuentro con Jesús se convierte en el símbolo de todo un pueblo. En el antiguo testamento, la alianza entre Dios y su pueblo se representa con la imagen matrimonial y el culto a los falsos dioses se la considera como prostitución o adulterio, mientras que el abandono de los ídolos es considerado como un nuevo matrimonio entre Dios y su pueblo. Jesús desea que esta mujer deje atrás esta situación de dispersión, de multiplicidad. Dios desea que vayamos hacia él con un corazón no dividido. El amor de Dios por todos nosotros siempre es más fuerte que todas las infidelidades que podemos tener. Dios no claudica y no se resigna a la separación, sino que siempre está dispuesto a rehacer la historia y volver a comenzar con cada uno de nosotros. Todo tiempo es oportuno para volver al Señor. "El Señor dice: «Entonces yo los sanaré de su falta de fe; mi amor no tendrá límites, porque mi enojo habrá desaparecido para siempre.  Seré como un refrescante rocío del cielo, ... Yo soy el que contesta tus oraciones y te cuida. Soy como un árbol que siempre está verde; todo tu fruto proviene de mí». Que los sabios entiendan estas cosas. Que los que tienen discernimiento escuchen con atención. Los caminos del Señor son rectos y verdaderos, y los justos viven al andar en ellos ...", Os 14:4-9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 25 de mayo de 2024

Redirigir

 Historia

"Jesús le dijo: —Ve y trae a tu esposo.  —No tengo esposo—respondió la mujer. —Es cierto —dijo Jesús—. No tienes esposo porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el hombre con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad!", Jn 4:16-18

Jesús sabe cuál es nuestra historia y la quiere cambiar, reorientar, redirigir. La mujer anónima de Samaria nos recuerda que Jesús "sabe", conoce nuestros enredos más secretos. Su palabra, y antes todavía su mirada, nos quita las máscaras, deja al descubierto las heridas que intentamos esconder, denuncia las verdaderas causas de nuestra insatisfacción e inquietud. Ante la presencia de Jesús no podemos escondernos y quedamos expuestos como somos. Él quiere quitar el empobrecimiento que muchas veces enfrentamos, toda disminución, toda complacencia. Se trata de no dejar para mañana la conversión, de diferir hasta el infinito las decisiones más comprometedoras. El encuentro con él, si es verdadero encuentro, es inquietante, perturbador, no deja nunca las cosas y las personas como estaban. Nos vemos obligados a rehacer la escala de valores. Hay un cambio profundo de costumbres y se descubre lo esencial.  No podemos contener lo que nos da alegría y lo compartimos. "Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!", 2 Co 5:17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

viernes, 24 de mayo de 2024

Deseo profundo

Aridez, sed y anhelo

"—Por favor, señor—le dijo la mujer—, ¡deme de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua", Jn 4:15

Tener hambre y sed de Dios es una expresión que se utiliza para describir el deseo profundo de una persona de tener una relación más íntima con Dios. Va más allá de un programa, una liturgia y asistencia a los cultos. Quienes experimentan esta sed anhelan una conexión más profunda con el Dios de la vida, buscando su presencia y proximidad. Este anhelo es como el de una tierra reseca que anhela el agua para saciar su sed. "Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece, como quien busca una fuente en el más ardiente desierto", Sal 63:1. "¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro ¡Dios calma la sed del sediento, y el hambre del hambriento!". Sal 107:8-9. Jesús profundiza y excava en nuestro interior, deja al descubierto una necesidad y nos hace conscientes de lo que no tenemos. Recorrer siempre el mismo camino se puede hacer pesado cuando no está iluminado por otra cosa. Jesús nos dice «El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí. Así lo dice la Biblia.», Jn 7:37-38-El salmista exclamó "Tú eres el Dios de la vida, y anhelo estar contigo", Sal 42:2 

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox

 

jueves, 23 de mayo de 2024

Confrontar

 Peligro y oportunidad

"—Pero señor, usted no tiene ni una soga ni un balde—le dijo ella—, y este pozo es muy profundo. ¿De dónde va a sacar esa agua viva? Además, ¿se cree usted superior a nuestro antepasado Jacob, quien nos dio este pozo? ¿Cómo puede usted ofrecer mejor agua que la que disfrutaron él, sus hijos y sus animales?", Jn 4:11-12

La mujer samaritana intuye que el encuentro con Jesús puede convertirse en peligroso. Ese hombre no es como los demás. En su diálogo con Jesús trata de alguna manera de escapar, librarse y no sentirse cercada. No quiere quedarse atrapada y quizás desea evadir la verdadera cuestión. "Jesús le dijo: —Ve y trae a tu esposo. —No tengo esposo—respondió la mujer. —Es cierto —dijo Jesús—. No tienes esposo porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el hombre con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad!". Jesús la enfrenta con su verdadero problema. Al principio la mujer huye para atrás y se refugia en el pasado tratando de situar a Jesús en las categorías religiosas tradicionales. "¿Se cree usted superior a nuestro antepasado Jacob, quien nos dio este pozo? ¿Cómo puede usted ofrecer mejor agua que la que disfrutaron él, sus hijos y sus animales?". Jesús no se deja aprisionar por los esquemas del pasado porque "todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás" y la mujer intenta su última jugada hacia delante.  “Así que dígame, ¿por qué ustedes, los judíos, insisten en que Jerusalén es el único lugar donde se debe adorar, mientras que nosotros, los samaritanos, afirmamos que es aquí, en el monte Gerizim, donde adoraron nuestros antepasados?" La mujer trata de ganar tiempo y el peligro consiste en aplazar la conversión. "Entonces Jesús le dijo: —¡Yo Soy el Mesías!". Jesús desafía a la mujer y también a todos nosotros a tener un encuentro en el presente con él, aquí y ahora. "Por eso les rogamos que no menosprecien el amor que Dios les ha demostrado… ¡Escuchen! Ese momento oportuno ha llegado. ¡Hoy es el día en que Dios puede salvarlos!", 2 Co 6:1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 22 de mayo de 2024

Búsqueda

 Cansancio

"Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía", Jn 4:6

Caminar implica cansarse. Dios continúa en la búsqueda del ser humano y el ser humano es el cansancio de Dios. Junto al pozo de agua se encuentra Jesús y la mujer samaritana y este encuentro se inicia con una petición de Jesús. "Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber". Jesús reconoce la necesidad del otro y no hace discriminación, pero a su vez el que pide pasa a ser el que ofrece. "Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva". "—Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna" No se trata de un pozo exterior y es cuestión de rechazar todos los espejismos. La fuente de agua viva es Jesús. Un encuentro con él y su Espíritu Santo cambia profundamente la vida y sus valores. Se encuentra la verdad, nos encontramos con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 21 de mayo de 2024

Sorpresa

 Lo cotidiano

"Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua, y Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber", Jn 4:7 

Jesús se encuentra con una mujer al borde de un pozo, que se encuadra en lo cotidiano, lo de todos los días. Jesús se detiene no porque espera convertir a alguien, sino porque está cansado, siente calor, tiene hambre y sed. La mujer llega al pozo no porque haya sido informada que se encontraba el famoso maestro de Galilea, sino porque tiene que sacar agua. Su problema es el agua, no la confesión de sus pecados. Lo que resulta insólito es la hora en este encuentro. El sol del mediodía pega fuerte y la gente prefiere quedarse en sus casas, pero la mujer- de la que se habla mucho en la ciudad - ha elegido esta hora incómoda para evitar encontrarse con algunas personas que tienen la lengua demasiado fácil para hablar de otros. Hay improvisación, sorpresa y espontaneidad en este encuentro. "Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber" La mujer se sorprendió, "Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber?". Jesús suele ser inquietante y cuando desea darnos algo nos tiende una mano. El rico asume el rol de mendigo. "Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva". Busquemos en lo cotidiano de todos los días el "agua viva" que viene por parte del Señor y rechacemos aquellas fuentes que no traen vida. "Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!", Jer 2:13

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

¿Cómo bailamos juntos y damos espacio unos a otros para que exista unidad sin uniformidad, diferencia sin división, personalidad o distinción sin individualismo?

  Hacer lugar “Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me a...