jueves, 1 de mayo de 2025

Una espiritualidad de la libertad

 Hacia una Espiritualidad liberadora

“Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Podrá entrar y salir con libertad y hallará pastos… Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas”, Jn 10:9-11

El conocer a Cristo y seguirle nos conduce a una espiritualidad de la libertad. Su gracia nos hace libre para movernos en libertad y hallar el sustento necesario. 

Es necesario mirar hacia el interior del corazón para descubrir, en aquella oscuridad, la realidad de nuestros fracasos y la impotencia del esfuerzo humano. El encuentro con la realidad desgarradora es la antesala de la gracia; pues cuando nos encontramos con la verdad de nuestro propio corazón podemos levantar nuestra mirada al cielo para implorar la gracia de Dios y refugiarnos en su amor. Asciende solo quien ha descendido. No hay lugar para la vanagloria. Esta espiritualidad parte de la incapacidad humana y desde ella acude a Dios como único consuelo. La fe es la única condición para esta gracia.

La espiritualidad liberadora se encuentra en el seguimiento de Jesús. La intimidad con Dios nos libera de toda cadena legalista y nos guía en hechos concretos de amor al prójimo. Nos dirige hacia el compromiso solidario. Se nos desafía en afirmar la vida y luchar en contra de las fuerzas de la muerte. Se nos llama a repensar la comunidad de fe como pueblo que anticipa las señales del Reino de Dios. Implica el compromiso con la justicia, la reconciliación y la paz, la dirección espiritual, la dimensión ecológica y la ética social llegando a las necesidades no alcanzadas de los menos alcanzados en cualquier lugar de este mundo. Que Dios sea reconocido y adorado, la humanidad bendecida y el mal derrotado por el avance del Reino de Dios.

“Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia.”, Col 3:12. “Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde.”, 1 P 3:8

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 29 de abril de 2025

Tener un corazón compasivo, amante de Dios y experto en el amor al prójimo

 Una Espiritualidad Comunitaria

“El que ama a los demás, vive bajo la brillante luz de Dios y no causa ningún problema a los de su iglesia. Pero el que odia a otro cristiano, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.", 1 Jn 2:10-11 “Y Jesucristo nos dio este mandamiento: «¡Amen a Dios, y ámense unos a otros!», 1 Jn 4:21

El fin de una espiritualidad que está en el seguimiento de Jesús, no se trata del cumplimiento de una norma moralista sino la búsqueda de un corazón puro comprometido con su misión. Cuando descubrimos que en el Señor encontramos la plenitud de la vida, la moral será una consecuencia de la vida en el Espíritu y no a la inversa. Como comunidad nos introducimos en la unión con Dios y dentro de esta, en la unidad consigo mismo, con todos los demás y con toda la creación.

El primer llamado a toda comunidad es vivir la fe con vigor y tener un encuentro con Dios que nos convierta en seres humanos más maduros conforme a la imagen de Jesús. Se trata de tener un corazón compasivo, amante de Dios y experto en el amor al prójimo. Es unirnos a Dios en una relación liberadora.

La iglesia como comunidad del Reino de Dios es llamada a vivir de acuerdo con sus valores, teniendo cuidado con la sobrecarga del trabajo, el descuido de la salud física, el escaso tiempo para la vida familiar y la incapacidad para disfrutar del tiempo libre. Se nos llama a ser compasivos y misericordiosos con nosotros mismos. La piedad se debe manifestar sin caer en la tiranía o auto destrucción de nosotros mismos y esto afecta a la comunidad. "La espiritualidad no es tanto una forma de hacer, sino una forma de ser."

El espacio preferencial para el desarrollo de la espiritualidad no es el individuo aislado sino la comunidad de Jesús abierta al mundo. Nuestra vida espiritual no solo se lleva adelante en lo personal, sino también como comunidad.

Cristo es el centro de la comunidad y no la comunidad misma. Jesucristo es la meta que todos compartimos. La presencia de Cristo es el motivo para la sujeción mutua, para la obediencia, para el amor fraterno, para la hospitalidad, para el ejercicio humilde de la autoridad y para afrontar las imperfecciones de la comunidad sin necesidad de huir de ella. No hay una receta fácil y Jesús marca la espiritualidad en la perseverancia para no caer en la madurez en un minuto, el crecimiento en un año y el éxito ahora mismo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 28 de abril de 2025

El amor es la esencia de la espiritualidad en el seguimiento de Jesús

 La espiritualidad de la periferia

“Pero él se acercó y les dijo: «Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.”, Mt 28:18

Cuando el Señor establece la gran comisión lo hace desde la periferia, una provincia apartada como es Galilea. No lo hace desde el centro del poder que está en Jerusalén. Galilea era una región de poca importancia llamada tierra de paganos o gentiles, Is. 9:1, Mt. 4:15. Era un lugar de tierra rica pero explotada por latifundistas (Propiedad agraria de gran extensión que pertenece a pocas personas y que se caracteriza por la mala explotación de sus recursos). Por lo general la gente vivía marginada, con vergüenza y desprecio.

Galilea es sinónimo de pobreza mientras que Jerusalén tenía privilegios políticos y religiosos. «Es muy posible que toda Galilea estuviera superpoblada en relación a las posibilidades de la tierra. Abundaban los huérfanos, las viudas, los pobres y los desempleados». Había muchos desheredados, hombres sin patria «Los discípulos son convocados a un peregrinaje…, de la marginalidad al compromiso. Jesús todavía continúa diciéndonos: Sígueme, Lc. 5:27, 9:59, 18:22».

El amor es la esencia de la espiritualidad en el seguimiento de Jesús. Es el amor a Dios y al prójimo. Implica el compromiso, la encarnación y la proyección social de la fe. Hablamos del valor profético, la actitud solidaria, la pasión por la vida y su ardor pastoral. También nos referimos a la labor por la paz con justicia social, la responsabilidad ecológica, la defensa de los derechos humanos y la apertura a la unidad espiritual pero no institucional. Es aceptar la verdad de la realidad, desenmascararla de sus tantas mentiras y comprometerse con ella.

Nuestra periferia nos señala la necesidad de fe y nos pide que amemos con los ojos abiertos, que sirvamos con desinterés y sencillez. Es creyente quien sigue a Jesús. Es encuentro personal con Jesús y a partir de allí participar en su misión y encarnar sus compromisos en la historia concreta de cada día. Seguirlo es hacer lo que él haría en esta historia. La espiritualidad de la periferia no solo es tener fe en Jesús, sino tener la fe de Jesús.

Dios se ha propuesto bendecir a toda la humanidad, que el mal sea derrotado por medio del Reino de Dios y su nombre sea reconocido y adorado. “Este mensaje es digno de confianza y quiero que lo recalques, para que los que han creído en Dios se empeñen en hacer buenas obras. Esto es excelente y provechoso para todos.”, Tit 3:8

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 27 de abril de 2025

Uno de los rescates que necesitamos es el de nuestras propias miserias

 La espiritualidad de nuestras creencias

“La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!”, Fil :5-8

Uno de los rescates que necesitamos es el de nuestras propias miserias y entre ellas el amor al poder, la autoridad absoluta no limitada, el abuso de superioridad y la fuerza en el trato con las demás personas. Necesitamos redención cuando se trata de dominar, manipular, avasallar, explotar, oprimir y hacerse rico. Esto es ajeno al seguimiento de Jesús y nos hace esclavos.

“Porque Dios los libró de ese modo de vida, que es poco provechoso, y que ustedes aprendieron de sus antepasados. Y bien saben ustedes que, para liberarlos, Dios no pagó con oro y plata, que son cosas que no duran; al contrario, pagó con la sangre preciosa de Cristo. Cuando Cristo murió en la cruz, fue ofrecido como sacrificio, como un cordero sin ningún defecto.”, 1 P 1:18-19

Nos preguntamos ¿qué es lo que falla para que después de caminar con Jesús no comprendamos y sigamos buscando puestos de poder? Nuestras creencias en Dios se deben demostrar con las expresiones en el diario vivir. El camino de la realización humana pasa por ser semejante a Jesús y cuando tenemos alterado este sistema de creencias se produce un caos. La ambición del poder nos convierte en esclavos y nos hace esclavistas; en cambio el poder del amor nos libera y nos concede la gracia de dejar en libertad a los demás, Jn 8:32 

“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”, Ro 12:2 “Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.”, Mt 6:33

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 26 de abril de 2025

La disposición de entregarse a los demás

 La espiritualidad de la entrega y el dar

“Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo: «Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás.  Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos.  Yo, el Hijo del hombre, lo hago así. No vine a este mundo para que me sirvan, sino para servir a los demás. Vine para dar mi vida por la salvación de muchos.», Mt 20:25-28

El seguimiento de Jesús no se funda en el hecho de recibir privilegios personales y luego disfrutarlos entre unos pocos, para Jesús ser discípulo consiste en el acto de entregarse por los demás para que muchos reciban los favores.

Hay conceptos opuestos que son obvios: los discípulos buscan recibir y Jesús les enseña que hay que entregarse, dar, servir. Jesús relaciona que aquellos que son sus discípulos están en el servicio, el servicio con entrega y enfatizan la redención. Redención es la liberación de alguien o algo de un estado de opresión, sufrimiento o culpa.  

Desear estar en el seguimiento de Jesús sin servicio no sirve e implica la disposición de entregarse por los demás. La entrega es clave y es servir a alguien. Si manifestamos seguir a Jesús, pero no servimos y no entregamos nada lo que se evidencia es un deseo consciente o inconsciente de retener y que otros nos den a nosotros. Es una clara muestra de egoísmo. La perspectiva de Jesús es otra y nos muestra la estupidez del poder. El seguir a Jesús es un acto libre de alguien que se transforma en un siervo, un discípulo que ve al Señor que entrego su vida por nuestra redención.

»Nunca he querido que me den dinero ni ropa.  Ustedes bien saben que con mis propias manos he trabajado, para conseguir todo lo que mis ayudantes y yo hemos necesitado para vivir.  Les he enseñado que deben trabajar y ayudar a los que nada tienen. Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesús: “Dios bendice más al que da que al que recibe.», Hch 20:34-35

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 25 de abril de 2025

El servicio es un asunto del corazón

 Una espiritualidad desarticulada

“La madre de Santiago y Juan, que eran dos de los discípulos, fue con ellos a hablar con Jesús. Cuando llegaron, ella se arrodilló delante de Jesús para pedirle un favor. Jesús le preguntó: —¿Qué es lo que quieres? Ella le dijo: —Por favor, ordena que, cuando estés sentado en el trono de tu reino, mis hijos se sienten siempre junto a ti, uno a tu derecha y otro a tu izquierda”, Mt 20:20-21

Jesús anuncia por tercera vez su muerte, Mt 20:17.19. El Señor está pensando en su sacrificio y dos de sus discípulos están pensando en la “herencia”. Seguramente recordarían lo que les dijo Jesús: “Les aseguro que todos ustedes reinarán conmigo cuando yo, el Hijo del hombre, me siente en el trono de mi reino poderoso. Entonces Dios cambiará todas las cosas y las hará nuevas. Cada uno de ustedes gobernará a una de las doce tribus de Israel”, Mt 19:28

Jesús nunca asignó los dos puestos de mayor honor, pero Jacobo y Juan reconociendo la inminencia del Reino, deciden tomar la delantera y pedir ese privilegio. Los otros discípulos se indignaron tal vez al ver que habían sido relegados a los lugares inferiores. Jesús interviene y nos da una lección de humildad. El centro del problema es que todos desean el poder

Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo: «Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente. Pero entre ustedes no debe ser así”, Mt 20:25-26

El seguimiento de Jesús es un asunto de servicio, pero reconoce que el servicio es un asunto del corazón, y si no se transforma el corazón no se puede aspirar al servicio. Lo que puede andar mal no solo es el poder sino también el corazón.

El servicio amoroso y desinteresado no lo podemos buscar sin la gracia de Dios y del compromiso con los valores de su Reino. El servidor de Jesús sirve porque es lo que ha aprendido de su Maestro; no lo hace con ninguna intención estratégica sino como producto de su formación espiritual. Jesús nos dice: “Si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos.”, Mt 20:26-27

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

jueves, 24 de abril de 2025

Jesús demostró como se relacionaba con los suyos

 Una espiritualidad cerca de la gente

“Todos hablaban bien de Jesús, pues se admiraban de lo agradables que eran sus enseñanzas. La gente preguntaba: —¿No es éste el hijo de José?”, Lc 4:22

Jesús demostró como se relacionaba con los suyos. En algunos lugares de poder se trata de que exista una diferencia bien marcada entre la jerarquía y la gente en general. Se piensa en un ejercicio de poder autoritario. El resultado son caudillos o líderes amantes de su propio carisma, intereses y poder

En el caso de Jesús fue diferente. Alos fieles de la sinagoga los impresionó por las hermosas palabras que salían de su boca, pero eso nunca significó que no lo reconocieran como uno más del pueblo “—¿No es éste el hijo de José?”

Jesús era el ungido que se le había dado todo poder para anunciar las buenas nuevas al pueblo, pero, al mismo tiempo, era el paisano de Nazaret que sabía recitar los dichos populares de la gente y dialogar con ellos en el lenguaje más natural y cotidiano.

En el seguimiento de Jesús el servicio se vive cerca de la gente, respondiendo a sus necesidades más profundas y construyendo con ellos el mañana deseado por Dios. Es un proceso que se vive en comunidad y que depende de la acción soberana del Espíritu Santo

“Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.”, Ro 12:16

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 23 de abril de 2025

Jesús es el camino y el modelo

 Una Espiritualidad por imitar

“Jesús regresó a la región de Galilea lleno del poder del Espíritu de Dios. Iba de lugar en lugar enseñando en las sinagogas, y toda la gente hablaba bien de él. Y así Jesús pronto llegó a ser muy conocido en toda la región. Después volvió a Nazaret, el pueblo donde había crecido…”, Lc 4:14-30

El Jesús de los evangelios no es un líder pasajero realizado a imagen y semejanza de los caprichos de la época. El Jesús pobre, desconfiado de las multitudes, ajeno al poder, esquivo de la fama, humilde, sencillo y servicial tiene mucho que enseñarnos. “El que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió”, 1 Jn 2:6

Jesús es el camino y el modelo, por lo tanto, define nuestra espiritualidad. No lo hace en base al concepto del éxito humano. Su grupo de discípulos no fue multitudinario, su capacidad financiera limitada y sus influencias política modesta. La espiritualidad en el seguimiento de Jesús no se define por la aplicación de determinadas técnicas de dirección de grupos humanos, sino por una cosmovisión integral acerca de su quehacer misionero en este mundo.

Jesús inicio su servicio en Galilea que tendría unos tres millones de habitantes. Luego se dirigió a Nazaret que solo tenia veinte mil pobladores y era una pequeña ciudad aislada. En ese lugar, pequeño y no tenido en cuenta es donde inicia su ministerio público. ¿Por qué allí?

Los grandes rabinos de la época buscaban estar en Jerusalén u otra gran ciudad para la presentación de su ministerio. Jesús prefirió su pequeña Nazaret. Jesús marco una espiritualidad diferente lejos del amor al poder para vivir en el poder del amor

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 22 de abril de 2025

¿Para qué sirve la utopía?

 Un pesimista lleno de fe

«¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos», Ap 5:1-4. “Después de esto, me pareció escuchar en el cielo las fuertes voces de muchísimas personas, que gritaban: «¡Que todos alaben al Señor! Nuestro Dios es poderoso, y nos ha salvado. Por eso le pertenecen el poder y la gloria, porque Dios juzga con justicia y de acuerdo con la verdad.”, Ap 19:1-2. “Entonces me pareció oír las voces de mucha gente. Era como el sonido de cataratas y de fuertes truenos, y decían: «¡Que todos alaben a Dios, el Señor todopoderoso, ¡porque él ha comenzado a reinar!”, Ap 19:6

Uno de los grandes desafíos es enfrentar la realidad de todos los días buscando a Dios. La vida sigue siendo una muestra del favor de Dios y el sinsentido puede ser confrontado. Podemos seguir caminando con el rostro lleno de esperanza, aunque desprovisto de falsas ilusiones. Nosotros no vamos a introducir el Reino de Dios y no creemos en las promesas salvadoras del poder humano. Lo que si podemos afirmar es que caminamos con la mirada puesta en el futuro de Dios. 

Descansamos en Dios y tenemos fe. Todo esto nos sirve para caminar. Eduardo Galeano escribió en relación con la Utopía: “Ella estaba en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más. Por mucho que yo camine nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar”.

“Por eso debemos dejar de lado el pecado que es un estorbo, pues la vida es una carrera que exige resistencia. Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor.”, Heb 12:1-2 “Los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.”, Is 40:31

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 21 de abril de 2025

Recuperando Nuestro Propósito - Andrés Pérez

«La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»

 Resurrección y periferia

“No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo …, Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura”, Mc 16:6-15
Galilea era una región de poca importancia llamada tierra de paganos o gentiles, Is. 9:1, Mt. 4:15. Era un lugar de tierra rica pero explotada por latifundistas (Propiedad agraria de gran extensión que pertenece a pocas personas y que se caracteriza por la mala explotación de sus recursos). Por lo general la gente vivía marginada, con vergüenza y desprecio. Galilea es sinónimo de pobreza mientras que Jerusalén tenía privilegios políticos y religiosos. «Es muy posible que toda Galilea estuviera superpoblada en relación con las posibilidades de la tierra. Abundaban los huérfanos, las viudas, los pobres y los desempleados». Había muchos desheredados, hombres sin patria «Los discípulos son convocados a un peregrinaje…, de la marginalidad al compromiso. Jesús todavía continúa diciéndonos: Sígueme, Lc. 5:27, 9:59, 18:22». Fue en Galilea donde Jesús comenzó su ministerio, Lc. 4:14-15; y eligió a sus primeros discípulos, Lc. 6:12-16. Darío López comenta que la opción de Jesús por Galilea no fue circunstancial sino una elección intencional. ¿Porque la opción no surgió desde Jerusalén? Jesús eligió cumplir su ministerio entre las masas olvidadas por los líderes políticos y religiosos para luego ir a Jerusalén. La periferia representó tarea impostergable y compromiso ineludible. Incluía a todos ya sean Judíos, Samaritanos y Gentiles. Jesús los envía a llevar la buena nueva del Reino de Dios y este mandato es para todas las generaciones. Un mensaje que tiene que ver con la transformación total de la existencia humana. Por lo tanto, Jesucristo nos comisiona desde la periferia a llevar todo el evangelio a todas las naciones. «La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación»
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox